New Jersey (Estados Unidos). Cinthia María Hamlin, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas y Crítica Textual (CONICET, IIBICRIT), fue protagonista de un hallazgo de gran importancia al encontrar en la Firestone Library de la Universidad de Princeton dos folios -es decir, dos hojas- de lo que pudo determinar que es el más antiguo vocabulario (diccionario, en términos actuales) en castellano del que se tenga conocimiento.

Hasta ahora, el diccionario español-latino más antiguo que se conocía es el que elaboró Antonio de Nebrija, impreso entre 1494 y 1495. Pero Hamlin, con la colaboración de Juan Héctor Fuentes, latinista y también investigador del CONICET en el IIBICRIT, pudo determinar que las hojas halladas en la biblioteca de Princeton fueron impresas unos años antes, entre 1492 y 1493.

Aunque solo fueron encontradas dos hojas del incunable, que incluyen el prólogo completo y setenta y siete entradas de la letra ‘A’, Hamlin y Fuentes establecieron su correspondencia con un vocabulario manuscrito completo (aunque sin prólogo) del siglo XV, del cual hasta el momento no se había podido determinar el autor ni la fecha precisa de su realización, motivo por el cual había pasado casi desapercibido para la crítica. Ahora que se sabe que su confección fue anterior a la impresión del Vocabulario español-latín de Nebrija, adquiere otra relevancia.

“Hay que aclarar que existe un vocabulario previo que contiene palabras en castellano, pero no en un rol protagónico. El primer diccionario que presenta palabras en español entre sus definiciones es el Universal vocabulario (UV) en latín y en romance de Alfonso de Palencia de 1490: en una columna es un diccionario latín-latín (palabras latinas, definidas en esa misma lengua), definiciones que son en la columna de al lado traducidas al castellano. Pero lo que encontramos nosotros es el primer diccionario castellano-latino, en el que los lemas -las palabras que se definen- están en castellano, utilizado también en las definiciones para explicar y/o acompañar la equivalencia latina. O sea, que es un diccionario sobre el castellano, mientras que el UV no dejaba de ser sobre el latín”, señala Hamlin, quien al avanzar con la investigación pudo también determinar que el autor del vocabulario copiado en el manuscrito y, por lo tanto, del incunable, es nada menos que el propio Alfonso de Palencia, considerado uno de los humanistas más importantes del siglo XV. Los resultados de esta parte de la investigación serán próximamente publicados en el Boletín de la Real Academia.

El descubrimiento realizado por Hamlin y Fuentes tuvo un aspecto fortuito. La investigadora estaba trabajando en febrero de 2018 en la Firestone Library de la Universidad de Princeton en la revisión del ejemplar de un libro de 1515, cuando el curador de la Rare Books and Special Collections de la biblioteca, Eric White, se le acercó con un tomo del Universal vocabulario de Palencia y le comentó que, insertos al comienzo y al final del libro, se encontraban dos folios de un vocabulario castellano que no pertenecían a dicho ejemplar y que nadie había logrado identificar hasta ese momento. La posibilidad de poder identificar los folios entusiasmó a la investigadora, quien se puso a trabajar en ello al regresar a Buenos Aires.

“El primer avance, gracias a la colaboración de Eric White y un investigador alemán de incunables y tipos móviles, fue identificar la tipografía de las hojas como perteneciente a una imprenta sevillana en el período 1491-1493. Hay que tener en cuenta que los tipos móviles –-las letras de molde-- se rehacían cada dos o tres años porque se gastaban rápidamente y eran artesanales, por lo que cada fundición era distinta”, señala la investigadora.

La segunda parte de la investigación consistió en identificar al autor del vocabulario. “El estilo del prólogo, su formato y las fórmulas de tratamiento a la reina, junto con el hecho de que los dos folios del incunable habían sido insertados en un ejemplar del UV me llevó a la hipótesis de que el autor debía ser Alfonso de Palencia, algo que pude corroborar luego de una tarea casi detectivesca”, señaló Hamlin.

La historia completa escrita por Daniel Gigena puede leerse HACIENDO CLIC AQUÍ
[Fuente: Dicyt]

Imagen del primer diccionario del castellano, cortesía de Princeton University Library (Special Collections).

Neuquén. Luego de largas gestiones en varios niveles y estamentos de gobierno que no se vieron detenidas por la pandemia, la Federación de Bibliotecas Populares de la Provincia del Neuquén consiguió que el gobierno municipal le cediera en uso un inmueble, sito en calle Río Atuel 206, del Barrio Villa Farrel, para que funcione formalmente su oficina y en la que la organización instalará también el Nodo Patagonia que asiste a todas las bibliotecas del país en el uso del sistema Digibepé, en coordinación y acompañamiento logístico con la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP).

La entidad fue fundada en 1981 y esta nueva sede es la cristalización de un deseo añorado: contar con un espacio físico independiente que reúna la documentación, los bienes y los demás intereses de la Federación como persona jurídica dejando de depender o quedar condicionada a las personas que integraban circunstancialmente su comisión directiva y que “llevaban la oficina a cuestas”, en sus domicilios, maletines, bolsos o ficheros.

La nueva sede cuenta con más de 50 metros de fondo por 25 de frente de un espacio verde en el que ya se proyectan organizar múltiples actividades sin perder de vista el contexto sanitario que atraviesa la sociedad.

Los integrantes de la Federación no ocultan su satisfacción por el logro de la sede propia donde canalizarán procesos administrativos, expresiones artísticas, culturales, de debate y aprendizaje. Todas las bibliotecas están invitadas y saben que les pertenece.

Modos de contacto
Mail: bibpopnqn@hotmail.com
Instagram: federacionbibliotecasnqn
Facebook: Federacion Bibliotecas Populares Neuquén
[Fuente: Lucio Mansilla]

Santa Rosa (La Pampa). Miembros de la Subsecretaría de Coordinación Cultural se reunieron con referentes de unas 50 bibliotecas populares y municipales de la provincia para referirse al proyecto que la CONABIP ofreció a las bibliotecas populares del país. El proyecto Reescribir nuestra historia tiene como objetivo actualizar, recopilar, promover y poner en valor el material con que cuenta cada uno de los centros bibliográficos, como así también la variedad de tareas y actividades que desarrollan, con el fin de compilar un texto que contenga información ampliada y actualizada de cada una para que además quede a disposición como material de consulta en todas las localidades.

De la reunión surgió por consenso extender el plazo de presentación de proyectos hasta el 30 de abril a partir de las consultas recibidas respecto del abordaje de contenidos, forma de presentación, posibilidades de integrar a otros actores al proyecto, entre otros. En este sentido, todos manifestaron la necesidad de contar con un libro de las bibliotecas populares pampeanas (que podrá ser digital o impreso), pero no sólo para hacer un catálogo que contenga datos duros, sino un libro que además visualice la tarea y acciones que viene desarrollando cada biblioteca desde su nacimiento y también aquellas que se han tenido que reinventar a partir de la pandemia. Actualmente hay unas 65 bibliotecas en condiciones de formar parte de la publicación.

En otro punto adelantó información sobre la realización de la Feria Provincial del Libro que este año tendrá como única sede a Lonquimay y se desarrollará en octubre en formato virtual y presencial -de acuerdo a la situación reinante-. También mencionó que en noviembre está prevista la Feria del Libro Infantil y Juvenil en General Pico. También solicitaron la posibilidad de contar con un mapa virtual de las áreas y espacios de cultura como museos, bibliotecas, centros culturales con el fin de contar con información sobre la producción cultural y patrimonio histórico de esa provincia.
[Fuente: El Diario de La Pampa]

Tandil (Buenos Aires). Te invitamos a conocer el Centro de Documentación Audiovisual y Biblioteca (CDAB) de la Facultad de Arte de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN). Una biblioteca, una videoteca y un archivo... un espacio de acompañamiento para los trayectos formativos de los alumnos de grado y posgrado; un ámbito de estudio, reunión e investigación que promueve la formación académica constante, la reflexión entre pares y el pensamiento crítico.
[Enviado por su responsable: María Amelia García]

Madrid. El pasado 15 de marzo, El Ministerio de Cultura español citó a la directora de la Biblioteca Nacional de España (BNE), Ana Santos, a una reunión tras la información que había publicado el domingo 14 el diario EL PAÍS donde señalaba que la entidad había ocultado durante cuatro años el robo de una obra de Galileo Galilei: el tratado astronómico Sidereus nuncius (Mensajero sideral), impreso en Venecia en 1610. En ese encuentro de urgencia pidieron explicaciones a la directora de la BNE.

La institución descubrió en 2014 el reemplazo del libro del siglo XVII por una copia, pero no lo denunció a la policía hasta 2018, cuando unos investigadores escribieron a la Biblioteca para preguntar por el original. Santos dijo que había informado a Cultura en 2018 de la presentación de esta denuncia mediante un correo electrónico a Carlos Alberdi, entonces jefe del gabinete del exministro José Guirao, quien, sin embargo, adujo que nunca estuvo al tanto de lo ocurrido. “Como ministro no fui informado ni del robo ni de la denuncia”, señaló al diario El País.

Fueron varias restauradoras de la BNE las que detectaron el cambiazo en 2014. Santos asegura que nadie le informó de ese robo, mientras que la directora técnica de entonces, Mar Hernández, sostuvo que ella misma le había dado la noticia. Tampoco nadie informó al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte el robo del valioso ejemplar.

Ana Santos alegó: "En 2014, la Secretaría de Estado de Cultura no fue informada de nada porque yo no lo sabía, pero en 2018 el equipo del Ministerio de Cultura fue informado porque yo lo sabía”, y añadió: “Yo no me puedo sentir responsable de lo que no conozco, aunque me debo hacer responsable. Que la dirección técnica no me informase en 2014 es una gestión nefasta”. Sin embargo, la directora técnica, Mar Hernández, rebatió esa versión de la directora: “Siempre te he informado y consultado todo. Tú nunca hubieras aguantado a una persona nombrada por ti en la que no tuvieras total confianza o que no te informara de todo", y demostró su respuesta con mensajes de correo electrónico de 2014 y 2016 que corroboran sus declaraciones.

Una fuente de la BNE afirmó al diario El País que para conocer bien el asunto hay que remontarse al 24 de agosto de 2007, cuando la BNE denunció la desaparición de dos mapamundis de Ptolomeo, arrancados con un cúter de su obra Cosmografía, incunable de 1482. “Entonces se comprobó qué otros documentos había consultado el supuesto ladrón”. Entre ellos había visto en 2004 el Sidereus nuncius. “Se buscó el libro y se contaron las páginas, y como dio el mismo número de siempre, se pensó que estaba correcto; pero lo que no se comprobó es si ese era el verdadero o si era la copia”. De la investigación se identificó como responsable de los robos de 12 páginas con 19 grabados a César Ovidio Gómez Rivero, de 60 años, español de origen uruguayo residente en Argentina, que efectivamente había accedido a numerosos documentos valiosos entre 2004 y 2007 en la Sala Cervantes con carnet de investigador (ver aparte, sección Más claro... échale agua). A este espacio solo pueden entrar, tras un riguroso control, aquellas personas que acrediten ser investigador. Los dos mapamundis se recuperaron en Sidney y Nueva York posteriormente, pero la noticia de los robos ya le había costado el puesto a la entonces directora de la BNE, Rosa Regàs.

A raíz de lo sucedido, el actual ministro de Cultura y Deporte español, José Manuel Rodríguez Uribes, dispuso una reunión del Patronato de la Biblioteca Nacional, para el 31 de marzo de 2021 en la que analizarán "los protocolos de seguridad de la BNE con el propósito de tomar las medidas necesarias para su mejora”.

Lectura adicional: ¿POR QUÉ ES TAN VALIOSO EL LIBRO ROBADO DE LA BIBLIOTECA NACIONAL?
[Fuente: Redacción, El País]

Lima. En el Perú existen 1874 gobiernos locales, de los cuales sólo 477 cuentan con una biblioteca pública; es decir, el 75% de las provincias y distritos a nivel nacional no cumple con la Ley Orgánica de Municipalidades. Es por esta razón que la Biblioteca Nacional del Perú anunció la campaña “Más bibliotecas para el Perú” desde el pasado 9 de marzo. Con esta medida y en el marco del plan de acciones del Sistema Nacional de Bibliotecas, la institución busca promover y promocionar la creación de estos espacios y así reducir la brecha al acceso de la información. La iniciativa responde al compromiso de la Biblioteca Nacional del Perú de cumplir con dos grandes objetivos: sensibilizar a la población respecto de la importancia de contar con una biblioteca en cada provincia y distrito; y fomentar el compromiso de las autoridades regionales y locales para la creación de nuevos establecimientos y la mejora de los existentes.

Con esta campaña, la BNP no busca convertirse en un ente fiscalizador; por el contrario, la postura de la entidad es darle un soporte técnico y asesorar a los funcionarios y autoridades provinciales y distritales que también busquen revertir esta desalentadora realidad.

En el año de su bicentenario, la BNP ha dispuesto más de 30 proyectos que buscan la modernización de toda la institución y así mejorar la crítica situación en la que se encuentran los diferentes establecimientos públicos en el país. No sólo es alarmante que ninguno de los 24 departamentos cumpla con la referida ley; también es que parte de los 477 establecimientos públicos existentes no cuenta con una adecuada infraestructura o servicios que faciliten el desarrollo de la lectura y acceso a la cultura.

Cabe referir que la campaña “Más bibliotecas para el Perú” se realizará a nivel nacional e iniciará en departamentos como Puno y Tacna. Además, recibió la compra de libros más grande en la historia del país, que fue realizada por el Ministerio de Cultura, que consta de 169.500 libros para distribuir en las colecciones bibliográficas de sus diferentes jurisdicciones.
[Fuente: PressPerú]

Por Vicent Selva. Las bibliotecas son espacios que despiertan el interés de muchas personas por el contenido que alberga su interior. Sin embargo, hay que reconocer que también el propio edificio puede despertar la fascinación y convertirse en un elemento fundamental en la experiencia que supone la lectura y el aprendizaje. En esta línea, la firma Woods Bagot London Studio terminó recientemente el edificio de una biblioteca en un internado de niñas en Wiltshire (Reino Unido).

La biblioteca de dos pisos fue pensada como un centro de inspiración para el aprendizaje que motive a los alumnos y fomente la socialización junto con el estudio dedicado. Desde el exterior el edificio aparece como un pabellón rectangular de ladrillos rematado con un techo aparentemente separado hecho de madera y vidrio que evoca las ramas de los árboles extendidos. Desde su interior se visualiza tanto el jardín que la rodea como el resto de edificios centenarios que forman parte del complejo educativo.

Los ladrillos claros le dan a la biblioteca una sensación de solidez y complementa los edificios históricos cercanos. La escala general y los detalles también hacen referencia a la arquitectura existente, aunque la composición es deliberadamente contemporánea. En el lado noreste del edificio, un amplio cristal inunda el interior con luz natural y mejora la conexión entre el interior y el resto del campus.

Los espacios dentro del edificio de 660 metros cuadrados están diseñados para reflejar su función designada: “una recepción con interior dinámico; la planta baja destinada a ser animada para proyectos grupales con acceso directo al jardín adyacente a la biblioteca; y el nivel superior fue diseñado para un estudio individual más formal y enfocado”, señala el equipo de arquitectos.
[Fuente: Idealista/news]

Clic sobre cada imagen para agrandar

Frente exterior de la bilioteca.

Ordenadores y estanterías.

Detalles del techo.

Zonas de relax.

Mesas de estudio y lectura.

Sectores de estudio para grupos.

Por Ramón Alvarez. El avance de la tecnología puede hacer que algunos términos sean complejos o difíciles de entender debido a que no se pueden ver, sostener o tocar. Muchos entendemos la funcionalidad de un teléfono inteligente y sabemos que las aplicaciones móviles y sociales crecen a ritmo sostenido.

Existen nuevos conceptos en las tecnologías emergentes, como “ machine learning”, inteligencia artificial y automatización de procesos robóticos. Un término nuevo es blockchain que muchas organizaciones, medios y personas ya están usando; sin embargo, todavía existe una brecha sobre cómo es su funcionalidad, impacto y beneficios.

Un ejemplo simple de blockchain
Imagine que tiene un hijo en la universidad y le envía una mensualidad para cubrir sus gastos a través de una transferencia bancaria. Ésta generará dos registros de la misma actividad: un débito registrado en su cuenta bancaria y un crédito en la cuenta de su hijo, pero uno no puede ver el registro bancario del otro pues las instituciones bancarias mantienen libros contables separados en nombre de sus clientes y se aseguran que sean precisos y privados.

¿Y si no quiere que los libros sean privados? ¿Qué sucede si desea que tanto usted como su hijo tengan acceso a un solo libro de contabilidad con visibilidad de todas las transacciones? Eso se resolvía hasta hoy con la generación de una cuenta bancaria conjunta, pero ahora existen más opciones gracias a blockchain.

Siguiendo con el ejemplo, imagine que cada vez que envía una mensualidad, establece un “bloque” con la información de la transacción (fecha, hora, monto, etc.). Tanto usted como su hijo pueden ver el bloque, confirmando que el dinero fue enviado y recibido. No existirá la posibilidad de alegar que la transferencia nunca llegó, ya que el soporte de ambas cuentas existe y es visible.

Cada mes podrá colocar más bloques que formarán una “cadena” donde se crea un registro de todas las transacciones. Al pasar el tiempo, puede señalar la cadena, mostrar cuánto dinero pagó para la universidad y pedirle un retorno de inversión.

A grandes rasgos y con una analogía simple, esta es la forma en que funciona blockchain. Cada bloque es un registro de una transacción monetaria. La cadena es un libro contable compartido que es visible para partes que estén involucradas en cada una de sus múltiples redes o “nodos”. Cada nueva transacción se verifica por todos los nodos involucrados y, si es válida, se agrega a todas las copias del libro, es decir, se agrega un nuevo “bloque” a la “cadena”.

La cadena está protegida criptográficamente, por lo que nadie puede cambiar un registro una vez que se ha inscrito. Incluso, si encontrara una forma de evitar la criptografía, los registros son visibles para todos los miembros, lo que hace casi imposible cambiar un bloque sin que alguien lo note, aunque sí es posible establecer nuevos bloques.

Qué implica esto para las finanzas
Generalmente, los sistemas de contabilidad poseen una doble entrada de información que ayuda a construir las instituciones donde descansa el mundo financiero moderno. El concepto de intercambios y transacciones de todo tipo, incluidos dinero, productos básicos, acciones, préstamos y productos, requiere que cada participante rastree cada transacción utilizando su propio libro de contabilidad. La mayoría de las veces esto funciona, pero en ocasiones estos tienen información que no concuerda; lo que lleva a auditorías, desconfianza y un mayor escrutinio.

La diferencia con blockchain es que todas las partes usan el mismo libro de contabilidad, dando visibilidad a todos los participantes. En otras palabras, los libros nunca pueden estar fuera de sincronización cuando solo hay uno.

En resumen, este nuevo método para el mantenimiento de registros monetarios ofrece múltiples beneficios, tales como:

Aumento de la confianza transaccional: debido a la visibilidad que otorga, resulta más sencillo tener un proceso claro.
Reducción de fraude: por esa misma visibilidad resulta difícil, si no imposible, ocultar, tergiversar o eliminar transacciones monetarias o de otro tipo.
Reducciones de riesgos: con más confianza y fraude reducido, el riesgo empresarial también se minimiza.
Disminución de los costos de transacción y tiempos de procesamiento más rápidos: menos sistemas e infraestructura organizacional simplifican y aceleran todo el proceso de transacción, por menos dinero.
[Fuente: Entrepeneur]

Descubramos los aspectos clave de la construcción de las pirámides desde la extracción de las piedras de la cantera hasta su finalización.
Agradecemos el envio de este Video a Hugo López

En una plaza de la ciudad de Sofía, la alcaldía diseñó e instaló bancos que simulan libros abiertos. La idea es incentivar la lectura a través de un recordatorio físico. No creo que sean muy confortables, sí son imaginativos.

Raúl Escandar