Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales  | 
    
 Volumen 10, nº 2 (2012)  | 
    
| Marcos y matrices epistemológicas contemporáneas en la comunicación social: análisis de ponencias presentadas en las Jornadas nacionales de investigadores en comunicación social en el período 2000-2010 | 
    
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         por Luis Alfredo Scipioni Ferreira  | 
    
Universidad Nacional del Centro de la Provincia  de Buenos Aires (UNICEN), Facultad de Ciencias Sociales  | 
    
| Resumen | 
Dentro del campo disciplinar de la comunicación social este trabajo plantea como eje central de análisis la identificación de aquellos marcos y matrices epistemológicas que vertebran el debate en la actualidad y la problematización de estas corrientes en contrapunto de su desarrollo histórico, sus principales ámbitos de incumbencia y los usos sociales de la comunicación como campo científico. De esta manera, el análisis se centrará en la construcción del estado de la cuestión de los marcos metodológicos comunicacionales que se debatieron y problematizaron durante la primera década del presente siglo en la jornadas de la Red Nacional de Investigadores en Comunicación Social de la Argentina. Para el alcance de este objetivo se decidió recortar como unidad de análisis aquellas ponencias presentadas en la mesa de trabajo “Teorías y metodologías de la investigación en comunicación” por atender directamente al tema de investigación seleccionado. .  | 
    
| Palabras clave | 
| Investigación en comunicación, estado de la cuestión, marcos metodológicos, comunicación social, Argentina. | 
| Contemporary epistemological frames and matrix in social communication: analysis of papers presented at the national Conference of social media researchers in 2000-2010 | 
| Abstract | 
This  paper proposes as the core of analysis, within the disciplinary field of social  communication, both to identify those frameworks and epistemological matrix  structure the discussion today as the problematization of these currents in  counterpoint to its historical development, its main areas of concern and the  social uses of communication as a scientific field.  | 
    
Key words  | 
    
| Communication reseach, state of the art, methodological frames, social communication, Argentina. | 
    
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| Recibido: 4 de septiembre de 2012 | 
    
| Aceptado: 21 de septiembre de 2012 | 
| Para citar este artículo: Rev. Arg. Hum Cienc. Soc. 2012; 10(2). Disponible en internet: http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v10_n2_03.htm | 
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| Introducción | 
El  presente trabajo se inscribe en el marco general del Proyecto de investigación  estudios en comunicación y cultura en Olavarría (ECCO) de la Facultad de  Ciencias Sociales (FACSO) de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia  de Buenos Aires (UNICEN) y más específicamente en el Proyecto de formación en  docencia e investigación para estudiantes avanzados FACSO-UNICEN 2011 en la  Cátedra de metodología de la investigación social I y II a cargo de la Dra.  Luján Coria. Como  resultante del proyecto de capacitación y formación interna que se ha  desarrollado durante los últimos años desde dicha cátedra, orientando las investigaciones  y trabajos hacia las representaciones y modalidades del hacer científico en el  marco de la Facultad de Ciencias Sociales; este proyecto plantea como eje  central de análisis, dentro del campo disciplinar de la comunicación social,  tanto la identificación de aquellos marcos y matrices epistemológicas que  vertebran el debate actual como la problematización de estas corrientes en  contrapunto con su desarrollo histórico, sus principales ámbitos de incumbencia  y los usos sociales de la comunicación como campo científico. Desde este punto de origen, este trabajo significa un corrimiento parcial de las perspectivas de análisis al interior de la unidad académica de pertenencia para centrarse en la construcción del estado de la cuestión de los marcos metodológicos comunicacionales que se debatieron y problematizaron durante la primera década del presente siglo en las jornadas de la Red Nacional de Investigadores en Comunicación Social de la Argentina. Para el alcance de este objetivo se decidió recortar como unidad de análisis aquellas ponencias presentadas en la mesa de trabajo “Teorías y metodologías de la investigación en comunicación” por atender directamente al tema de investigación seleccionado. Los interrogantes que servirán de categorías vertebradoras de las ponencias seleccionadas serán: 
 Asimismo,  abordar el estado de la cuestión de la comunicación como disciplina científica  exige pensar las múltiples cuestiones que atraviesan al campo desde una  perspectiva de complejidad que dé cuenta de los diversos saberes que lo  constituyen y las distintas problemáticas que lo atraviesan producto, entre  otras instancias, de esta heterogeneidad. De esta manera, es necesario  recuperar, a fin de profundizar en la comprensión de las problemáticas  actuales, las matrices de pensamiento fundantes de la disciplina desde los  primeros intentos de reflexión sobre lo comunicacional hasta su  institucionalización como campo de conocimiento científico, vislumbrando las  distintas ideas y determinaciones que fueron marcando el devenir del campo y  estructuraron nuevos circuitos de intercambio con las demás disciplinas de las  ciencias sociales. A tales efectos, la contextualización histórica de la génesis de construcción del campo de la comunicación en Argentina se realizó a partir de los aportes realizados por Jorge Rivera(1), Paulina Emanuelli(2) y el trabajo conjunto de Alejandro Grimson y Mirta Varela(3). Contextualización histórica del campo de la comunicación A diferencia de la perspectiva  funcionalista norteamericana, que realiza una ponderación de las audiencias  desde la relación con sus posibles aplicaciones en el campo de la publicidad y  de la difusión de políticas, el análisis de los procesos de recepción en la  Argentina fueron pensados desde las recuperación del conflicto simbólico en su  dimensión político-cultural. En la tradición nacional, las corrientes de  pensamiento que comenzaron a problematizar las instancias de significación en  clave comunicacional se agruparon en tres revistas: Lenguajes, cuyo comité editorial estaba constituido por Juan Carlos  Indart, Oscar Steimberg, Oscar Traversa y Eliseo Verón, que definía como su  campo de intervención el de los “lenguajes sociales”, el campo de la producción  social de la significación haciendo hincapié en el análisis de las  “comunicaciones masivas”; Comunicación y  cultura, representada en la figura de Héctor Schmucler, donde se planteaba  de manera explícita la valorización del receptor; y Crisis, de la mano de los trabajos producidos por Aníbal Ford,  Jorge Rivera y Eduardo Romano, que realizaba una fuerte imbricación entre las  cuestiones específicas del campo y las problemáticas teóricas y políticas que  lo atraviesan de modo permanente. Las líneas más salientes estuvieron  relacionadas con los estudios sobre las formaciones discursivas y los mensajes  de la cultura de masas considerando sus estructuras de significación (en  Argentina, tuvo una fuerte influencia el estructuralismo francés en la figura  de Armand Mattelart) y con los estudios sobre la estructura de poder nacional y  trasnacional de los medios de comunicación y las estrategias de dominación  instrumentadas por los países centrales (fundamentalmente Estados Unidos) con  los países periféricos.  Una de las características de este  momento fundacional es la amalgama multidisciplinaria de teorizaciones y  fuentes diversas entre sí como la sociología, la literatura y la política, lo  que implica una carencia de especificidad de lo comunicológico. Otro rasgo  distintivo es el marco de contención dentro del cual se efectuaba la  elaboración de estos trabajos. Por lo general, se trataba de  producciones independientes, por fuera de  los círculos universitarios o con contactos ocasionales con estos. Jorge Rivera identifica tres tendencias  un tanto difusas en las cuales se inscribían los proyectos de legitimación y  poder cultural de estos primeros estudios: la  construcción de un núcleo científico fuerte para disputar, modernizándolo,  el espacio académico de las ciencias sociales; la inserción en la industria cultural y la integración en el ámbito  político-cultural.  A partir de la segunda mitad de la  década del setenta puede vislumbrarse en América Latina un corrimiento teórico  que tiene por objeto redefinir el lugar de los sujetos, obstruido en las  perspectivas anteriormente hegemónicas porque resultaban insuficientes para  intentar responder a la pregunta acerca de los impactos de los medios sobre la  sociedad. En ese contexto, los años ochenta aparecen como la etapa de  consolidación de la problemática de la recepción; Aníbal Ford (La utopía de  la manipulación, 1985) y Oscar Landi (Mirando las noticias, 1987)  serán algunos de los que participarán en los debates teóricos y políticos de la  época e instalarán a la recepción como objeto de estudio. La  transnacionalización de la economía, la cultura y los dispositivos  comunicacionales disparan temas propios de una agenda latinoamericana. Con la  apertura democrática lentamente comienzan a rearmarse los espacios de trabajo  académico. Pero el clima político-cultural ya no era el mismo; la caída de la  Unión Soviética implicó un repliegue de las fuerzas marxistas, otrora  vanguardias políticas cuya ideología había encabezado los primeros estudios  comunicacionales. Estos cambios tuvieron su correlato en el rearme del campo de  la comunicación. Los investigadores comenzaron a trabajar desde matrices  teóricas como la estructural semiótica francesa, atendiendo al proceso de  producción, circulación y consumo de bienes  simbólicos. Se revisaron los  conceptos de ideología y hegemonía y  se produjo la incorporación del pensamiento de Antonio Gramsci, trasladando a  la dimensión cultural el espacio de lucha por la hegemonía. Los cambios en los estudios de comunicación en la Argentina deben comprenderse en el marco de los cruces y los diálogos con diversos investigadores de América Latina. Desde el reconocimiento de la existencia de un déficit teórico-metodológico que dé cuenta de la disyunción entre la producción simbólica y las formas de vida económica, se pretendía elaborar una visión dialéctica que permita ver que las clases subalternas elaboran su propia producción cultural y seleccionan, interpretan y reinterpretan, absorben y utilizan la producción de las clases hegemónicas. Se llega así al concepto de mediación, conceptualizado por Jesús Martín Barbero en De los medios a las mediaciones: comunicación, cultura y hegemonía (1987), para dar evidencia de la dialéctica entre las formas de producción y las formas simbólicas. La crítica a los reduccionismos  de la teoría de la dependencia, en un contexto político de múltiples  experiencias comunicacionales vinculadas con la búsqueda de grupos populares,  la recuperación democrática, la participación de la sociedad civil y la demanda  de los grupos minoritarios, conducía al nuevo proyecto a hacer hincapié en lo alternativo como motor de conducción  del espacio político social. Intentando construir un modelo comunicacional  alternativo (del cual las nuevas tecnologías serían subsidiarias),  ideológicamente la agenda de investigación daba cuanta de temas como  resistencia y contracultura y críticas a la escuela de Frankfurt por su  denuncismo y apocalipticismo. Se indaga en las redes de comunicación  preexistentes, las formas de cultura que se resisten a la hegemonía (matrices  teóricas que la sustentan) y se redefine el compromiso político y profesional  del comunicador y del comunicólogo(4).  Asimismo, en el marco de las reflexiones esgrimidas por Néstor García Canclini  en ¿De qué estamos hablando cuando  hablamos de lo popular? (1987), se introdujo la discusión sobre lo popular  en términos de profundización de las investigaciones sobre el consumo por  reconocer esta instancia como el lugar donde los bienes y mensajes hegemónicos  interactúan con los códigos perceptivos y los hábitos cotidianos de las clases  subalternas. En los 90, los complejos cambios  internacionales modificaron cuestiones que ya podían percibirse en el período  anterior. Entraron en crisis algunos conceptos previamente establecidos: se dan  tensiones entre los conceptos de élite, vanguardia y tecnocracia, y se  cuestiona el concepto de alternativismo. En un clima de avance de lo  transnacional, emergió la problemática de vincular estas cuestiones con  concepciones de la cultura y el hecho comunicativo. “Los años noventa produjeron  vertiginosos cambios en el sector de los medios masivos de comunicación en  nuestra sociedad. Multiplicidad de factores se congregaron para que este sector  pase de aleatorio a la centralidad de la escena política, social y cultural.  Avances tecnológicos, procesos (des)regulatorios y la conformación de nuevos  agentes con dimensiones económicas relevantes transformaron definitivamente el  mapa mediático tanto en el plano internacional como regional y nacional” (Postolsky:  2010, p. 136). A partir de los profundos cambios en la  sociedad argentina que sobrevinieron con el nuevo siglo, más específicamente  con los corolarios socio-económicos de la poscrisis 2001 y la redefinición del  rol del estado a partir del 2003, anexado a los impactos de las tecnologías de  la información y de la comunicación (TIC), el campo de estudios de la  comunicación social necesariamente ha manifestado tanto revisiones  teórico-metodológicas en consonancia con los cambios socioeconómicos e históricos  como marcas en las políticas nacionales de comunicación. Asimismo, durante el 10 de octubre de  2009 se sancionó la “Ley de servicios de comunicación audiovisual” que dio por  concluida la vigencia de la Ley de radiodifusión 22.285 —sancionada en el año  1980 durante el período de la última dictadura militar (1976-1983)—,  amplificando y abriendo en múltiples direcciones la importancia de los medios  de comunicación y las políticas comunicacionales. La dinámica anterior y  posterior a la sanción de la mencionada ley explicitó la lucha en el plano  cultural y político en torno a los valores dominantes. Estas nuevas reflexiones consolidan la percepción del campo como un terreno unitario, reconocido como bloque con identidad temática y disciplinaria, pero a la vez se lo define con las siguientes características: es heterogéneo, abierto, en formación y no totalmente legitimado. La comunicación social dispone, desde su conformación, de la convergencia de múltiples disciplinas que distingue el abordaje de su objeto de estudio. Esta multidisciplinariedad puede concebirse como una fortaleza de la comunicación frente a otras disciplinas más específicas, permitiendo el estudio de la realidad desde una perspectiva de complejidad, con los diversos aportes teóricos de otras disciplinas. Historia de la Red nacional de investigadores en  comunicación(5) Las primeras jornadas organizadas por  dicha red se denominaron “de jóvenes investigadores” pues esa fue la génesis  del espacio y en alguna medida cierta identidad que persiste atribuida a los  sucesivos encuentros. La referencia generacional de la convocatoria se retiró  pronto para habilitar otras participaciones y generar un espacio más inclusivo.  Este objetivo se logró con altibajos porque, si bien los jóvenes participaron y  participan masivamente de las jornadas, los investigadores formados concurren  irregularmente. La definición que se mantuvo vigente  fue la de una organización reticular que propiciara un encuentro para el  intercambio y la reflexión académica desde un diálogo horizontal, sin  jerarquías ni representaciones institucionales. En el momento de constitución  de la red, los principales eventos sobre comunicación llevaban sellos de  asociaciones constituidas y estaban conducidos y centrados en las figuras de  profesores destacados e investigadores formados. Esporádicamente, algunas  jornadas estudiantiles planteaban una agenda de contraste, pero sin que el eje  estuviera puesto en la investigación. 
 Cada jornada trajo como correlato la  incorporación de un nuevo grupo de participantes provenientes de la última sede  y sus alcances se fueron ampliando territorial y generacionalmente, con la  inclusión de nuevos investigadores. Recorte de la muestra 
 Para los fines prácticos del relevamiento, se decidió realizar una matriz de datos que permitiera ordenar la totalidad de los trabajos seleccionados y otorgarles un criterio diacrónico y sincrónico de las problemáticas y representaciones que atañen al campo de la comunicación. Una vez completado el cuadro con las 32 ponencias sistematizadas (unidades de análisis), se optó por hacer hincapié en los aportes (dimensión de análisis), entendida como las temáticas de lo social sobre las que construye conocimiento la producción del material, y clasificar estos aportes sobre la base de seis categorías: 
 A su vez, estas categorías construidas para facilitar el relevamiento y las orientaciones temáticas fueron cruzadas con variables (abajo explicadas) para determinar continuidades y rupturas al interior del campo de la comunicación social: 
 En referencia a esta disposición  metodológica, también se decidió contemplar teóricamente la noción de campo  conceptualizada por Pierre Bourdieu en el texto Los usos sociales de la ciencia para caracterizar las fuerzas que  operan en las representaciones y modalidades del hacer  científico en el campo comunicacional. De esta manera, en palabras del autor,  “el campo científico, como sistema de relaciones objetivas entre posiciones  adquiridas […] es el lugar […] de una lucha competitiva que tiene por desafío  específico el monopolio de la autoridad  científica, inseparablemente definida como capacidad técnica y como poder  social, o, si se prefiere, el monopolio de la competencia científica que es  socialmente reconocida a un agente determinado, entendida en el sentido de  capacidad de hablar e intervenir legítimamente (es decir, de manera autorizada  y con autoridad) en materia de ciencia” (Bourdieu: 1994, p. 12). Relevamiento y análisis En  lo referente a El lugar del comunicador-investigador, confluyen aquellos trabajos que  problematizan las determinaciones y valoraciones sociales, los presupuestos  científicos y teóricos y la neutralidad de las herramientas de análisis  vinculadas con el lugar político y epistemológico del investigador.  En cuanto a las Convergencias de campos conceptuales, se hace mención a las  redefiniciones, resemantizaciones, préstamos y conceptualizaciones provenientes  de otras disciplinas científicas que convergen en el campo de la comunicación.  Para la categoría El debate intradisciplinar se decidió incluir aquellos trabajos  orientados a la reflexión epistemológica, la discusión conceptual por la  definición o redefinición del objeto/os de estudio/s y las perspectivas de  indagación sobre las relaciones sociales que ponen en juego los análisis  comunicacionales.  Con respecto de La formación en comunicación, las ponencias contenidas en este  apartado analizan los diseños curriculares de distintos planes de estudio de la  carrera en comunicación social y periodismo, problematizan la formación  disciplinar de los egresados y redefinen orientaciones teóricas y prácticas  para optimizar el perfil del comunicólogo y comunicador.  Acerca  de las TICs hace  alusión a las reflexiones e impactos de las tecnologías de la información y de  la comunicación en los hábitos y subjetividades de los actores sociales.  Por último, Los referentes teóricos de la comunicación es una categoría  construida con el sentido de agrupar aquellos trabajos de relecturas, reinterpretaciones  y revisiones de los textos fundantes del campo de la comunicación y su  actualización bibliográfica. En lo referente al cruce de estas  categorías de investigación con las demás variables contempladas (autor/institución, año, área temática, problemáticas, estrategias de abordajes, autores de referencia, conceptos  teóricos), se pueden señalar trayectorias dispares en lo que respecta a las  continuidades y rupturas de las representaciones y modalidades del hacer  científico al interior del campo de la comunicación social. Si  se tiene en cuenta la categoría El lugar del comunicador-investigador en relación a la variable año, los cinco trabajos realizados en  esta perspectiva fueron elaborados en el período 2000-2004 sobre la base de  ocho ponencias presentadas. Haciendo la salvedad de que durante el año 2001  —momento de fractura socioeconómica y crisis en el conjunto de la sociedad— las  jornadas no se realizaron, es un dato insoslayable el hecho de que el 62,5% de  los trabajos presentados problematicen la importancia de las determinaciones y  valoraciones sociales, los presupuestos científicos y teóricos, y el lugar  político y epistemológico del investigador en comunicación. Asimismo, si se  contempla este dato en contrapunto con la variable autor/institución, como establecimientos de pertenencia de las  ponencias presentadas (UBA, UNLP; UNRC), se pueden referenciar estas  problematizaciones a la luz de contextos signados tanto por los procesos de  resistencia y construcción política como por la visibilidad del conflicto  social. En  lo concerniente a las Convergencias de campos conceptuales, los seis trabajos presentados desde  la variable año, recorren el período  2004-2009 sobre un total de veinticinco ponencias presentadas. Estas  redefiniciones y conceptualizaciones provenientes de otras disciplinas no  significa, a diferencia de la categoría anterior, una tendencia de indagación,  sino innovaciones conceptuales y metodológicas que atraviesan y penetran en el  campo comunicacional. La  categoría Acerca de las TICs abarca solamente dos trabajos de los 32 analizados e  intenta descubrir los nuevos impactos tecnológicos de las tecnologías de la  información y de la comunicación. Sin embargo, deja en claro que es una  perspectiva de indagación poco frecuentada para acercarse a las representaciones  y modalidades del hacer científico en el campo comunicacional. Por último, la categoría Los referentes teóricos de la comunicación contiene cinco ponencias que, analizadas desde el cruce de la variable autores de referencia, hacen hincapié en los textos fundantes y coinciden con los autores que vertebraron y dieron contenido al campo comunicacional: Martin Jay; Theodor Adorno, Max Horkheimer, Walter Benjamin, Adolfo Prieto, Jorge Rivera, Jesús Martín Barbero, Jürgen Habermas, Néstor García Canclini, Renato Ortiz, Eliseo Verón. Conclusiones   | 
    
| Referencias | 
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3. Grimson, Alejandro; Varela, Mirta. “Culturas populares, recepción y política: genealogías de los estudios de comunicación y cultura en la Argentina”. En: Mato, Daniel (coord.). Estudios y otras prácticas intelectuales latinoamericanas en cultura y poder. Caracas: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y CEAP, FACES, Universidad Central de Venezuela, 2002, p. 153-166. Disponible en línea: http://www.globalcult.org.ve/pdf/GrimsonVarela.pdf (consulta: 1º sep. 2012). Volver al texto  | 
    
4. A los fines del presente trabajo no se realizará un análisis detallado de los debates en torno de las descripciones del comunicador y comunicólogo, solamente se toma como referencia de esta diferencia la definición adoptada por Raúl Trejo Delarbre en su trabajo Comunicólogos y comunicadores: entre la torre de marfil y el torrente mediático (México: UDUAL, 2010): “La comunicología estudia a los medios. La comunicación es el efecto de comunicarse. El comunicólogo observa, analiza, clasifica, pone en contexto y, en la medida de sus aptitudes, explica a los medios de comunicación. El comunicador, se desempeña profesionalmente en tales medios. Los comunicólogos estudian, entre otros asuntos, el quehacer de los comunicadores. La comunicología tiene numerosas vertientes analíticas: el estudio de la comunicación y algunas de sus audiencias; o la comunicación en y desde las organizaciones: o la historia, la economía, el derecho y la comunicación, etc.” Volver al texto  | 
    
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Bibliografía Emanuelli, Paulina. ¿Instituciones públicas y/o privadas? El lugar de la investigación crítica argentina de la comunicación en los años 2000. En: Revista latina de comunicación social, nº 20 (ago. 1999). Disponible en: http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999eag/61pau.htm (consultado: 10 oct. 2012). Grimson, Alejandro; Varela Mirta. “Culturas populares, recepción y política. Genealogías de los estudios de comunicación y cultura en la Argentina”. En: Daniel Mato (coord.). Estudios y otras prácticas intelectuales latinoamericanas en cultura y poder. Caracas: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y CEAP, FACES, Universidad Central de Venezuela, 2002. Mato, Daniel (coord.). Estudios y otras prácticas intelectuales latinoamericanas en cultura y poder. Caracas: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y CEAP, FACES, Universidad Central de Venezuela, 2002. Postolsky, Glenn. “Continuidades, desplazamientos y transformaciones en las políticas de comunicación en Argentina”. En: Susana Sel (coord.). Políticas de comunicación en el capitalismo contemporáneo. Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), 2010. Rivera, Jorge. Comunicación, medios y cultura: líneas de investigación en Argentina. 1986-1996. La Plata: Universidad Nacional de La Plata. Ediciones de Periodismo y Comunicación. 1997. Williams, Raymond. Marxismo y literatura. Barcelona: Península, 1980.  | 
    
|          Fuentes  | 
    
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