La Revista  ha cumplido 10 años! 
Cuando dimos la  bienvenida a quienes serían nuestros futuros colaboradores, cuando convocamos a profesores,  investigadores, estudiantes y  profesionales de diferentes disciplinas y edades para que con la diversidad de  sus experiencias nos acompañasen y sean  partícipes de nuestro proyecto de Revista, ignorábamos que hoy alcanzaríamos con creces los objetivos  fundacionales. 
 
También dijimos  entonces que abríamos un lugar para los jóvenes, un espacio para sus producciones,  un espacio para compartir con autores cuya trayectoria es reconocida en  diferentes ámbitos académicos y profesionales. ¡Y así ha sido! 
Por ello  queremos iniciar este volumen del décimo aniversario, agradeciendo a los  jóvenes, a los profesores que los alientan y acompañan; a los  lectores-evaluadores de cada trabajo presentado a la Revista; a los diferentes  integrantes del Consejo Editorial que se sucedieron en estos años, en fin, a  todos los autores tanto los convocados como a los que se sintieron convocados y  nos enviaron de manera espontánea sus trabajos y a los que en su casi totalidad  hemos publicado u orientado a sus autores hacia revistas colegas cuando no  tuvimos ocasión de aceptar sus trabajos por diferentes motivos, nunca porque no  fueran valiosos. 
 
En esta  oportunidad y como modo de ratificar nuestra política editorial y apostando por   la continuidad de nuestra publicación,  hemos compilado una vez más trabajos de experimentados investigadores y de  jóvenes a quienes seguimos ofreciendo este espacio, en el que queremos seguir  compartiendo experiencias y nuevos rumbos. 
 
Por qué  sintetizamos a esta compilación con el título   “Miradas”; porque “mirar” es  un gesto decidido de observación, de intención manifiesta de interpelación, de  una puesta en foco para descubrir y para construir significados. 
 
Los artículos  reunidos en este volumen dejan al descubierto una vez más diferentes campos de  observación cargados de sentidos, pero también aportan perspectivas teóricas  que expresan la diversidad de estrategias posibles para producir conocimiento y  tienen en común que: proponen a  la  mirada como mediadora entre lo visto y lo interpretado. 
 
Celebramos cada  trabajo porque en ellos hay laboriosidad, porque conocemos personalmente la mesa  de trabajo que cada una de las autoras, de cada uno de los autores. 
 
Hay  laboriosidad, lo dice Cristina Campagna cuando prologa a Beatriz Massuco y  comprende que en  su trabajo hay  más preguntar que responder y entonces una  invitación a la reflexión; lo ratifica Massuco cuando afirma que ha sido  convocada por el hacer, desafiada por los  diferentes lenguajes. 
 
Y hacemos un  giro en la mirada cuando leemos a Marcelo Negro, cuando nos adentramos en su  trabajo descubrimos las marcas de un modo de investigar laborioso, de un”  trabajo trabajado y vuelto a trabajar” hasta que alcanza la posibilidad de  acompañarnos a mirar lo que a veces solamente nos atrevemos a ver. 
 
Y una vuelta  más, esta es la propuesta de Sonia Sanahuaja; interpelar, problematizar los  procedimientos metodológicos del análisis del discurso; mirar lo establecido para avanzar. 
 
Por su parte  Diego Lingeri nos propone mirar el  campo de la comunicación y en ese campo fijar la mirada crítica sobre las  tensiones entre comunicación y cultura, sobre el espacio indefinible entre ellas en los límites de las  disciplinas. Una invitación sin duda interesante, por momentos audaz. 
 
A su vez la  mirada de Nicolas Medici, un joven  investigador que está recorriendo los caminos de su primera beca, de su primera  tesis, observa  los espacios escolares,  mira cómo se apropian los estudiantes de los conocimientos científicos y se  jugó a más: a relacionar los procesos de aprendizaje sobre la ciencia  con las concepciones que sobre ella reportan  los  actores  de esos espacios mirados. 
 
Finalmente, María Eugenia Iturralde nos presenta dos miradas, dos  perspectivas teóricas en el campo de los estudios en comunicación social,  destacando entre ellas el modelo participativo. De esta manera complejiza el  campo de estudio, actualiza su direccionalidad y los pone en  sintonía con las tendencias integrales de investigación. 
        No más que decir. Solamente una vez más agradecer a  ustedes, nuestros lectores, y a los autores  de este volumen, que cierran los diez años de la Revista y nos permiten  una apertura hacia una nueva etapa. 
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