Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales
ISSN 1669-1555
Volumen 12, nº 1 (2014)

Plagio, formato de comunicación y conceptualización del proceso de investigación: aspectos a considerar en la elaboración del trabajo especial de grado (TEG) para la Especialización en Telemática de la Universidad Nacional Abierta de la República Bolivariana de Venezuela

por Aleska Cordero de Martínez

Universidad Nacional Abierta, República Bolivariana de Venezuela.
aleskacordero05@yahoo.es

 
Resumen

La interacción particular entre el estudiante y el facilitador en un sistema a distancia define la forma en que se manejan ciertos aspectos relacionados con la construcción del Trabajo Especial de Grado en la Especialización en Telemática de la DIP de la UNA de la RB de Venezuela. En la presente ponencia se relata la experiencia de trabajar con los aspectos concernientes al plagio académico, a la forma particular de interacción comunicacional a través de la plataforma Moodle y a las dificultades que se presentan con respecto a la compresión del término investigación en tanto proceso continuo de revisión crítica del propio discurso. Se exponen y proponen algunas estrategias didácticas utilizadas en este contexto y orientadas a acercar al estudiante a su propia realidad como investigador..

 
Palabras clave
plagio académico, plataforma Moodle, trabajo especial de grado, educación a distancia, interacción comunicacional, estudiantes.
 
 
 
Para citar este artículo: Rev. Arg. Hum Cienc. Soc. 2014; 12 (1). Disponible en internet:
http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v12_n1_04.htm
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Introducción

En la presente trabajo se exponen brevemente algunos aspectos muy puntuales relacionados con nuestra experiencia en la facilitación de los aprendizajes en cuanto a la elaboración del Trabajo Especial de Grado (TEG), como etapa de culminación de la Especialización en Telemática e Informática en Educación Abierta y a Distancia (EAD) de la Dirección de Investigaciones y Postgrado de la Universidad Nacional Abierta de la República Bolivariana de Venezuela.

Esta especialización se ofrece y se facilita mediante el modelo de enseñanza/aprendizaje propio de la EAD. La facilitación se realiza mediante el uso continuo y sistemático de la Plataforma Moodle y de sus principales herramientas de comunicación: chats, foros, uso del correo electrónico y otros. Los materiales instruccionales que se proponen en cada módulo están en línea, en su mayoría. Los estudiantes asignados pertenecen a su mayoría a los Centros Locales de la UNA, por tanto, están distribuidos en veintidós estados del territorio nacional y por ende, la presencialidad y la comunicación por vías alternas (telefónica, por ejemplo) si bien forma parte de las opciones que tienen los estudiantes para el contacto con los docentes/facilitadores, no se utiliza más que en limitadas ocasiones. Los estudiantes en general, desde la perspectiva demográfica, pertenecen en su mayoría a edades comprendidas entre los veinticinco y los treinta y cinco años, por ende forman parte de la llamada Generación Net (Córica y Dinerstein, 2009) y provienen de ámbitos profesionales diversos como la docencia o la ingeniería y en algunos casos, directamente de empresas en dónde ejercen como consultores, gerentes noveles, o administradores. Al ser más jóvenes que en años anteriores, la mayoría no tiene obligaciones familiares, más sí profesionales.

Cuando recibimos al estudiante para la elaboración del TEG, éste está adaptado a las características de la plataforma y de las formas de comunicación, seguimiento y evaluación que esta posibilita. Los obstáculos o dificultades que tanto estudiante como facilitador encontramos en la comunicación obedecen generalmente a dos causas: a.- las fallas técnicas de la plataforma, debidas a limitaciones institucionales; b.- algunos estudiantes se encuentran bastante alejados de los centros urbanos y su conexión a través de la red se dificulta en algunas ocasiones. En nuestro caso, los estudiantes están ubicados en su mayoría en centros urbanos y caseríos pertenecientes a la región de los llanos de nuestro país.

El principal objetivo de nuestra participación en este evento fue el de buscar intercambiar algunas experiencias, perspectivas y estrategias de enseñanza/aprendizaje y compartir inquietudes con los demás participantes para tomarle el pulso a los aspectos que permiten o limitan la construcción de los trabajos de grado, sin perder de vista el marco contextual (EAD) en el que se producen dichos trabajos.

Los aspectos que tocamos muy someramente a continuación representan algunos de los puntos de reflexión en los cuales coincidimos los facilitadores en reuniones de trabajo, concretamente: a) la definición de ciertos términos como “investigación” y la semántica de los mismos, b) la posibilidad del plagio y la responsabilidad institucional y personal del facilitador en este ámbito y c) las formas más expeditas de consolidar y optimizar los aprendizajes de los estudiantes (Esp. en Telématica/DIP/UNA, 2013). Estos aspectos están interconectados de varias formas.

Para la discusión

a) La gran mayoría de los temas abordados por los estudiantes para sus TEG se relacionan con propuestas de diseño de cursos mediante herramientas como plataformas, blogs o tutoriales. De hecho el TEG exige la realización de un diagnóstico del contexto y el consiguiente desarrollo de una propuesta operativa que resuelva algún problema identificado estrictamente en su entorno laboral o profesional inmediato. Lo que comúnmente se denomina “investigación aplicada”. Señalamos comúnmente porque uno de los escollos que encontramos al facilitar el proceso es la confusión que presentan muchos estudiantes con la semántica cuando se enfrentan a las distintas etapas en el desarrollo de su trabajo. Como resultado de las reuniones entre facilitadores, hemos preferido hacer uso del término “indagación” a la etapa del diagnóstico del contexto que hace el estudiante como paso previo al desarrollo de su propuesta, porque el término “investigación” desorienta al estudiante y lo desvía del propósito mayormente operativo (señalamos nuevamente “operativo”) de su trabajo hacia aspectos teóricos que se ajustan más a las exigencias de trabajos propios de maestrías o doctorados y que forman parte de su ulterior proceso de formación académica.

El punto central sobre le cual pretendemos llamar la atención haciendo mención de lo anterior, es el peso de los aspectos semánticos en la consolidación de los aprendizajes del estudiante y la responsabilidad que tiene el facilitador al buscar desarrollar en el participante que adelanta su trabajo de grado una claridad conceptual como base para la consolidación de sus conocimientos y para la comprensión y concientización del proceso de investigación del cual es responsable para certificarse. En otras palabras, el estudiante debe “emerger” del proceso de construcción de su trabajo de grado con “firmeza conceptual”.

b) El asunto plagio como tema de discusión es abordado desde distintas perspectivas, nos interesa señalarlo por la responsabilidad que a nuestro juicio, tiene el facilitador en la transmisión de una ética propia de todo proceso de investigación académica a sus estudiantes. Un elemento adicional de esta ética se encuentra en el contexto en el cual se facilitan los aprendizajes en un modelo educativo basado en la EAD. La internet y todos los adelantos telemáticos propios de nuestra era digital facilitan en gran medida el acceso a diversas autorías de conocimientos e información, por la inmediatez (Gherab, 2009) y por los aspectos de apertura y gratuidad que provee cada vez más esta red ante las exigencias de las comunidades por el acceso libre a todo lo que se produce en el ambiente académico. Esta apertura forma parte además de los valores propios de la comunidad científica, tal y como lo establece Merton (1992) por ejemplo, en la definición de su ethos de la ciencia.

Esta condición de apertura de la Internet facilita la apropiación indebida de autorías por parte de los integrantes de la comunidad académica. Un interesante trabajo publicado por Sifontes (2006) señala los aspectos éticos relacionados con el plagio en los ambientes universitarios y la responsabilidad que le toca asumir al docente ante su institución, sus estudiantes y en el ejercicio de su labor profesional en la formación de una conciencia de respeto ante los aportes de autores precedentes a toda labor de investigación. El título del trabajo es de por sí una interesante invitación a discutir sobre este tema: El plagio en el contexto de la honestidad académica: ¿problema académico o problema de honestidad?
Lo que pretendemos plantear muy brevemente en este espacio es la importancia de adelantar por parte del docente/facilitador una labor de concientización en el estudiante, desde el inicio hasta el final de su formación como estudiante de postgrado, de que su aporte al acervo de conocimientos de la institución que lo certificará una vez que entregue su trabajo/tesis, debe hacerse sobre la base del respeto a los investigadores que lo precedieron y que le proveyeron de ideas, orientaciones y antecedentes para fundamentar su trabajo. Esto puede parecer improcedente o innecesario en el ambiente académico, pero es precisamente aquí que se hace urgente en una época en que el “copia y pega” se facilita enormemente por las ventajas informáticas.

En la Especialización y fundamentalmente en la etapa de culminación de los trabajos de grado de la misma, le damos una importancia enorme al establecimiento de pautas de conductas claras para el estudiante en este sentido, mediante la reiteración de los aspectos éticos que tocan la labor de todo investigador que se precie de serlo. Entre las estrategias que abordamos está la de discutir colectivamente y en los foros de entrada, en el módulo correspondiente, el trabajo de Sifontes u otro, y las implicaciones institucionales, profesionales y personales que para el estudiante y la institución que lo certificará tienen estas consideraciones. No pretendemos con ello convertirnos en “fiscalizadores” de la autenticidad y originalidad de los trabajos presentados por los estudiantes mediante una comprobación sistemática de dicha originalidad (esto se haría eterno), pero sí en garantes del prestigio institucional que respalda los TEG mediante la orientación oportuna y reiterativa de estos aspectos que pueden parecer tangenciales.

c) Como tercer y último punto, queremos destacar los aspectos concernientes a la forma comunicacional que se ha adaptado en esta Especialización, que como dijimos trabaja con la plataforma Moodle. La construcción colectiva del conocimiento que sirve de fundamento teórico a esta herramienta tecnológica orienta algunas estrategias didácticas que se utilizan para consolidar los aprendizajes de los estudiantes/participantes. Señalamos muy por encima dos de estas: indicar al estudiante de manera reiterativa la necesidad de revisar de manera crítica sus propios productos y discursos. Algunos estudiantes tienen aún dificultad en comprender la “orientación circular” del proceso de investigación que exige una revisión continua de su discurso. Como la pauta instruccional del TEG establece la aprobación de cada capítulo del trabajo para poder seguir adelante con el siguiente (si el facilitador aprueba el Planteamiento del Problema, entonces el estudiante puede pasar a desarrollar el Marco Metodológico, por ejemplo) existe una tendencia por parte del estudiante a “fosilizar” cada capítulo aprobado y no volver más sobre lo escrito y aprobado. Con la reiteración de la importancia de revisar el trabajo en su conjunto a medida que se avanza y mediante la exposición de comentarios sobre cada capítulo ante los compañeros del curso como una forma de co-evaluación en los foros y correos de la plataforma (también se resaltan y citan en las observaciones del facilitador los aspectos destacados de cada trabajo escrito como ejemplo a tomar en cuenta para los demás compañeros) se intenta lograr que los estudiantes flexibilicen su forma de abordar sus avances, a pesar de que el tiempo y por tanto los plazos de entrega de los TEG es un factor de presión para que no se realicen las necesarias revisiones.

Un aspecto importante del proceso que acompaña la efectividad y la calidad del aprendizaje, al menos en la educación telemática, es el de la respuesta oportuna a los requerimientos e inquietudes del estudiante (Ortiz, 2006) esto es, la respuesta a tiempo, en la entrega de observaciones por parte del facilitador para no desestimular al estudiante en su proceso de construcción del trabajo. Cada estudiante tiene su ritmo de aprendizaje y trabajo, en este sentido la plataforma y específicamente el uso que de la misma hace la EAD permite la atención individualizada a cada requerimiento. Desde esta perspectiva, una herramienta como la Moodle por ejemplo, o cualquier medio comunicacional innovador que tengamos a mano, como el correo electrónico o el chat por su inmediatez, es de ayuda crucial y el facilitador debe aprender a sacar del mismo el mayor provecho para beneficio del estudiante
 
Conclusión
Los aspectos discutidos en este espacio pueden parecer tangenciales en la práctica de la elaboración del trabajo de grado de cualquier estudiante porque pueden darse por sentado a la hora en que el estudiante elabora el trabajo final mediante le cual culmina un proceso de aprendizaje que lo certificará en el nivel académico correspondiente. Sin embargo, como facilitadora nos hemos encontrado en que precisamente lo que damos como “materia vista y aprobada”, en algunos casos, se convierte en trascendente porque constituye un pilote fundamental sobre le cual se asienta el proceso de convertir al estudiante en un indagador éticamente consciente de la realidad que pretende describir o modificar. Esperamos que este papel de trabajo sirva de excusa para abrir una discusión que nos parece necesaria.
 
Referencias

Córica, J. L. y Dinerstein, P. Diseño curricular y nuevas generaciones: incorporando a la generación NET. Mendoza: Editorial Virtual Argentina, 2009.

Gherab, K. “Panorama de la digitalización de la ciencia y la cultura en la red”. En: Arbor, v. 185, no. 737 (2009), p. 505-519.

Merton, R. Teoría y estructura sociales. México: Fondo de Cultura Económica, 1992.

Ortiz Urrutia, J. R. “Benchmarking y la calidad de la educación telemática”. En: [revista] Informe de investigaciones educativas, Caracas. v. 20, no. 1 (2006), p. 173-174. Disponible en: http://biblo.una.edu.ve/ojs/index.php/IIE/article/view/22

 
 

 

 
 
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