Buenos Aires. El 3 de febrero pasado se cumplieron 25 años de existencia de la Sociedad Argentina de Información. Es bueno recordar hoy que la SAI se instaló en el ámbito bibliotecario en momentos donde no había casi actividad o emprendimiento de capacitación en todo el país. Es entonces cuando se insertó con una amplia oferta de cursos y ateneos presenciales que pronto cambiaron a modalidad “electrónica”. Fueron famosos los simposios electrónicos que se realizaron sobre distintos temas muy adecuados para la época, cuando recién se vislumbraba en el país el trabajo con el formato MArC (MAchine readible Cataloguing) y otros tantos.

Los cursos y simposios se llamaban electrónicos porque se realizaban a través del correo electrónico, único medio existente en ese entonces para transmitir textos y archivos. Con el transcurso del tiempo todo ha cambiado muchísimo y ha fascinado hasta al más desprevenido. Sin ir más lejos, en estos dos últimos años los bibliotecarios han visto y han participado del crecimiento --en número y en calidad-- de congresos, seminarios y debates a través de las “ventanas” audiovisuales que facilita internet hoy.

Luego vinieron las publicaciones de la SAI, como este boletín; se abrieron nuevos departamentos (Museología, Cinematografía, Metodología) que ampliaron los horizontes de los profesionales dedicados a esas temáticas. También se ofrecieron nuevos servicios que aún persisten en el sitio web e incluso se inauguró una emisora de RADIO DIGITAL para acompañar a los bibliotecarios con música tranquila y sin alteraciones, con la idea de ser una compañía que no molesta pero que está presente.

El desarrollo exponencial que han tenido las asociaciones locales durante la pandemia hizo que la SAI se dedicara a adherir y a acompañar esos impulsos y desafíos, de allí que frenó sus actividades a distancia desde hace un tiempo para dar lugar a las expresiones de los bibliotecarios en cada provincia o región. Pero en su seno la SAI continúa trabajando e investigando para ofrecer siempre algo distinto y de calidad a sus seguidores; no exenta de trabas y de sinsabores que lógicamente se han presentado en tantos años, pero que supo sortear con el objetivo de ofrecer muchos servicios por lo general libres y gratuitos. Es por esta razón que levantamos la copa en este aniversario para agradecer a TODOS los que nos han acompañado, ayudado y enseñado en algún momento de estos 25 años.

A todos ellos ¡salud! [Fuente: El equipo de la SAI]

Buenos Aires. En el mes de abril próximo comenzará la Diplomatura en Bibliotecas Parlamentarias, un convenio firmado entre la Biblioteca del Congreso de la Nación y el Departamento de Ciencia de la Información de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata. El lanzamiento se hizo en el mes de febrero con un éxito tal que ya no hay más cupos para inscribirse en esta capacitación. Para la inscripción se privilegió a quienes ya se desempeñan en bibliotecas legislativas.

La diplomatura estará orientada a la actualización profesional de bibliotecarios de todo el país para profundizar acerca de los servicios bibliotecarios parlamentarios y temas de actualidad. La modalidad de las clases será virtual y tendrá una duración de seis meses. El trayecto prevé un enfoque latinoamericano entre sus módulos y, además de expertos en el campo, contará con la presencia de referentes destacados de las bibliotecas parlamentarias de la región. [Fuente: Prensa BCN]

Córdoba. La Federación Internacional de Asociaciones Bibliotecarias e Instituciones (IFLA, por su sigla en inglés) incorporó recientemente el programa de extensión de la Biblioteca de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) a su MAPA internacional de proyectos que cumplen con los objetivos de desarrollo sustentable (ODS) promocionados por ella misma.

Se trata de “¡Piedra libre para la Biblio! Lee, descubre, vuela...” proyecto que Eliana Abraham, Soledad Godoy y Jimena Moyano, liderado por Mariela Rodríguez, bibliotecarias de la UCC, llevaron a cabo en 2019. El área de Comunicación y Extensión Bibliotecaria del Sistema de Bibliotecas de la UCC decidió centrarse en el apoyo a los niños vulnerables como parte de un proyecto de responsabilidad social, creyendo que proporcionar a los niños el acceso a la lectura, la pintura, el juego y las actividades recreativas inspira la imaginación y mejora la creatividad, y marcará una diferencia duradera. Esta creencia está respaldada por las investigaciones que confirman que los niños pequeños que experimentan un mejor desarrollo de las capacidades lingüísticas, cognitivas, motoras y socioemocionales tienen más éxito en la edad adulta.

“La IFLA incorporó nuestra historia de ODS al MAPA IFLA, siendo sólo cinco las instituciones de Argentina las que fueron aceptadas hasta el momento. Estamos muy contentos porque nuestra historia de ODS nos posiciona en la primera biblioteca universitaria de nuestro país en participar de este mapa de ODS”, dijo Mariela Rodríguez a esta redacción.

La metodología que desean implementar es convocar a escuelas y entidades interesadas con niños de edad preescolar o escolar inicial a que conozcan una biblioteca, que participen en un taller de arte; luego ofrecerles la lectura o narración de un cuento, una intervención artística, merienda y dibujos o collages. Finalmente se obsequian libros para la escuela participante. La idea es realizar esta actividad durante el segundo trimestre de cada año, preferentemente el 23 de abril, fecha del Día Internacional del Libro. “Estamos esperando retornar a la normalidad y cuando termine la pandemia poder reactivar el programa y convertir a esta actividad en un proyecto de responsabilidad social”, finalizó Rodríguez.
[Fuente: UCC]

Tiene un edificio excepcional con una infraestructura arquitectónica de más de un siglo. Integra el sistema de bibliotecas públicas de Rosario, provincia de Santa Fe.
[Fuente: Laura Pérez Diatto]

Madrid. El 14 de enero pasado, la Biblioteca Nacional de España (BNE) presentó a MEMORIA SONORA, el portal oficial de podcasts que acerca a los interesados a sus colecciones menos conocidas: sus voces, sus músicas y sus sonidos. La BNE recupera así el arte de la escucha, el espacio de intimidad y cercanía que siempre ha generado la radio, pero ahora en formato podcast para ser disfrutado en cualquier momento y lugar.

Memoria sonora es un nuevo canal de la BNE adaptado a la realidad de la comunicación en línea: una comunicación a la carta, con voces que acercarán a todo el que tenga curiosidad a los lugares más desconocidos y sorprendentes de la Biblioteca y darán a conocer lo que ocurre entre sus paredes, en sus depósitos y salas. Entrevistas, crónicas, radio ficción… diferentes formatos que permitirán descubrir sus tesoros en el trayecto de camino al trabajo, en casa, practicando deporte o dando un paseo.

En Memoria Sonora se pueden escuchar a autores del pasado y a expertos del presente. Haciendo uso del magnífico repositorio de información que es en sí el fondo de la BNE, se potenciará y dará a conocer el archivo sonoro y el Archivo de la Palabra, de manera amena y para todos los públicos. Pero también se escucharán sonidos de la biblioteca: las sillas del salón de lectura, los pasos en los depósitos y más. Habrá lecturas dramatizadas, reportajes monográficos y conversaciones con los comisarios de las exposiciones. El podcast será quincenal y se emitirá cada viernes a través de SPOTIFY y el repositorio de Archivos Sonoros de la BIBLIOTECA DIGITAL HISPÁNICA.

Más adelante, entre otros contenidos, se tratará la colección de literatura epistolar de la BNE, la colección de recetarios antiguos, la colección efémera, la de teatro del Siglo de Oro, y se hablará de la edad oscura digital, de los cómics y de los orígenes del periodismo.
[Fuente: Prensa BNE]

Montevideo. En un proyecto que podría facilitar el análisis informático de los trabajos de investigación de todo el mundo, un tecnólogo estadounidense puso en línea un gigantesco índice de palabras y frases cortas contenidas en más de 100 millones de artículos de revistas, incluidos muchos de pago.

El catálogo, que se publicó el 7 de octubre pasado y es de uso gratuito, contiene tablas con más de 355.000 millones de palabras y fragmentos de frases listados junto a los artículos en los que aparecen. Se trata de un esfuerzo por ayudar a los científicos a utilizar programas informáticos para extraer información de los trabajos publicados aunque no tengan acceso legal a los documentos subyacentes, dice su creador, Carl Malamud. Ha publicado los archivos bajo los auspicios de Public Resource, una corporación sin ánimo de lucro fundada por él en Sebastopol, California.

Malamud afirma que, como su ÍNDICE GENERAL, como así lo llama, no contiene el texto completo de los artículos sino sólo fragmentos de frases de hasta cinco palabras, su publicación no infringe las restricciones de derechos de autor de los editores sobre la reutilización de artículos de pago. Sin embargo, un experto jurídico afirma que los editores podrían cuestionar la legalidad de cómo Malamud creó el índice en primer lugar.

Algunos investigadores que han tenido acceso prioritario al índice dicen que es un avance importante para ayudarles a buscar en la literatura mediante el procedimiento conocido como minería de textos. Gitanjali Yadav, bióloga computacional de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), que estudia los compuestos orgánicos volátiles emitidos por las plantas, dice que pretende peinar el índice de Malamud para elaborar análisis de las sustancias químicas vegetales descritas en los artículos de investigación de todo el mundo. "No hay forma de que yo -o cualquier otra persona- analice o mida experimentalmente la huella química de todas y cada una de las especies vegetales de la Tierra. Gran parte de la información que buscamos ya existe, en la literatura publicada", afirma. Pero los investigadores se ven limitados por la falta de acceso a muchos trabajos, añade Yadav.

El proyecto de Malamud es su última aventura en una carrera dedicada a la publicación de información bloqueada para su libre acceso en línea, a menudo enfrentándose a desafíos legales. Al principio se centró en la publicación de información jurídica y financiera producida por el gobierno. Pero más recientemente ha centrado su atención en la apertura de la literatura científica.
[Fuente: Scielo México]

Montevideo. Gracias al convenio firmado con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, se iniciaron las obras de refacción y restauración de la fachada de la Biblioteca Nacional uruguaya, a cargo del estudio de arquitectura Collet Lacoste.

[Agradecemos a Hugo López por enviárnoslo]

Idaho (Estados Unidos). Dillon Helbig, un niño de 8 años de esta ciudad, escribió y dibujó un libro que decidió dejar en una biblioteca comunitaria para que otras personas lo leyeran. Lo que el pequeño ni su familia esperaban era que su creación se volvería un éxito entre los lectores del establecimiento.

En la Navidad pasada, el menor terminó de crear una historia de 81 páginas que describe su travesía por el Polo Norte, adonde llegó por la estrella del árbol de Navidad. Según se puede ver en la portada de la obra, ésta se llama Las aventuras de Navidad de Dillon Helbig.

Durante una visita a la Biblioteca Comunitaria de Ada, adonde fue con su abuela, el niño dejó su creación en la sección de cómics. “Quería poner mi libro en el centro de la biblioteca desde que tenía 5 años […] porque siempre sentí amor por los libros y las bibliotecas”, dijo el pequeño en conversación con los medios.

Al llegar a casa, Dillon le contó a sus padres lo sucedido. Su madre, bastante angustiada, llamó al local preguntando por el libro para ver si lo podían recuperar. Alex Hartman, el director de la biblioteca, le dijo que el libro era tan bueno que había decidido ingresarlo en su catálogo. Además, le otorgaron al niño el primer “Premio Whoodini” al mejor novelista joven, un galardón creado solo para él.

Por otra parte, se anunció que se harán copias del libro, por el que ya hay una lista de espera.
[Fuente: NBC News]

El pasado 15 de noviembre se cumplió medio siglo de la creación del primer microprocesador comercialmente disponible: el Intel 4004. Comercialmente disponible significa que cualquier fabricante de calculadoras podía ir y comprar uno de estos dispositivos y usarlo en sus máquinas. Las computadoras, los celulares y una internet accesible arrancó con una calculadora. La firma japonesa Busicom le había pedido a Intel el diseño para una nueva calculadora de escritorio. A la firma estadounidense se le ocurrió una idea brillante y aquí estamos, medio siglo después y con un mundo que no tiene nada que ver con el de entonces en casi ningún sentido que quieran plantearse. Todos estos inventos son los derivados de uno en particular: el microprocesador, cerebro electrónico o CPU, por sus siglas en inglés.

La historia es conocida pero en esencia ocurrió así: a un ingeniero de Intel llamado Marcian Hoff se le ocurrió integrar en un solo chip todos los circuitos que hacían a una calculadora de escritorio. Esto reduciría el tamaño del equipo y aceleraría la comunicación entre los diversos componentes. Para poner en práctica esa idea emplearon una tecnología que el ingeniero Federico Fagin había desarrollado en la compañía Fairchild, de donde provenían los fundadores de Intel: Robert Noyce (que había cofundado Fairchild e inventado el circuito integrado) y Gordon Moore (el autor de la Ley de Moore). Como suele ocurrir, lo del CPU fue algo más bien insignificante al principio, porque la compañía tenía centrado su negocio en los chips de memoria. En todo caso, lograron establecer un método práctico, escalable y confiable para fabricar un chip que cabía en la palma de la mano, pero que era una calculadora completa. Parece normal. Pero hace medio siglo no era ni remotamente así.

El cerebro electrónico, que está cumpliendo medio siglo (nació el mismo año que el email), es una implementación de nuestra capacidad de reducir el tamaño de los componentes hasta límites que desafían la comprensión cotidiana de las cosas. Pero la miniaturización ha sido tan brutal que estas tecnologías están llegando a un límite más allá del cual los átomos se desvanecen en subpartículas. Como consecuencia, la industria está pensando, por un lado, en cómo estirar la idea del CPU tradicional, fabricado de silicio y cobre, y, por otro, en nuevas formas de cómputo. No sabemos con exactitud cuáles serán esas nuevas modalidades. La que más suena hoy es la computación cuántica, que usa alguna de las propiedades cuánticas para representar valores, de un modo análogo a como usamos los semiconductores para representar unos y ceros. Pero también se están investigando cosas mucho más exóticas, como la computación mediante bacterias o ADN.
[Fuente: Ariel López]

El 16 de diciembre pasado Chile se convirtió en el primer país de Latinoamérica en encender el 5G para operaciones comerciales a nivel nacional. De esta forma el Gobierno de Chile y los operadores de telecomunicaciones Movistar, Entel y WOM lanzaron oficialmente y activaron la red 5G (quinta generación). Los abonados de esas empresas ya pueden disfrutar de la nueva tecnología y de esta forma acceder a internet móvil de alta velocidad en algunas zonas del país, incluyendo a la capital, Santiago de Chile.

En el caso de la filial de Telefónica, la operación de Chile es la primera de Hispanoamérica en habilitar la quinta generación. En marzo de 2022 Movistar contará con presencia de 5G en las 16 regiones del país. El plan contempla el despliegue de más de 1.500 radiobases. Por el lado de Entel Chile, todos sus clientes de pre y pospago que tengan terminales 5G habilitados (hoy suman unos 47.500) podrán acceder a la tecnología en 33 comunas de la Región Metropolitana. Los anuncios de Telefónica y Entel se dieron en el marco del anuncio oficial de inicio de 5G en Chile, del que participaron el presidente Sebastián Piñera, la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, y las compañías adjudicatarias del Concurso 5G.
[Fuente: Convergencia]

Un recorrido a pie a través de los edificios y monumentos más importantes de la antigua Roma imperial, por Manuel Bravo
Agradecemos el envío de este video a Hugo López