SITBA
Se conformó el Sindicato de Trabajadores Bibliotecarios de la Argentina
Buenos Aires. El acto constitutivo del SITBA-CTAA, que agrupa a trabajadores y trabajadoras de bibliotecas de todo el país, se llevó a cabo en la sede nacional de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA) de la Ciudad de Buenos Aires y contó con la participación, de manera presencial y remota, de un gran número de trabajadores del sector de casi todas las provincias del país. La asamblea, realizada conforme a las normas vigentes, decidió por unanimidad la creación del sindicato, eligió autoridades y presentó el pedido de inscripción gremial al Ministerio de Trabajo.
Norma Cancino, nombrada secretaria general de SITBA-CTAA, se mostró emocionada por la decisión de ser parte de la organización del sector y expresó: “Somos una porción pequeña dentro de los sindicatos de la educación o en las entidades estatales e incluso en las universidades y entidades académicas, pero nuestros derechos y necesidades siempre quedan relegados y con suerte son las últimos en resolverse”. La dirigente agregó que “dentro del ámbito de la educación, estamos obligados a realizar tareas que no corresponden, que no están en el estatuto y no tenemos ley ni marco legal que ampare nuestras funciones.
Los objetivos del sindicato tenderán a lograr el respeto a la profesión, su idoneidad y terminar con los nombramientos “a dedo” en estos cargos por “amiguismo” dentro de las entidades. En la asamblea destacaron también su alcance nacional y que “estar en la CTAA es muy importante porque es una central obrera que marca una diferencia sobre el resto de las organizaciones por su autonomía”.
Daniel Jorajuría, secretario gremial nacional de la CTAA, coordinó la asamblea y señaló la presencia de más de 60 compañeros de todo el país y afirmó que “la Central respalda la decisión de conformar un nuevo sindicato que permita la defensa de sus derechos con pleno ejercicio de la democracia sindical y la participación colectiva”.
El dirigente resaltó además el momento difícil que viven las y los trabajadores “donde prevalece la precariedad laboral y la informalidad con salarios de pobreza. Y que este colectivo hoy constituido nos elija es un gran desafío y nos da mucha satisfacción y verdadero orgullo”, concluyó.
[Fuente: CTAA]
ARCHIVO Y BIBLIOTECA ESPECIALIZADA EN LA INMIGRACIÓN DE HABLA ALEMANA
Centro DIHA: todavía no cumplió 10 años y ¡ya es grande!
San Martín (Buenos Aires). Mónica Bader es una argentina descendiente de alemanes. Durante muchos años se desempeñó en la Biblioteca del Instituto Goethe de Buenos Aires, donde recibía asiduamente consultas sobre los inmigrantes alemanes y su desempeño en el país. Venían desde Alemania para escribir sus tesis o investigaciones. Ella fue armando una carpeta con datos, direcciones y contactos, y así los derivaba a instituciones específicas. Fue advirtiendo que faltaba una biblioteca especializada en ese tema y decidió ayudar a crearla. Desde hace casi una década está vinculada con el Centro de DOCUMENTACIÓN DE LA INMIGRACIÓN DE HABLA ALEMANA (DIHA), un archivo y biblioteca que se especializa en la recuperación documental de la inmigración de habla alemana en el país.
¿Cómo es que participaste de la creación del Centro DIHA?
En el 2011 nos reunimos con la Dra. Regula Rohland de Langbehn, la fundadora del Centro, para armarlo y entrever los mecanismos para su concreción. Ella había coleccionado libros y documentos que tratan sobre los inmigrantes de habla alemana en la Argentina. Con el tiempo se fueron sumando a esas reuniones otros interesados y en 2013 se armó una asociación civil sin fines de lucro que obtuvo personería jurídica en 2018. Trabajar en “el Goethe” despertó mi interés por la bibliotecología. Hasta entonces no tenía idea de lo que es un archivo. Muchas veces digo “menos mal que existe la inconsciencia” porque de lo contrario no sé si me hubiera metido en este baile… el cual me encanta y todos los días me trae nuevos desafíos, mucho aprendizaje y descubro nuevos temas sobre esta inmigración, más allá de lo que viví como descendiente de alemanes.
¿Cómo funciona el Centro DIHA?
Nuestra entidad está vinculada con la Universidad Nacional de San Martín. En 2014 firmamos un convenio para contar con un espacio físico y el apoyo técnico de su Biblioteca Central en temas de catalogación y organización de un repositorio para nuestros archivos en internet. La idea no es tener todo el material sobre la inmigración en nuestro archivo, sino evitar que vaya a la basura y es por este tema que estamos trabajando también en armar una red con personas o instituciones del interior que nos ayuden a “federalizar” nuestro objetivo: preservar parte de la historia de los alemanes en la Argentina y fomentar investigaciones sobre temas puntuales aún no tratados, saber dónde está el material o facilitarnos contactos.
¿Con qué acervo cuentan?
Tenemos todo tipo de materiales además de libros: revistas, calendarios, anuarios, folletos, afiches, documentación personal, libros de actas, periódicos, etc. Con las donaciones vamos armando un fichero de inmigrantes. Aceptamos cartas, fotos, memorias y árboles genealógicos, por ejemplo, tanto en papel como en versión digital.
Por ser un archivo de apenas 7 años damos mucha importancia al acopio de materiales, haciendo campañas como “¡No lo tires!”. Muchas entidades de habla alemana están cerrando (como la Institución Cultural Argentino-Germana, que cerró en 2015, o la Sociedad de Socorros a enfermos Deutscher Krankenverein en 2020) y tampoco quedan librerías alemanas.
¿Quiénes son los usuarios y qué tipo de consultas hacen?
Las consultas son muy variadas y pueden ser desde temas sobre pintores alemanes radicados en la Argentina, asociaciones que no existen más, teatro alemán de determinado período, hoteles o gastronomía, aniversarios de colegios, historia de empresas alemanas, inmigraciones regionales o la evolución del idioma alemán según sus grupos étnicos (sudetes, suabos del Danubio o alemanes del Volga) hasta fotos para un documental o programas de TV. También vienen muchos usuarios con interés en sus propios orígenes. Estas consultas aumentan llamativamente en los períodos de crisis, donde la gente quiere emigrar al país de sus ancestros. Pero también hay europeos que buscan por distintos motivos a familiares que emigraron o a sus descendientes.
¿Y en el archivo?
El archivo comprende fondos particulares de personalidades de la cultura, pero también sobre personas comunes que ayudaron a levantar el país con su trabajo o profesión. Los fondos de instituciones culturales argentino-germanas, mutuales de socorro a enfermos, iglesias y colegios, completan la información sobre las actividades de esta comunidad. La inmigración alemana y sus descendientes se calcula en un 2% de la población argentina. Es increíble descubrir las huellas que dejaron nuestros antepasados en muchos ámbitos. Datos como que en algún momento hubo más de 100 diarios editados en alemán (de los cuales queda uno solo activo) y que hubo ocho escuelas alemanas en La Pampa (sobre 200 en todo el país) dan cuenta del movimiento migratorio.
¿Cuántas personas trabajan?
Este año somos cuatro empleados: un bibliotecario, Federico Engler (que está catalogando los cerca de 3000 libros de la colección); un historiador, Ezequiel Andres (que se ocupa de dar acceso público vía AtoM de los archivos donados en nuestra página digital; y una encargada que atiende las consultas de investigadores, selecciona o recibe donaciones, difunde las actividades del Centro y colabora en las búsquedas genealógicas), que vengo a ser yo (ríe). Además contamos con una restauradora, María Pardo, que se encarga de reparar para su preservación el material que recibimos. Todos liderados bajo el trabajo atento y voluntario de nuestra directora académica, Regula Rohland de Langbehn.
¿Pensás que los investigadores o interesados prefieren internet antes que asistir al centro documental?
Nuestros usuarios son investigadores del exterior y del interior del país, con lo cual es una ventaja la digitalización para un primer acercamiento; pero muchos necesitan ver los documentos en papel, en muchos casos originales y únicos. Notamos que no solo las distancias son un problema, que se acortan con lo digital, sino también el desconocimiento del idioma para abordar las investigaciones.
[Fuente: Redacción]

Federico Engler, bibliotecario, y Ezequiel Andres, historiador.
EXPOSICIONES DE BIBLIOTECAS
¡Lea Vd. estos libros! Cultura impresa (1900-1930)
Buenos Aires. La muestra organizada por la Biblioteca Nacional recorre las vicisitudes que se dieron en los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX con la aparición de nuevos diarios, revistas y editoriales de distinto tipo.
Nuevos hábitos de lectura y escritura fueron desarrollados por sectores cada vez más vastos, más plurales y más heterogéneos. Sin abandonar sus espacios tradicionales, la lectura se desplazó lentamente al espacio público y se puso al alcance de todos. La exposición ¡Lea Vd. estos libros! Cultura impresa (1900-1930) pretende reconstruir esa trama de nuevos lectores y objetos impresos y, al mismo tiempo, dar cuenta del lugar preponderante que tuvieron algunos sujetos sociales como los imprenteros, libreros y, finalmente, los editores, figuras novedosas que en esta etapa se consolidaron como hacedores fundamentales de la cultura impresa argentina.
Se puede visitar hasta el 19 de agosto en las salas María Elena Walsh y Leopoldo Lugones de la Biblioteca Nacional de lunes a viernes de 9 a 21 hs. También se puede acceder al CATÁLOGO desde aquí.
[Fuente: BNMM]
CHILE: desde Santiago
Webinar: Focusing on future of scholarly communication.
Traducción simultánea al español
Biblioteca Hernán Santa Cruz de la CEPAL y University College London.
a las 9 (hora chilena), 10 (hora argentina).
Actividad gratuita.
Sitio web
Formulario de inscripción
Correo electrónico
[Fuente: Juan Pablo Gorostiaga]