Revista 
          Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales 
           ISSN
          1669-1555   | 
    
     
        
      Volumen 12, nº 1 (2014)  | 
    
     
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      Acompañando, socializando y apostando a la escritura académica  
        en el grado 
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        por Graciela Mingo, Elisa Sarrot, César Sione, Teresa Luque | 
    
     
      Universidad Nacional de Entre Ríos        | 
    
    
    
    
      | gvebi@arnet.com.ar | 
    
    
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      Para citar este artículo: Rev. Arg. Hum Cienc. Soc. 2014; 12(1). Disponible en internet:  
      http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v12_n1_09.htm | 
    
    
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      | Introducción | 
    
     
      En el grado universitario quienes deben redactar una tesis vienen  acercándose a la escritura desde las cátedras, pero no se sienten del todo  preparados para hacer público y comunicable lo producido, mediante un género  específico que tiene  sus peculiaridades y reglas, implica competencias lingüísticas particulares  y se rige por normas propias.  
         
También es  cierto que en las currículas de Metodología de la Investigación y de los  Seminarios de Tesis, la escritura está presente en algunos tramos: elaboración  del Proyecto, del Estado del Arte y Marco Teórico, pero los tiempos del ciclo  lectivo no permiten enfatizar la escritura, a pesar del contexto de  dificultades, a veces serias, en lecto-escritura, devenidas trayectorias  educativas previas. En un futuro cercano para el estudiante, la elaboración del  informe de tesis, estará huérfana de seguimiento y apoyo curricular, contando  sólo con la tutoría correspondiente, y luego con la mirada evaluadora. Esto se  agrava cuando recordamos que el desempeño de estas figuras –tutores y  evaluadores– escapa casi por completo a la injerencia institucional. 
 
El aprendizaje  de la escritura científica se vuelve significativo mediante una práctica que  conduzca a la producción con estilo propio, con la consigna de encontrar ese  estilo, pero respetando las normas del campo académico.  
 
Nuestra preocupación no es  nueva. Las dificultades en la escritura académica en la formación de grado y  posgrado, que conlleva la no finalización de las tesis, han sido objeto de  numerosos estudios (Paulino, P., 2004, 2006; Guerrero y Coria, 2007; Echevarría, H. y Ducuron, V. -comps.-, 2009, entre otros). Los  docentes de metodología de la investigación no podemos naturalizar esta  cuestión y con ello desguarnecer al estudiante que además de requerir de la  escritura en múltiples instancias, deberá egresar mediante la realización de  una tesis. 
 
En el congreso 2012 de la Red Latinoamericana de Metodología de las  Ciencias Sociales (Manizales, Colombia), se escucharon propuestas de fomentar  la escritura desde los primeros años del grado (Torres e Izura, UNCuyo; Murgueitio,  UNBuenaventura; Badano, UNER; Cadena Castillo, De la Rosa Alzate y Jarrín  Ballesteros). En ese sentido, desde nuestras cátedras metodológicas [1] apostamos  a que los estudiantes la valoren y practiquen como atributo relevante de su  formación, proponiendo, desde un Proyecto Innovador [2], un aprendizaje vivencial de la  comunicación científica en formatos propios, reconociendo diferencias de estilo  en investigaciones cuantitativas y cualitativas, sin soslayar la posibilidad de  la complementariedad metodológica. Ello implica entender a la investigación  como práctica aunque cargada de teoría (Sautú, 2003), y al aprendizaje de la  metodología de la investigación como un aprender a investigar investigando  (Samaja, 1993). 
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      Los antecedentes de  la propuesta innovadora en nuestra Facultad   | 
    
    
      En segundo año, Metodología de la Investigación Social profundiza en la consulta de fuentes  secundarias para el Estado del Arte y Marco Teórico, las normas de escritura  académica, las formas de inclusión de las “voces de otros” en los textos  propios –citas, referencias y notas–. Este último es contenido ineludible en el  marco de la ética de la investigación, más aún en la era de los recursos de  consulta electrónicos, cuando la tentación del plagio se ha incrementado, y el  resguardo de la propiedad intelectual no siempre está garantizado en los sitios  web. 
         
Se realizó en  2008 un trabajo inter cátedra (con una asignatura de cada Licenciatura) que  propuso a los estudiantes describir estructura de un texto, relacionar éste con  el título, identificar contexto de producción textual, elaborar un glosario,  identificar modalidad discursiva, despejar ideas claves y discusiones teóricas del  autor, sintetizar conclusiones, e identificar referencias bibliográficas. 
 
En tercer año, Metodología y Técnicas de Investigación Cuantitativa y  Análisis Estadístico, propone desde 2003 un estilo de aprendizaje vivencial, a fin de  generar habilidades para la investigación mediante una práctica de  investigación colectiva en aula-taller, que transita la “trastienda de la  investigación” (Wainerman y Sautú, 1997). Los docentes hemos sintetizado la experiencia  en formatos ponencia [3] y capítulo de libro [4], además de publicarse los  resultados en CD y algunas impresiones. En 2012 se dieron a conocer resultados  en una Gacetilla Informativa [5]. Pero, como se advierte, no son los  estudiantes quienes “comunican”, participando estos de la escritura sólo en  tramos puntuales, de allí este nuevo desafío. 
 
También en tercer año,  Metodología y Técnicas de Análisis Cualitativo, al ser cuatrimestral, impide la  práctica de escritura de informes, priorizando la lectura de producciones de  otros. 
 
Vemos entonces que la práctica de la  escritura académica, que será tan requerida al estudiante en muchas instancias,  una de ellas insoslayable como es la tesis, está presente parcialmente, desguarneciendo  la formación profesional en un aspecto importante.  
 
Se busca  entonces desde esta experiencia, que los estudiantes conozcan las normas de  enunciación y recepción de textos científicos, problematicen el proceso de  producción y escritura como práctica autónoma, despejen la idea de que la  escritura es una acción mecanizada para descubrir que, por el contrario, pone  en juego la interpretación, reflexión y resignificación del conocimiento a través  de su comunicación.  
      El “premio” de publicar, a fin del período lectivo, los artículos  producidos por quienes participen, brinda un plus al logro de un aprendizaje significativo.  | 
    
    
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      El sustento epistemológico y  pedagógico de la experiencia  | 
    
    
      En el campo de  la producción científica, y por ende, en la elaboración de una tesis, la validación  expositiva (Samaja, 1993) es clave, debido al imperativo de escritura y  publicación que rige en el campo académico (Bourdieu en Gutiérrez, 2005). En la  escritura, desde aprendizajes previos y concomitantes, se avienen el sujeto  cognoscente y el sujeto producente, lo cual muestra que el aprendizaje del  oficio de investigador debe involucrar esta destreza –también el adiestramiento  en la lectura que la sustente y potencie–, además del conocimiento de la razón  de ser de cada formato textual y la ejercitación al menos en algunos de ellos. 
         
En esta  experiencia proponemos a los estudiantes elaborar un artículo científico,  porque éste convoca una propiedad relevante: la circularidad (apertura,  desarrollo y cierre), a diferencia de un memo, paper o avance, que quedan  generalmente “abiertos”, por tratar cuestiones parciales del proceso  investigativo. Y como plus, por su extensión reducida, incorpora la capacidad  de síntesis. El artículo requiere coherencia lógica interna, rigor, honestidad,  fundamento y, exposición de un producto. Su elaboración entonces implica una  especie de “ensayo micro” en las destrezas que exigirá la futura tesis. 
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      Los aspectos concretos de la  experiencia.  | 
    
    
      Se acompaña un proceso de  escritura, como acto de “poner afuera” y “someter al juicio de otros” la  producción intelectual, dando cuenta de un aprendizaje en las competencias  comunicativas propias del campo científico.  
         
        Los estudiantes se apropian de  herramientas metodológicas para escribir correctamente y vivenciarse como autores/enunciadores.  El material de apoyo[6] apuntala cada tramo de la producción escrita, y el  intercambio presencial y on-line de correcciones entre docentes y estudiantes, conlleva  un aprendizaje enriquecido a partir de mirar y mirarse, evaluar y evaluarse,  aprender desde la propia producción y desde la de los pares. 
         
      Las producciones se publicarán en cuadernillo y se expondrán en una  jornada de divulgación a fin del año, a la que se invitará además a quienes  están realizando sus tesis.   | 
    
    
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      Reflexión final  | 
    
    
      Al tratarse de  un proyecto en marcha, marcamos las cuestiones hasta ahora más significativas de  este aprendizaje experiencial del rol de escritor: 
         
        Los aspectos  epistemológicos/ teóricos/ metodológicos/ normativos de la escritura académica,  se aprenden vivencialmente en la producción individual y el debate colectivo, en  la autoevaluación y la evaluación por pares, de procesos y de productos. 
         
        Se ponen en  valor los criterios para la búsqueda bibliográfica, el acercamiento a expertos,  la lectura comprensiva, la localización de fuentes confiables, y la producción de  un escrito autónomo en contenido y estilo, experimentándose las dificultades y  placeres del escribir, la angustia de la página en blanco, el caos de los  primeros borradores, las cuestiones de redacción y sintaxis…  
         
      Por último, y no  es poco, docentes y estudiantes logramos entramar teoría y práctica, además de  aportar a derribar ese fantasma de escribir, en general, y escribir la propia  tesis en particular, lo cual sin dudas sustenta y adiestra para ese “momento  tan temido”.  | 
    
    
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      Referencias  | 
    
    
      1. En segundo y tercer año de las Licenciaturas en  Trabajo Social y Ciencia Política, Facultad de Trabajo Social, Universidad  Nacional de Entre Ríos 
         
            2. Proyecto Innovador Pedagógico en marcha, en el marco de la convocatoria  2013 de la Secretaría Académica de Rectorado nuestra universidad. UNER.  
             
            3. Universidad Autónoma de Entre Ríos.  Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales. Jornadas Pedagógicas 2012.  Paraná, 27 y 28 de septiembre de 2012. Expositores Mingo, Sarrot, Luque y Sione  “La cátedra: una instancia  pedagógica de taller de la práctica de la investigación en la construcción  colectiva de conocimientos”. 
             
            4. “La Investigación en Trabajo  Social”, Volumen X, Edición Julio 2012. Paraná, Entre Ríos. Facultad de Trabajo  Social. UNER. “La cátedra: una instancia de taller para aprender a investigar  investigando”, págs. 87 a 97. ISSN1666-5279.  
             
            5. AIM Digital. Agencia de Informaciones del  Mercosur. Fecha 6/12/2012. Resultados investigación de cátedra. “Creen que la  despenalización de marihuana para consumo tendrá poca incidencia”. URL:  http://www.aimdigital.com.ar/aim/?p=128268 Publicado el 6 dic. 2012. Archivado  bajo Provinciales. 
             
            6. A la bibliografía habitual de las  cátedras, agregamos textos específicos de escritura académica (Arnoux, Di  Stefano, Pereira, 2004; Carlino, 2004; Dalmagro, 2004; Nogueyra 2003;  Richardson 2011).  | 
    
    
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      | Bibliografía | 
    
    
      Arnoux, E., Di Stefano, M., Pereira,  C., La lectura y la escritura en la  Universidad Bs. As: Eudeba, 2004 
Carlino, P.  (coord.), Leer y escribir en la  Universidad. Buenos Aires: Asociación Internacional de Lectura, 2004. 
Carlino, P., La  experiencia de escribir una tesis: contextos que la vuelven más difícil. Anales del Instituto de Lingüística,  Universidad de Cuyo, Argentina. Vol. xxiv – xxv –xxvi, 2006, 41-62. 
Dalmagro, M., Cuando de texto científico se trata… Bs.As.: Comunicarte editorial,  2004.  
Echevarría, H. y Ducuron, V. (comps.), “La motivación en el  Trabajo Final de Licenciatura. Estudio de tres casos” En: Echevarría, H. y  Silva de Ducuron, N. (Comp.) Motivación y teorías implícitas en actividades  de investigación de alumnos universitarios, Córdoba: Editorial Fundación  Universidad Nacional de Río Cuarto, 2009. 
Freire P., Pedagogía del oprimido, Bs. As.: Siglo  XXI Editores, 1972. 
Guerrero, M.  y Coria, K. Taller de tesis: una estrategia para mejorar  las competencias en la graduación Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos  Aires. Enviado por e-mail durante el Tercer Simposio Las tres T [t] (tesis,  tesistas y tutores [+ tiempo]).12 al  26 de abril, 2007. 
Gutiérrez,  A., Las prácticas sociales: Una introducción a Pierre Bourdieu Córdoba:  Ferreyra Editor, 2005. 
Martino B. y  Barreda A., Cuadernillo de comprensión  lectora, Mendoza: UNCuyo, 2007. 
Moyano, J., La tesina de grado: su lugar en el proceso-aprendizaje. Consultado  el 25 de junio de 2009 en http://juliomoyano.wordpress.com/files/2009/09/las-tesinas-y-su-rol-en-el-proceso-de-ensenanza-aprendizaje1.doc 
Nogueira S., Manual de lectura y escritura universitarias, Bs. As: Biblos, 2003. 
Richardson R. D., Primero leemos, después escribimos. El  proceso creativo según Emerson, Bs. As.: Fondo de Cultura Económica, 2011. 
Samaja J., Epistemología y Metodología, Bs. As.: Eudeba, 1993.  
Sautu, R. Todo es teoría. Objetivos y métodos de investigación Buenos Aires:  Ediciones Lumiere, 2003. 
        Wainerman C. y Sautú R., La  trastienda de la Investigación, Bs. As.: Ed. De Belgrano, 1997.
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