Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales |
Volumen 4, nº 1 (2006) |
La juventud nuestra de cada día: notas sobre educación, comunicación y mercado laboral |
por Sonia I. Sanahuja |
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Resumen |
El trabajo extiende algunos de los puntos analizados en ocasión de conmemorarse el aniversario del Instituto Tecnológico de Poza Rica (México), cuando fui convocada como conferencista, junto a otros ponentes internacionales. En esta presentación articulo aspectos de los temas que considero dentro de los más relevantes en la actualidad respecto de los jóvenes y sus actuaciones sociales. Las cifras son un dato significativo, tanto como lo son las conceptualizaciones que desde la óptica de reconocidos analistas de la cultura y la globalización, permiten problematizar la compleja articulación entre educación, comunicación y trabajo, en relación con los jóvenes. La sociedad actual está atravesada por discursos acerca de la globalización, el espacio donde se asientan las prácticas juveniles son más topografías virtuales que territorios delimitados, la imagen nos interpela desde todos los ángulos y manifestaciones, el tiempo se mide en la velocidad de las simultaneidades. No hay forma de escaparle al compromiso de reflexionar sobre este contexto y los ámbitos de formación no pueden quedarse al margen, tampoco las políticas que tienen al joven como objetivo, pero sin involucrarlo en la producción de las mismas, la mayoría de las veces. |
Palabras clave |
Juventud, educación, comunicación, mercado laboral, globalización. |
Title |
Youth ours of every day: notes on education, communication and labor market. |
Abstract |
This presentation articulates aspects from different issues considered among the most relevant in the nowadays youth and their social acting. Numbers become a significant data, as well as recognized culture and globalization author’s conceptualizations, which allow a debatable analysis of the complex articulation among education, communication and work related with the youth. |
Key words |
Youth, education, communication, work, globalization. |
INTRODUCCION Esta trabajo se orienta a sistematizar a modo de ensayo, tres grandes temas que en la vida cotidiana se entretejen de manera práctica, en la esfera misma de las actuaciones, discursivas y no discursivas. Me referiré aquí, específicamente, a algunos puntos que considero centrales en la compleja articulación entre juventud, educación /mercado laboral y comunicación(1).La Asamblea General de las Naciones Unidas define a los jóvenes como las personas que integran la franja etárea comprendida entre los 15 y 24 años de edad. Esta definición se hizo para el Año Internacional de la Juventud, celebrado alrededor del mundo en 1985. Por supuesto que esta delimitación toma una sola variable, la edad, lo que si bien por un lado, anula las posibilidades de repensar de modo cualitativo la conceptualización de la juventud –y de qué es ser joven desde la vivencia propia de cada sujeto-, tiene una contraparte bastante beneficiosa en términos de síntesis y practicidad, que además hace posible el análisis de las estadísticas vinculadas a ese rango de edades. Muchos países, señala el Informe sobre la Juventud Mundial 2005 (Naciones Unidas), consideran los límites de la juventud por referencia a la línea de edad en que una persona recibe el mismo tratamiento bajo la ley –lo que es conocido como “mayoría de edad” –. En términos generales, esta línea se marca a los 18 años, lo que indicaría que quien sobrepasa esa edad, es considerada una persona adulta. Sin embargo, sabemos que las definiciones de “juventud” y sus necesarios correlatos operacionales, presentan variaciones por países o regiones, las que a menudo dependen de factores socio-culturales, institucionales, económicos y políticos específicos. Ahora, para sacarle el jugo a la definición por edad, veamos la juventud en cifras:La proporción de jóvenes en el mundo está disminuyendo; la mayoría de jóvenes en el mundo (85%) vive en países en vías de desarrollo. Hay alrededor de 525 millones de hombres jóvenes y 500 millones de mujeres jóvenes(2). Textos y contextos: los jóvenes del hipertexto Los mapas del mundo actual y la definición de sus prácticas, son impensables sin la referencia a la globalización, imaginada o no.
Veamos algunos enunciados que describen la juventud y su situación en el mundo actual: Educados y guiados por la Generación X y bajo el signo de la interrogación, la Generación Milenio se mueve entre imágenes fragmentarias y veloces, nuevas concepciones del tiempo y el espacio, y formas novedosas de relaciones frente a un futuro que ya llegó. “Somos audiovisuales”, sentencia O. Rincón. La imagen es una forma de construcción del pensamiento sofisticada que ha permitido el desarrollo de conocimientos en campos diversos como el de la biología, la geografía o la medicina(4). La Generación del Milenio, nacidos entre 1982 y 2002, son expertos en tecnología, construyen travesías multiculturales, reciben bombardeos constantes de mensajes de los medios. Desde allí, negocian modos de producción simbólica, y por lo tanto también generan reconocimientos identitarios. La TV, como narrativa de identidades, derriba fronteras y nuestros jóvenes devoran imágenes-mundo, a partir de las que comparten los símbolos y las prácticas de representaciones e imaginarios no sujetados a topografías o determinaciones territoriales.
Juventud, educación y mercado laboral Al parecer, esta generación que se caracteriza por manejar grandes volúmenes de información y por el pensamiento en imágenes, los formatos tradicionales de la educación se enfrentan con una forma de “aprender, emprender y comprender” que exige pragmatismo, velocidad e interacción, virtual y concreta. La llamada “generación de los niños índigos”, puede realizar sus tareas, mirar tv, escuchar música y chatear en simultáneo. La educación que pensamos nos pone en el desafío de comprender sus mapas mentales, el saber práctico que los define, su capacidad de sintetizar tiempos y espacios, su indudable necesidad de crear y creer. Desde 1995, el número de jóvenes que terminan la enseñanza primaria no ha parado de crecer, y cuatro de cada cinco jóvenes asisten a la escuela secundaria. También la tasa de matriculación en la enseñanza superior ha aumentado. Hay aproximadamente 100 millones de jóvenes hoy que siguen una enseñanza universitaria. La generación actual de los jóvenes es la más educada de todos los tiempos. Sin embargo, 113 millones de niños no van a la escuela, y aún 130 millones de jóvenes son analfabetos. En el Informe sobre la Juventud Mundial, las UN señalan que, aunque los jóvenes acceden a una mejor educación, el desempleo en el mundo ha aumentado a un nivel récord. La tasa de desempleo juvenil es más alta que nunca: 88 millones de parados. Sin embargo, los jóvenes de hoy en día tienen formas de pensamiento más flexibles y adaptables, los cambios tecnológicos les han posibilitado una suerte de interacciones, que se trasladan a la creación de oportunidades. A diferencia de otras generaciones, la Generación Milenio, por su rasgo de pragmatismo y su capacidad de decisión (hoy ampliada en formatos y escenarios) les posibilita crear sus propias áreas de oportunidad y potencialmente, sacarles provecho(7).
Desempleo en México: el sector de los jóvenes es el más afectado por esta situación, ya que duplica la tasa de desempleo de los adultos. Un dato que agrava aún más este problema es que los profesionales con mayor educación son quienes sufren el mayor índice de desocupación.
Comunicación y educación Diagnóstico: cambios multidimensionales de la economía capitalista informacional, soportada en redes y globalizada, acompañada de un discurso legitimador de sus supuestos beneficios vs. incremento de la desigualdad, aumento de la pobreza, polarización política y exclusión social. Esto obliga a replantear preguntas y metodologías en las investigaciones sociales. También a afrontar el desafío de formar jóvenes desde una propuesta sólida en conocimientos y de alta calidad en sus marcos evaluatorios y escalas de valores: jóvenes como agentes de cambio.
Entender cómo piensan nuestros jóvenes es posible a partir de la comprensión de cómo construyen su subjetividad, en un mundo en el cual el cambio es la constante; la posibilidad de manejar la incertidumbre viene asociada a nuevos modelos mentales. Desde la docencia, la continua referencia a pérdidas de saberes asociadas al consumo de imágenes, impide visualizar el potencial de este formato en cuanto a procesos cognitivos. Las instancias de evaluación son comprendidas a nivel teórico como formas de aprendizaje, sin embargo el formato apela y enfatiza en aprendizajes memorísticos, descontextualizados y fragmentarios. Y desde la docencia, nuevamente, la elección de formatos de enseñanza-aprendizaje podría estar reforzando ciertas pérdidas. Por ejemplo, el formato de evaluación de elecciones múltiples (multiple choice), empobrece las narrativas, la capacidad de apropiación crítica y los recursos de argumentación. Debemos, desde los espacios de educación formal, quitarle la mirada incriminatoria al exterior y focalizarla en los dispositivos que desde el centro mismo de las prácticas docentes no están, precisamente, mejorando la situación, sino más bien reforzando el malestar. La proliferación de las tecnologías de la información y la comunicación que siguió el proceso de globalización durante el último decenio ha abierto a los jóvenes considerables oportunidades y desafíos. Esto no implica perder de vista las muchas veces crecientes desigualdades. Sin embargo, la tecnología de las comunicaciones y de la información podrían orientarse, con voluntad política, a reducir la brecha entre los que acceden y los que quedan fuera. Habrá voluntad política si hay ciudadanos formados, habrá ciudadanos formados si existen políticas de juventud y educación que lo posibiliten, si en lugar de la nostalgia de un aula quieta y unos docentes que no pueden superar el método de la tenacidad (con propuestas crítico-reflexivas, contextualizadas y creativas), ponemos en acción y en contexto a la educación. Hoy, más que nunca, la escuela no es el único ámbito de generación de saberes y conocimientos, el escenario la obliga a competir con la red, la TV, sus formatos discursivos y sus estrategias que, si no se cuestionan adecuadamente, continuarán naturalizándose, por aceptación general, descontextualización planificada e inoperancia crítica.
REFLEXIONES FINALES
Los jóvenes: La esperanza de una nueva América Latina, con la apertura necesaria al cambio, depende de que sus nuevas generaciones se preparen para ser líderes y agentes de cambio en todas sus esferas: en lo social, lo cultural, lo económico y lo político. Mercado laboral y desarrollo humano: El aumento del nivel educativo hace que los nuevos perfiles de jóvenes profesionales puedan tener una preparación formal más elevada y mayor cantidad de competencias, con perfiles concretos y adecuados de formación humanista. Sin embargo, el ingreso al mercado laboral sigue siendo muy duro para nuestros jóvenes. Finalmente, voy a referir dos de los doce puntos del Informe sobre la Juventud Mundial precitado, que incluye algunas de las cifras arriba mencionadas . Veamos el primero: |
Notas y referencias bibliográficas |
1. Referiré también de manera breve notas sobre el mercado laboral y la formación ciudadana, porque precisamente sostengo que si la educación no supera el intramuro de las escuelas, seguirá fortaleciendo la escisión entre la vida y la formación; los contextos de lo cotidiano -y el macrotexto de la globalización-, del aula. .Volver al texto |
2. Programa de Acción Mundial para los jóvenes. La Juventud y las Naciones Unidas: informe sobre la juventud mundial 2005 Disponible en línea: http://www.un.org/esa/socdev/unyin/spanish/wpayeducation.htm [consulta: dic. 2006]. Volver al texto |
3. García Canclini. Consumidores y ciudadanos. México: Grijalbo, 1995. Volver al texto |
4. Rincón, Omar. Televisión, video y subjetividad. Bogotá: Norma, 2002. Volver al texto |
5. Cuando Roxana Morduchowicz analiza en El capital cultural de los jóvenes los cruces entre la escuela y la cultura popular, señala: “ciertamente existen algunos riesgos que con frecuencia suele sufrir esta propuesta. El primero es caer en una demagogia juvenil que propone ofrecer comprensión, contención afectiva y respeto a la cultura joven sin desarrollar conocimientos y actitudes complejas necesarias para la inserción social y política de los jóvenes en el mundo adulto. El segundo riesgo es basar la enseñanza en un facilismo que reproduzca en la escuela el modo de aprender de los medios de comunicación, la pedagogía del zapping, la espectacularización, el placer inmediato y el desprecio por la complejidad, el esfuerzo, la paciencia y el trabajo escolar” (p. 26 y 27, Roxana Morduchowicz. El capital cultural de los jóvenes. México. Editorial Fondo de Cultura Económica. 2003). Volver al texto |
6. Comunicación personal. Se trata de un fragmento que me enviaron por correo electrónico sin autoría reconocida. Volver al texto |
7. En varios cursos que he ofrecido a nivel universitario en México, ante la pregunta sobre sus expectativas laborales, una gran mayoría de jóvenes responde que no pretenden insertarse en una empresa ya constituida, sino poder desarrollar su propio emprendimiento. En México las pequeñas y medianas empresas (PYMES) emplean aproximadamente el 78% de la población económicamente activa, con un aporte al producto bruto interno (PIB) cercano al 70%, un dato interesante que puede dar lugar a una investigación sobre la inserción laboral de los jóvenes en este país. Volver al texto |
8. Porcentaje de la población de 5 y más años que asiste a la escuela por grupos de edad y sexo, 1970 a 2005. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Disponible en línea: http://www.inegi.gob.mx/est [consulta: dic. 2006]. Volver al texto |
9. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Disponible en línea: http://www.inegi.gob.mx/est [consulta: diciembre 2006]. Volver al texto |
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11. Martín Barbero, Jesús. “Jóvenes: comunicación e identidad”. En: Pensar Iberoamérica: revista de cultura [en línea]. Madrid: Organización de los Estados Iberoamericanos para la Ciencia, la Educación y la Cultura (OEI). Número 0 (feb. 2002). Disponible en: http://www.oei.es/pensariberoamerica/ric00a03.htm [consulta: diciembre 2006]. Volver al texto |
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