Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales  | 
    
 Volumen 10, nº 2 (2012)  | 
    
| Información y complejidad: los sistemas globales y las redes de comunicación | 
    
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         por Diego Gabriel Lingeri  | 
    
Universidad Nacional del Centro de la Provincia  de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Sociales y Facultad de Derecho  | 
    
| Resumen | 
La propuesta de este trabajo es analizar  críticamente una configuración social contemporánea: los sistemas de comunicación en red desde una perspectiva global  compleja. En este sentido, teniendo en cuenta ciertos límites y criterios,  el texto pretende integrar algunas miradas debatidas en el seminario del  doctorado en Comunicación Social “Aproximaciones al campo comunicacional:  subjetividad, cultura masiva y configuraciones sociales contemporáneas”, de la  Universidad Nacional de La Plata y articularlas en un espacio común que las  sintetice: información y complejidad. Así, se trabajará sobre tres ejes: uno  histórico-epistemológico de la comunicación, la noción de sistemas (con el  agregado de la complejidad) y la tecno-comunicación.  | 
    
| Palabras clave | 
| Comunicación, información, sistemas, complejidad. | 
| Information and complexity: global systems and communication networks | 
| Abstract | 
The proposal of this paper is to analyze and criticize a contemporaneous social configuration: web communication systems on a global complex perspective. The text meaning, with its limits and criteria, is to integrate some points o view debated at the Phd. seminary on Social Communication “Approximations to communicational field: subjectivity, mass culture, and social contemporaneous configurations” at La Plata National University and articulate them in a synthesized common space: information and complexity. There are three axis in this work: one for communication’s history and epistemology, the notion of systems (with complexity) and techno-communication.  | 
    
Key words  | 
    
| Communication, information, systems, complexity. | 
    
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| Recibido: 10 de agosto de 2012 | 
    
| Aceptado: 3 de septiembre de 2012 | 
| Para citar este artículo: Rev. Arg. Hum Cienc. Soc. 2012; 10(2). Disponible en internet: http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v10_n2_02.htm | 
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| Introducción | 
Una mirada histórica, la emergencia del enfoque sistémico en comunicación La  emergencia del campo de la comunicación social, con los primeros estudios de  medios masivos, puso su atención sobre los mensajes y la recepción de dichas  comunicaciones. Las nociones que fundaron este tipo de estudios se basaron en  la idea de función y recepción de mensajes, como así también en los efectos que  producían. El espacio epistemológico en el cual se depositaron los primeros  movimientos de la comunicación social, se apoyaron sobre los supuestos  científicos normales(1), avalado  por sus prácticas científicas, en el contexto histórico que les tocaba. Esta  mirada epistemológica establecía una relación dual entre los medios y las  audiencias, relación que medía la exposición a los medios, la recepción de  mensajes y la claridad de los mismos: desde allí, nociones como función de los  medios en sociedad y homeostasis se constituyen propias de este enfoque. Ahora  bien, lo que tenemos en estos inicios de las investigaciones en comunicación,  difieren totalmente de las críticas a la cultura de masas y los aportes de la  denominada Teoría Crítica, contemporánea con los estudios de la Mass  Communication Research. La crítica a la cultura masiva descansa en el supuesto  de influencia y cosificación de los sujetos a través de las industrias  culturales: la noción de audiencia queda intacta, la influencia de los medios  masivos de comunicación son una nueva forma de enajenación. Esta mirada significaba un avance en la concepción de comunicación, si bien no se dejaba de lado la mirada bipolar de emisor receptor, aparecen nociones que provenían de distintos campos de conocimiento y se deja de lado una concepción enteramente mediática de la comunicación. Las nociones de sistema e información hacen su aparición. Desde los primeros aportes de Shannon y Weaver los sistemas de comunicación se han complejizado. El abandono de las señales analógicas y la conversión de la información en digital, ha revolucionado las comunicaciones desde los primeros nodos de comunicación de ARPANET hasta la comunicación global a un “clic” de distancia. Debemos pensar en una reconfiguración de los sistemas de comunicación (ahora globales y complejos), en donde la lectura de los mismos no descansa, solamente, en el envío de mensajes y comunicaciones claras, en la producción de cultura masiva; sino más bien como un sistema de comunicación global que se autogenera(3) en un nivel de organización superior al pensado por los pioneros de los estudios de comunicación. Sistemas Estas  contribuciones conformaron una masa crítica de conceptos de la cual la teoría  matemática de la comunicación es heredera. Así, aparecen un grueso de conceptos  que hacen a su estructura teórica. Las  nociones de información, sistema y selección –entre otros aportes conceptuales-  sirvieron para pensar la comunicación desde una óptica diferente a la de los  medios masivos y la producción cultural, sin excluirla y abrazándola: toda  comunicación es una selección de información, desde los mensajes de los medios  de comunicación hasta el diálogo entre dos personas. Uno de los grandes aportes  de la teoría sistémica de la comunicación es la noción de ruido(5) según la cual los procesos en un  sistema de comunicación no son transparentes, se puede agregar información, es  decir, todo aquello que se adhiere (ya sea estática en una comunicación radial  o pop ups en un sitio web) es llamado ruido. La noción de sistemas de comunicación no culmina con los primeros trabajos sobre el tema, más bien, van adquiriendo nuevas perspectivas. Como habíamos dicho, la noción de sistemas ofrece la posibilidad de aplicarse a todo proceso de comunicación, ya que los mensajes, entendidos como información, pueden ser cualquier cosa que se quiera comunicar. Ahora bien, un sistema se define por los objetos que lo conforman, las relaciones entre estos objetos y sus atributos(6). La escuela de Palo Alto, tomó la noción de sistemas para estudiar procesos de comunicación no lineales, es decir, en los cuales no existe la polaridad entre emisor y receptor. Aquí hace mella la noción de retroalimentación circular, en donde los distintos elementos del sistema envían-reciben información y modifican el sistema de comunicación. De esta forma, estos sistemas no son cerrados, sino que también poseen una apertura a nuevos elementos de acuerdo a su nivel de organización. Complejidad “Un  sistema complejo funciona como una totalidad. Los procesos que allí tienen  lugar están determinados por la interacción de elementos o subsistemas que pertenecen  a dominios disciplinarios diversos y cuya contribución a cada proceso no es  enteramente separable de las otras contribuciones. Esta consideración adquiere  fundamental importancia cuando se estudia la evolución del sistema como tal,  por cuanto la dinámica de la totalidad no es deducible de la dinámica de los  elementos considerados aisladamente”(7). La  diferencia entre un Sistema Global Complejo (de aquí en más SGC) con un sistema  (que puede ser cerrado o abierto), descansa en la interdependencia de los  subsistemas que abarca y en las relaciones interdependientes que este SGC  establece con ellas y entre ellas. La totalidad es inseparable de los procesos.  Es decir, tal como afirmábamos con Watzlawick, cuando más grande es el sistema,  mayor es la complejidad de las relaciones que se establecen en él. El SGC de  las comunicaciones abarca toda la información que se presenta y circula en el  planeta: se trata de los espacios globales que son informacionalizados(8). En este  sentido debemos entender a estos sistemas desde una mirada compleja. No se  trata solamente de encontrar causalidades o consecuencias de un modo de  comunicar, se trata, más bien, de comprender a la comunicación mundial (nuestro  SGC) como un fenómeno inescindible de diferentes subsistemas. Es imposible  pensar a la comunicación global sin el soporte tecnológico que lo sustenta, sin  las transformaciones culturales necesarias para la comunicación red, sin los  esquemas conceptuales y los aprendizajes para el manejo de esas tecnologías  (entre otros subsistemas).  “La  mundialización, como fase actual de la era planetaria, significa primero, como  lo dijo el geógrafo Jacques Lévy: «El surgimiento de un objeto nuevo: el mundo  como tal». Pero entre más atrapados estamos por el mundo, más difícil nos es atraparlo.  En la época de las telecomunicaciones, de la información, de la Internet,  estamos sumergidos por la complejidad del mundo, y las innumerables  informaciones sobre el mundo ahogan nuestras posibilidades de inteligibilidad”(9).  Se trata de una complejidad que sostiene a la totalidad del mundo y que a la vez contiene subsistemas necesarios para establecer esa relación de comunicación que se expande en el planeta. Así la complejidad nos abraza en tanto tengamos la necesidad de explicitar las complejas relaciones que se manifiestan en un mundo conectado. Un mundo comunicado es un sistema de orden mayor en donde cada elemento posee complejísimas relaciones que los hacen necesarios para sostener la totalidad del SGC. Redes Pero, al  pensar la lógica de la información desde una perspectiva compleja, debemos  entender que los subsistemas que participan del SGC de las comunicaciones y de  la información no quedan solo allí. Esta red de información, o como quiera  llamársela, introduce cambios y subsistemas que van desde el orden psicológico  hasta el ordenamiento social(10).  Siguiendo a De Kerckhove, podemos afirmar que la red tiene sus propios procesos  de construcción y que la inteligencia de conexión permite el desarrollo  potencial de la red como si fuera el cerebro humano en pleno proceso de  aprendizaje. Es decir, la red tiene la necesidad de evolucionar, de crecer a  través de más contactos, desde luego, más conectividad.  Como nota aparte, deberíamos repetir que la  noción de información fue forjada por biólogos, “casualidades por medio”. No se  trata solamente de pensar analogías, sino más bien de entender a las redes como  un espacio en el cual se desarrollan nuestras capacidades cognitivas a la vez  que la red evoluciona de la misma manera, en sentidos distintos. Los  procesos de constitución de los sujetos, tampoco pueden dejar de lado, como  enunciábamos más arriba, las formaciones culturales que hacen a la comunicación  en red. De hecho, hay condiciones de socialidad que conforman ese tipo de comunicación. Es más, no es posible escindir a las  comunicaciones globales, en la era de la información, de los espacios sociales  en los cuales los sujetos se desarrollan. “Nuestras sociedades sobre este espacio  interactivo, explorable, móvil, modificable, que se diversifica en miles de  depósitos de datos, y esto hace variar los horizontes sobre los cuales  discutimos y reflexionamos en torno a nuestras sociedades”(11). En tal sentido, cuando hablamos de red de comunicación global como un SGC de las comunicaciones y la información, debemos tener en cuenta que hablamos de un nuevo panorama de comunicación, de aprendizaje y de estructuración social. El concepto de red de redes contiene, a pesar del las conectividades y las comunicaciones electrónicas, todo un proceso de institución social, cultural y biológica –un sistema de ordenamiento mayor. Comunicación Así,  diremos que podemos pensar relaciones de comunicación complejas a través de la  noción de información. No se trata de homogeneizarlas, sino más bien de pensar  el proceso de comunicación a través de la noción de información. Dice Scott  Lash: “La idea es que el paradigma cultural, a través del cual funcionan los medios masivos, no es de narrativa, ni de discurso, ni de representación, sino de información […] este modelo informacional no fue establecido por la computación sino por los propios medios de masas”(12). Es decir  que, al hablar de comunicación, en el contexto histórico que nos toca (al menos  en occidente y en las economías emergentes) debemos, necesariamente, comprender  a la comunicación, como espacio cultural, dentro de la lógica de la  información. Los medios de comunicación erigen un mundo en el cual lo  comunicacional es información. El SGC de las comunicaciones está entrelazado  por la lógica de la información. Así, la información no solo es una instancia de comunicación, sino que es el sostén por el cual se mantiene el SGC que se autoestructura y genera (al mismo tiempo) sus propias comunicaciones. Así la información, no solo pierde sorpresa en su publicación, sino que genera las condiciones para nuevas comunicaciones. Como diría Luhmann, a través de la interpretación y estimulación se estructura el mundo(13). No se trata solamente de la aparición y puesta en circulación de comunicaciones, sino también de un nuevo sistema de comunicaciones que abarca al mundo entero y lo estructura. Conclusiones Estos elementos de una complejidad acuciante, de relaciones tan complejas como las “quedadas” de google plus que permiten formar grupos interconectados por una cámara web o el video streaming y los derechos intelectuales de la propiedad no hace más que reforzar la hipótesis de que una sociedad conectada a través de la lógica de un SGC de las comunicaciones y la información, conjuga distintos subsistemas. Desde una lógica de pensamiento de tradición heredada(14) no podríamos jamás vincular los sistemas de derecho, de comunicación y arte; jamás nos imaginaríamos que nuestra imagen, convertida en bit, podría atravesar fronteras: la información edifica las catedrales de la complejidad. Un mundo complejo, unido por los sistemas de información y comunicación, abarcan niveles de organización que superan las barreras de nuestros bordes de acción. No hay durezas ni terrenos blandos en la conformación de un sistema global complejo. | 
    
| Referencias | 
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3. Luhmann, N. “La función de los medios de comunicación para las masas”. En su: La realidad de los medios de masas. Barcelona: Anthropos, 2007, cap. 13.. Volver al texto  | 
    
4. Monod, J. El azar y la necesidad. Barcelona: Tusquets, 2007. Volver al texto  | 
    
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8. Lash, S. Crítica de la información. Buenos Aires: Amorrortu, 2005. Volver al texto  | 
    
9. Morín, E. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Paris: UNESCO, 1999. Volver al texto  | 
    
10. Kerckhove, D. Inteligencias en conexión: hacia una sociedad de la web. Barcelona: Gedisa, 1999.. Volver al texto  | 
    
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12. Lash, S. Op. cit. Volver al texto  | 
    
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14. Klimovsky, G.; Hidalgo, C. La inexplicable sociedad. Buenos Aires: A-Z Editora, 2001. Volver al texto  | 
    
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