Andrea Peroceschi es abogada y especialista en educación superior. Fue designada recientemente como directora de la Escuela Nacional de Bibliotecarios, institución señera que forma profesionales desde 1956. Dueña de una extraordinaria dulzura, nos recibió en su despacho de la calle Agüero 2502 para contestar las siguientes preguntas.

La afluencia de estudiantes a la Escuela ¿aumenta o disminuye con los años?
El ingreso de estudiantes a la Escuela ha tenido un incremento importantísimo en el año 2021. Ese año se inauguró la oferta de la carrera con modalidad presencial “mediada por tecnología”, lo que implicó un aumento del 150% de la matrícula anual promedio que tenía la Escuela. Ese primer año hubo más de 3000 inscriptos, de los que fueron seleccionados 90, y así año a año, desde esa fecha.

¿Qué modalidad de cursada tiene la Escuela? ¿Cambió algo a partir de la pandemia por COVID-19?
Si, la pandemia lo cambió todo. Así, con el lanzamiento de las clases virtuales, la Escuela dio un giro importantísimo, tanto en matrícula como también en herramientas tecnológicas y necesidad de competencias docentes. En la actualidad mantenemos dos modalidades: la presencialidad completa, para los ingresantes 2024 que viven en el AMBA, y la presencialidad mediada por tecnología (clases sincrónicas virtuales) para los estudiantes que viven en las provincias.

¿Proyecta hacer alguna modificación en el programa de estudios?
Actualmente en la Escuela se gestionan dos planes de estudio: el de 2002 cuyo título es “Bibliotecario Nacional”, tiene vigencia hasta fin de 2024. Mediante un plan de transición se ofrece la posibilidad a los alumnos del traspaso al plan nuevo, que otorga el título de “Técnico superior en Bibliotecología”. Este último plan que es más actual, comenzó a implementarse en el 2021. En lo personal, hay algunas cuestiones que modernizaría. Es una conversación aún pendiente con la dirección de la Biblioteca. Hay muchas cuestiones que se pueden implementar sin necesidad de modificar el plan que cuenta con validez nacional otorgada por el ex Ministerio de Educación.

¿Qué relación tiene usted con los libros o las bibliotecas?
Bueno, hoy día convivo con ellos, entre ellos. Estoy inmersa en un mundo de libros y bibliotecas y es un honor para mí vivir esta experiencia. Mi primer trabajo como abogada fue en la biblioteca de un gran estudio jurídico en la ciudad de Buenos Aires, y me apasionó el lugar. Ahí comprendí el valor inmenso que tiene la bibliotecología para todas las profesiones. El bibliotecario en ese entonces asesoraba a los abogados en sus búsquedas.

¿Qué opinaría si un profesional de la bibliotecología le cuestionara su designación, siendo que usted no tiene estudios en la materia?
Yo conduzco una institución de educación superior como es la Escuela Nacional de Bibliotecarios, creada y regulada bajo el ámbito de la Ley de educación superior. Mi formación abarca estudios jurídicos, notariales pero sobre todo en administración de la educación superior. Hace más de 20 años que me dedico a ella en varias instituciones educativas. Cuando me convocaron desde la Biblioteca Nacional, lo hicieron por la necesidad que tenía la Escuela de organización institucional, de herramientas de gestión, de organización de una institución educativa de nivel superior, de creación de piezas reglamentarias fundamentales para hacer posible la gestión, de institucionalización de las prácticas docentes y educativas en general. Sin perjuicio de ello, trabajo rodeada de bibliotecarios. Los docentes de las asignaturas troncales son bibliotecarios y creo en el trabajo en conjunto. Con mi formación, experiencia y gracias al trabajo interdisciplinario, la Escuela cuenta con recursos humanos competentes en educación, en gestión educativa y también en bibliotecología.

¿Cómo planifica el presente año lectivo?
Siempre se plantea desde mediados hacia fines del año anterior. El calendario académico 2024 está armado y publicado en el sitio web de la Biblioteca, en el página destinada a la Escuela desde octubre de 2023. Sin dudas este año se verá atravesado por el retorno de la presencialidad completa en primer año.

¿Pueden estudiar alumnos con capacidades diferentes?
Si, por supuesto. Es una carrera que, por sus características, es inclusiva. Al contar con la matrícula que tenemos nos da posibilidad de atender casos particulares y acompañarlos en la medida de nuestras posibilidades.

¿Hay muchos inscriptos del interior del país?
Este año fueron 3796 los inscriptos de las provincias. Son muchas personas con interés. La Tecnicatura Superior en Bibliotecología de la Escuela Nacional de Bibliotecarios es la única gratuita que se dicta en todo el país gracias a la virtualidad. De la cantidad total de inscriptos intentamos que haya al menos dos inscriptos por provincia para que puedan ayudarse por la cercanía. En el 2021 y 2022 se le dio prioridad de ingreso a las personas que estaban trabajando en bibliotecas o unidades de información, pero desde el 2023 ya liberamos ese condicionante.

¿Qué ventajas tiene estudiar en la Escuela con respecto de las propuestas de otras instituciones?
La ventaja que tiene estudiar en la Escuela es que la institución está inmersa en la estructura de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Aquí, podemos enriquecer la carrera desde todo punto de vista. El material, los procesos, los profesionales, la posibilidad de realizar las prácticas, la afluencia de usuarios, todas las áreas de la Biblioteca Nacional colaboran en la formación de nuestros alumnos. Es más, la mayoría de las asignaturas tienen docentes que son profesionales de la Biblioteca Nacional. Esa cantidad y calidad de recursos completamente disponibles, hace la diferencia.

¿Tienen prácticas profesionales los alumnos?
La carrera tiene tres asignaturas prácticas que los estudiantes pueden realizar en la Biblioteca Nacional. El primer año se les enseña práctica en procesos técnicos, en el segundo, práctica en sistemas informáticos y en el tercero, práctica en microfilmación y digitalización. Las conducen docentes que son los responsables del área respectiva.
[Fuente: Redacción]

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Buenos Aires. Un identificador persistente es una infraestructura primaria para la representación, formalización, circulación y operación del conocimiento científico que ofrece mecanismos para la identificación inequívoca, persistente y funcional de los componentes que intervienen en las prácticas de investigación y comunicación científica. Dicho de una manera más simple, son referencias duraderas y no ambiguas a recursos digitales.

A diferencia de los identificadores uniformes, como URL o URI, que pueden romperse, los identificadores persistentes no cambian con el tiempo y apuntan siempre a una misma entidad u objeto digital.

Las revistas científicas utilizan desde hace años identificadores persistentes para sus artículos. El más conocido es el DOI (digital object identifier). Éste se ha transformado en un estándar en el mundo científico. Está gestionado por la DOI Foundation y normalizado por ISO 26324:2012. Varias agencias en el mundo se encargan de su registro y asignación, siendo Crossref y DataCite las principales. Otros identificadores conocidos en el mundo académico son el Handle, el PURL y el ARK, que junto al DOI son los cuatro identificadores persistentes reconocidos por la IFLA.

En el año 2018 en el Centro Argentino de Información Científica y Tecnológica (CAICYT-CONICET) se empezó a desarrollar un identificador para artículos científicos basado en el ARK, a raíz de la imposibilidad de costear el DOI. ARK-CAICYT hoy constituye una plataforma de servicios para la asignación de identificadores persistentes gratuitos para todas las revistas argentinas que lo soliciten. Es una experiencia piloto y está orientada a garantizar los medios para la identificación de recursos en el campo de la comunicación científica argentina.

En la actualidad ya son más de 100 revistas argentinas las que cuentan con el ARK-CAICYT para identificar sus artículos científicos y ya fueron asignados más de 4.000 identificadores.
MÁS INFORMACIÓN
[Fuente: Carlos Authier, Carolina de Volder]

Buenos Aires. La Biblioteca del Congreso de la Nación estrena prestación: se trata del préstamo a domicilio de determinados libros de su acervo.

[Fuente: Prensa BCN]

Atendiendo a razones de índole educativas, sociales y recreativas, el servicio ofrece la oportunidad de retirar un libro por persona. La extensión del préstamo es por 15 días y se podrá retirar de uno en uno cuantos libros el usuario desee. Para conocer qué libros están disponibles para este tipo de prestación, el interesado deberá ingresar al CATÁLOGO BIBLIOGRÁFICO de la biblioteca, colocar un parámetro de búsqueda (autor, título, etc.) y filtrar por “colección Préstamo al Público (domicilio)”. La entrega de las obras se hace efectiva en Hipólito Yrigoyen 1768, Buenos Aires, de lunes a viernes de 9 a 17.

Córdoba. Organizada por el Colectivo Basta Biblioclastia y el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Córdoba, el pasado 11 de abril dio comienzo una nueva cátedra libre virtual sobre “Lectura, acceso equitativo al conocimiento y derechos humanos”.

El objetivo principal de la cátedra es el de avanzar en una propuesta de formación que permita analizar y proponer acciones para el disfrute del conocimiento, en especial para las infancias y juventudes. Del mismo modo, se propone ofrecer elementos -teóricos y prácticos- para resistir a la biblioclastia por medio de acciones de identificación, valoración y construcción colaborativa en el desarrollo cultural de la ciudadanía.

Son sus objetivos específicos: sensibilizar sobre el acceso al conocimiento como un derecho universal de toda la humanidad; desandar conductas sociales que atentan contra el acceso equitativo al conocimiento; proveer a los participantes de herramientas conceptuales que permitan identificar, analizar e interpretar aquellos hechos que constituyan incidentes biblioclásticos como es la destrucción de libros, la censura, la persecución, la afectación de quienes trabajan con el conocimiento, la destrucción de los espacios que los almacenan y conservan, entre otros. El equipo docente está formado por: Juan Pablo Gorostiaga, María de los Ángeles Jaimes Rondine y colaboradores.
[Fuente: Juan Pablo Gorostiaga]

ESTA ES MI BIBLIOTECA

Proyecto Libros en Movimiento de la Biblioteca del Docente

Buenos Aires. La Biblioteca del Docente realiza múltiples actividades para las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires. Aquí presenta las características de un programa que se desarrolló durante el año pasado y que continuará en 2024. Está situada en Avenida Entre Ríos 1349 y estos son sus teléfonos: 4305-7202/7204/7219.
[Fuente: Redacción]