Los desafíos de la capacitación docente: una experiencia en el área de la metodología de investigación 
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        por
        Florencia Bustingorry | 
    
     
      Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo,  Hidalgo, México. 
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      florenciabustingorry@hotmail.com        | 
    
    
    
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      | Resumen | 
    
    
      En este artículo reflexionamos sobre un  ejercicio de capacitación docente, realizado en el área de metodología de la  investigación, en una institución de nivel universitario en el Estado de  Hidalgo, México. Hacemos hincapié en las competencias previas que poseenen el  área los docentes asistentes al curso, la respuesta que tuvieron frente a la  capacitación, los prejuicios que se generaron a partir de la “exigencia” por  parte de las autoridades de un curso, los mecanismos de resistencia y/o  aceptación frente a esta actividad y la respuesta de la institución ante el  reclamo de los docentes frente a una actividad de formación. Realizamos el  análisis partiendo del concepto de obstáculo epistemológico de Gastón  Bachelard, para explicar los procesos de resistencia/negociación y el  concepción de habitus de Pierre  Bourdieu para explicar los mecanismos de producción esquemas de apreciación del  mundo que generan los agentes en su vida cotidiana y su vinculación con el  proceso de construcción de conocimiento.   | 
    
    
      | Palabras clave | 
    
    
      | Capacitación docente, obstáculo epistemológico,  prejuicios, vigilancia epistemológica. | 
    
    
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      The challeng of teachear's  training: an experience in the research methodology area  | 
    
    
      | Abstract | 
    
    
      This article is about a capable teaching programme, in the area of  teaching, its development and methology of research inside the university level  in Hidaldo, México. We always try to deepen in the previous knowledge and  skills of the students that attend the courses, the answer to their  capabilities, the prejudice against the attitude and the manner of the teaching  leaders behavior, the resistance and/or acceptance of the activities provided  and the answer of the institution according to the students claim connected to  the improving programme. We base our conclusions on analysis from the concept  of epistemological obstacle (Gastón  Bachelard) for explaining the process of resistance/negotiation and the concept  of habitus (Pierre Bourdeu), refered  to the mechanism of production of skims, emerged from the daily life of the  agents and their connection to the process of getting knowledge.        | 
    
    
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      Para citar este artículo: Rev. Arg. Hum Cienc. Soc. 2014; 12 (2). Disponible en internet:  
      http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v12_n2_04.htm | 
    
    
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      | Introducción | 
    
     
      El objetivo de este trabajo es reflexionar acerca de la experiencia de  un taller de metodología de la investigación dirigido a docentes de nivel  universitario. Nos interesa hacer hincapié en la necesidad de capacitación  docente en el área de la metodología de la investigación, en función de las  competencias previas que estos sujetos tienen en el área. También nos  centraremos en la respuesta de los profesores frente a una capacitación que  proviene de un agente externo a su institución, los prejuicios que se formaron  a partir de la “imposición” por parte de las autoridades de un curso, los  mecanismos de resistencia y/o aceptación frente a esta actividad. Por otra  parte, daremos cuenta de la respuesta de la institución frente al reclamo de  los docentes ante una actividad de formación.  
         
Abordamos nuestro objeto de estudio desde la noción de “obstáculo  epistemológico” de Gastón Bachelard[1], para analizar cuáles son los  mecanismos a través de los cuales se construye el conocimiento científico,  rompiendo con el sentido común y con los prejuicios que atraviesan al sujeto  del conocimiento. 
 
También trabajamos algunas nociones de Pierre Bourdieu, a partir del  concepto de habitus y su relación con  la construcción de sentido que realizamos los agentes sociales sobre nuestra  realidad y su vinculación con los obstáculos epistemológicos.  
 
El caso que se analiza es un curso que se dictó durante el tercer  cuatrimestre de 2014 en México, a 26 docentes/investigadores en el área de  ingeniería. Este curso fue de carácter introductorio y los objetivos del mismo  fueron:abordar conceptos y técnicas propias de la metodología de la  investigación científica; reflexionar críticamente acerca del carácter de la  investigación científica, la relación entre teoría y metodología; generar un espacio  de debate en el cual se puedan integrar los avances de los trabajos de los  participantes en el seminario y trabajar en el seguimiento de proyectos y  trabajos, teniendo en cuenta ámbitos y exigencias de publicación. 
 
El curso fue propiciado por las autoridades de la universidad, el  argumento fue la carencia de publicaciones o trabajos de investigación  debidamente documentados. Desde la secretaría general de la institución se  planteó que los investigadores se dedicaban a la “ciencia aplicada”, pero a la hora  de redactar un protocolo de investigación, presentarse a becas, subsidios o  publicar los resultados de su trabajo, se encontraban con un problema que, a su  juicio, era producto de la falta de herramientas metodológicas.           | 
    
     
      
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      | Algunas ideas previas | 
    
    
      Partimos de la premisa que sostiene que la investigación científica es un proceso y como tal  resulta dinámico, que se desarrolla según un método que sigue una serie de  etapas interrelacionadas y que contempla entre sus principios una continua  revisión de los momentos que lo conforman. Es una investigación de tipo  sistemática, controlada, con una base empírica y que tiene por objetivo  producir conocimiento. 
         
En este sentido, es necesario reflexionar acerca  del rol que cumplen tanto los referentes  conceptuales como los empíricos en el proceso de investigación y de producción  de conocimiento sobre esta práctica. Nos interesa indagar cómo podemos abordar  los obstáculos que se nos presentan en el proceso de investigación y qué  situaciones identificamos como favorecedoras. 
      Trabajaremos inicialmente sobre algunas categorías de Pierre Bourdieu  que nos pueden ayudar a dar cuenta de algunos de los obstáculos que encontramos  en el camino del abordaje de la construcción del conocimiento y las  contradicciones que se hacen presentes en el hacer cotidiano de la  investigación científica.  | 
    
    
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      | Los obstáculos epistemológicos | 
    
    
      La construcción de conocimiento científico y  la práctica de la investigación son históricas, se  producen en un contexto y en un determinado campo[2].En relación con esto un tópico ineludible tiene que ver con cuáles son  los discursos hegemónicos que circulan y se legitiman cotidianamente en el  ámbito académico.  
         
        Una de las funciones de la formación académica es la de contribuir a  desnaturalizar, cuestionar o deconstruir algunos supuestos del sentido común,  para poder elaborar una visión crítica de los discursos que nos circundan y de  las prácticas en las que estamos insertos. Como señala Elena Achilli[3] se hace  necesario poner en evidencia desde qué lugar teórico estamos abordando el  conocimiento sobre la realidad para poder acceder a una “permanente reflexividad crítica de objetivación y auto-objetivación del  proceso en el que nos implicamos”,para poder articular las decisiones  teóricas con las metodológicas en el proceso de construcción de conocimiento.  
         
        Es a partir del momento en que ponemos en duda algunos de nuestros  presupuestos, que podemos iniciar un proceso de aprendizaje, así como  fortalecer una experiencia de investigación.  
         
        Según Bourdieu, Chamboredon y Passeron, las prenociones se  constituyen en un obstáculo epistemológico para la construcción del  conocimiento científico[4]. Cuando la lectura de los procesos sociales está velada  por las ideas y prejuicios del observador/analista se hace difícil construir  conocimiento sistemático y confiable.  
         
        En esta instancia se plantea la disyuntiva sobre cuál es el rol que  ocupa el investigador y encontramos distintos puntos de tensión entre los  conceptos de objetividad y subjetividad en relación con el trabajo de análisis  de la realidad. Siguiendo a los autores antes mencionados, podemos decir que al  momento de realizar el análisis de lo social hay que abordar la tensión entre objetivismo y  subjetivismo, estos dos momentos se encuentran en una relación dialéctica. Las  estructuras objetivas que construye el investigador en el momento objetivista,  son el cimiento de las representaciones subjetivas, tienen un importante peso  sobre las interacciones, y suponen coacciones estructurales sobre éstas. Y esas  representaciones deben ser consideradas si se quieren analizar las luchas  cotidianas, que tienden a reproducir o transformar las estructuras[5]. 
         
        Aisladamente, cualquiera de las dos posturas daría una visión sesgada  de los procesos sociales ya que la separación entre estructuras y  representaciones es considerada desde esta visión como artificial.Pierre  Bourdieu apela a una fórmula pascaliana para indicar que“ [...] por el espacio,  el universo me comprende y me absorbe como un punto; por el pensamiento yo lo  comprendo”[6].  
         
        Conocemos al mundo, porque estamos insertos en él y nos abarca en tanto  sujetos de conocimiento, aquí se integra la noción de disposición, en  tanto el agente[7] incorpora las estructuras sociales en forma de estructuras  de disposiciones.  
        El concepto de sentido práctico, definido como orientación  cognitiva, espacial y temporal más o menos adecuada a la posición en el espacio  social, sería la superación de esta dicotomía entre objetivismo y subjetivismo.  
         
        El habitus no está dado de una vez y para siempre, sino que es a  través del sentido práctico y de las disposiciones como pueden  cambiar las posiciones del agente, en el contexto de lucha por la legitimación  de posiciones. Más allá de esto, el autor hace énfasis en la reproducción de  las estructuras sociales y en las de instituciones que las construyen y  refuerzan (desde las prácticas cotidianas), como por ejemplo las instituciones  educativas. Así, el habitus  como  conjunto de “estructuras estructurantes que tienden a estructurar”,por  una parte reproduce las estructuras sociales; así mismo, en tanto que se  constituye en la práctica,  es  dinámico,  es decir, susceptible a  cambios.  
         
        La incorporación de las estructuras del mundo que opera en las  estructuras cognitivas del agente producen una “naturalización” del contexto en  el que vive, el agente comprende este mundo porque ha incorporado sus  estructuras. Así, el habitus es histórico y puede cambiar en función de  nuevas experiencias de los agentes sociales.  
         
        El habitus es a la vez un sistema de esquemas de producción de  prácticas y un sistema de esquemas de percepción y apreciación de las  prácticas. Estas dos operaciones ponen en evidencia la posición social en la  cual se ha construido. El habitus actúa en la construcción de esquemas  de percepción del lugar que ocupa el agente en el espacio social (en los campos  en los que interviene), y como estructura clasificatoria de los demás (en  términos de un sense of ones´s place y  de un sense of other´s place).  
         
        La apreciación que tienen los agentes del mundo está condicionada o  construida a partir de su posición en el espacio social. El habitus es  el principio que guía la construcción del gusto y las prácticas generan  diferencias entre los agentes, que funcionan como signos distintivos. 
         
        Esta percepción del mundo está dada por una doble estructuración: por  el lado objetivo, está socialmente estructurada porque las propiedades  atribuidas a los agentes o a las instituciones se presentan en combinaciones  que tienen probabilidades dispares y desde el punto subjetivo está estructurada  por los esquemas de percepción y apreciación, en especial los que están  inscritos en el lenguaje. Estas dos esferas compiten para producir el sentido  común[8].  
      En tanto el habitus se constituye en la interiorización de la  exterioridad y en la exteriorización de la interioridad, las disposiciones son la exteriorización del habitus.   | 
    
    
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      | Cuestionar los saberes previos para construir nuevo conocimiento | 
    
    
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      Los esquemas de percepción y de diferencias que componen al concepto de habitus se pueden convertir en obstáculos epistemológicos en  nuestro trabajo de investigación. Así, la influencia de las nociones del  sentido común se presenta con una fuerza tal que todas las técnicas de  objetivación deben ser aplicadas en forma efectiva para realizar una  ruptura.  
           
          El “descubrimiento” científico no se reduce a la simple lectura de lo  real, ya que está suponiendo una ruptura con lo real. El trabajo de  desmitificación de la espontaneidad del hallazgo científico es central, la  ilusión del descubrimiento azaroso circula socialmente y está legitimado por  los mitos fundacionales de la ciencia. 
           
          En este marco se hace necesaria la reflexión sobre la opacidad de las  relaciones sociales y de la realidad que intentamos abordar con nuestra  práctica de investigación. Las categorías con las que percibimos al mundo son  construidas y tienen una intencionalidad; este es un principio que hay que  trabajar en forma continua. 
           
          El principio de vigilancia epistemológica supone poner en  evidencia los presupuestos de quien ocupa el rol de investigador, para intentar  evitar que estas nociones del sentido común oscurezcan nuestro abordaje de la  realidad. 
        En relación con esto Bourdieu propone  
        
                      Objetivar  al sujeto objetivante, objetivar el punto de vista objetivamente, es una cosa  que se practica corrientemente, pero se lo hace de una manera aparentemente muy  radical y en realidad muy superficial. Cuando se dice `el sociólogo está  inserto en la historia´ se piensa inmediatamente en `sociólogo burgués´. [...]  Se olvida que es necesario todavía objetivar su posición en ese subuniverso,  donde están comprometidos los intereses específicos, que es el universo de la  producción cultural[9]. 
         
        Cuando observamos el mundo  incorporamos en nuestra percepción la idea de que para hablar de él debemos  salirnos, retirarnos, debemos objetivarlo. Aquí nos encontramos en una  encrucijada que está dada por el hecho de que por un lado no debemos confiarnos  en lo “dado”, debemos “retirarnos” del mundo social para construir la otredad respecto de las prácticas que analizamos y por otro lado no debemos caer en el sesgo  teoricista. Podríamos decir que en este es un punto de tensión que no  debemos perder de vista en la práctica investigativa. | 
    
    
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      | Los docentes frente a la capacitación | 
    
    
      Respecto del proceso a través del cual se  forman en la investigación los docentes universitarios, podemos señalar que el  mismo tiene como correlato un importante trabajo de indagación de la realidad  que nos circunda. Eso supone un  proceso  de reflexividad sobre la propia práctica y sobre la construcción del  conocimiento.  
           
          El docente, en su carácter de transmisor de conocimiento, se constituye  en un sujeto que, en ocasiones, se resiste a pasar al rol de estudiante, sobre  todo cuando se encuentra en el mismo contexto en el que trabaja. La imposición  de cursos de capacitación en algunos momentos ocasiona procesos de resistencia,  activa o pasiva. Esta puede estar dada por la abierta crítica a los contenidos  del curso, a la finalidad del mismo. En la medida en que se concibe al docente  como un generador de conocimientos y no un sujeto de aprendizaje, es posible  que el mismo considere que ya nadie puede enseñarle nada nuevo, que posee un  capital simbólico y cultural suficiente como para desarrollar sus actividades  en el aula y fuera de ella.  
           
          Por otro lado, se espera que un profesional universitario tenga  conocimientos sobre metodología de la investigación, ya que la mayoría de las  carreras de grado cuentan con esta esta materia en su plan de estudio.  Sorprendentemente, en el caso abordado, la mayoría de los docentes (en la  mayoría de los casos con el grado de maestría terminada) tenían serias  falencias en el área metodológica. Por ejemplo confundían objetivos de conocimiento  con procedimientos, o fusionaban marco teórico con fuentes de datos o  referentes históricos. A la hora de hablar sobre reportes o publicaciones, se  pudo identificar que, además, no conocían las normas de estilo más usadas, como  lo son APA o Harvard. Lo más curioso es que la mayoría de los docentes (60%)  participa en proyectos de  investigación (en algunos casos de manera más activa y en otros solo  nominalmente), que no tienen prácticamente difusión de producciones, ya que les  cuesta encontrar la forma de transmitir el conocimiento producido. 
           
          Respecto de la actitud que expresaron frente al curso, algunos de los  mecanismos de resistencia/negociación observados en los docentes fueron los  siguientes:  
        
          - En los casos en que no se contaba con un  proyecto, se cuestionaba la utilidad de realizar un seminario de metodología,  ya que no tendría mucho sentido reflexionar sobre este tema si no se tenía un  trabajo de investigación en curso. 
 
          - Por otra parte, los docentes argumentaban  falta de tiempo para investigar. Indicaban que la universidad no les daba el  suficiente espacio para desarrollar actividades de investigación, ya que tenían  muchas horas de clase, asesorías, actividades burocráticas ligadas a la  actividad docente, reuniones de departamento, comisiones fuera de la  universidad, entre otras actividades.
 
          - También se pudo observar una cierta  resistencia a la normativa/imposición de hacer el curso. En este sentido los  asistentes, al principio, mostraban una actitud un tanto hostil hacia los  mecanismos de control implementados por la institución (una representante de la  secretaría académica tomaba lista a los presentes y controlaba que todos  estuvieran en el curso).
 
          - Se esgrimían distintos argumentos para  llegar tarde o no asistir al curso, “no me avisaron” indicó un profesor. 
 
          - Otro mecanismo de resistencia estaba dado  por el incumplimiento del horario de entrada en el curso, sistemáticamente  llegaban tarde y la clase daba comienzo 30 minutos después de la hora acordada.  El curso se desarrollaba los días viernes en las últimas tres horas de trabajo  de los docentes de tiempo completo (de 14 a 17horas). 
 
          - Se distraían con temas no vinculados a  los contenidos del curso o generaban discusiones sobre tópicos diversos, con el  objeto de salirse del eje del curso. 
 
          - En algunos momentos, los asistentes se  ponían a la defensiva cuando un colega les criticaba su trabajo. En las  distintas discusiones sobre los proyectos de investigación se pusieron en  evidencia algunos conflictos internos en la institución. Los docentes que no  simpatizaban entre sí expresaban esto a través de la crítica a los trabajos,  abordajes y metodología utilizada por los colegas. 
 
         
        Por  otra parte, la mayoría de los profesores que asistieron al curso eran  ingenieros, o profesionales formados en áreas de las ciencias exactas, y sus  investigaciones se orientaban hacia la ciencia “aplicada”, por ejemplo creación  de prototipos o software. Así que tenían una actitud un tanto hostil hacia la  metodología de la investigación, hacían evidente un prejuicio sobre la  aplicación de los contenidos que se trabajarían en el curso. Lo suyo era  “inventar” o crear prototipos, no escribir o “filosofar” sobre la ciencia.  
          Algunas de las estrategias llevadas a cabo para  tratar abordar los temas del curso fueron: 
        
          - Hacer hincapié en los trabajos que  estaban realizando los profesores, sus intereses y proyectos. En algunos casos  iniciaron proyectos de investigación en el curso. 
 
          - Dar lugar a la discusión sobre los  proyectos en el ámbito del curso, para propiciar la participación de todos los  docentes.
 
          - Hacer proyección de videos cortos sobre  el tema de la revolución científica.
 
          - Trabajar en forma de taller, sobre las  producciones de los profesores y sus avances.
 
          - Poner en evidencia los presupuestos  teóricos y metodológicos con los que contaban los docentes/investigadores.
 
         
      Se hizo especial hincapié en los modos de transmisión del conocimiento,  en la importancia de la redacción de textos para la divulgación de sus  hallazgos.  | 
    
    
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      | Reflexiones finales | 
    
    
      A modo de cierre se pueden esbozar algunas consideraciones, que no  intentan ser conclusiones sobre los tópicos abordados, sino todo lo contrario,  pretenden ser el punto de partida de nuevos interrogantes y planteos.  
        
          - En  primera instancia podemos señalar que un objetivo fundamental de reflexión teórica  y del acercamiento al campo empírico, es el de construir conocimiento a partir  de la deconstrucción de nociones del sentido común. Como ya dijimos antes es  necesario estar advertidos acerca de la necesidad de una permanente reflexividad crítica de objetivación y auto-objetivación del  proceso en el que nos implicamos, para buscar coherencia entre las  distintas resoluciones teóricas y metodológicas que vamos generando en el  proceso de conocimiento sobre la realidad.
 
          -  Es a través del proceso de vigilancia epistemológica como podemos  evidenciar en forma continua cuáles son nuestras ideas previas sobre la  realidad que naturalizamos. Este proceso no se presenta a priori sino es el producto de un trabajo  cotidiano y sistemático, que resulta de la  puesta en duda de algunos presupuestos, lo que, al mismo tiempo, puede ser  tanto un punto de llegada o de partida.    
 
          -  En el caso abordado, el área de conocimiento desde el que provenían  los docentes es central, la mayoría de ellos era ingeniero (industrial, por  ejemplo) y para culminar sus estudios de grado no realizaron tesis o tesina.  Así que un número importante de participantes no había realizado una tesis en  su carrera académica. Por eso también presentaban problemas en el proceso de  redacción, área en la que no se hace hincapié en las carreras de ingeniería. 
 
          -  También se observó un cierto prejuicio respecto del curso y su  “utilidad”, incluso en el hecho de que quien lo impartía no era de la  institución. 
 
          -  El argumento más utilizado para resistirse al curso tenía que ver  con  la falta de tiempo y de recursos  para la investigación, por la cantidad de horas dedicadas a dar clase,  asesorías, reuniones y trabajo burocrático en la universidad. En este caso se  puede observar una contradicción entre los dichos de los docentes y las  expectativas de la institución. Como dijimos antes un 60 % de los docentes  formaba parte de algún proyecto de investigación, pero muy pocos manejaban  acertadamente algunos conceptos claros sobre la investigación.
 
          -  La respuesta institucional ante los cuestionamientos fue que debían  formarse en el área de metodología de la investigación y se los apoyaría en los  proyectos que presentaran en el futuro. 
 
           
         
      Para finalizar, es necesario aclarar que a medida que avanzaba el curso  se fue viendo un paulatino cambio de actitud de los participantes. Al hacer  hincapié en sus intereses, trabajos y dudas, se sentían más satisfechos con sus  progresos en la materia.   | 
    
    
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      | Referencias | 
    
    
       
          1. Bachelard, G. La formación del  espíritu científico. Buenos Aires: Siglo XXI. 2000. 
         
          2. Los campos son definidos como espacios  estructurados de posiciones, cuyas propiedades dependen de su posición en  dichos espacios y pueden analizarse independientemente de las características  de sus ocupantes y tienen leyes generales (Bourdieu, P. Sociología y Cultura.  México: Grijalbo, 1984. P. 135). En los campos se encuentran luchas entre  quienes desean ingresar en él y quienes detentan su dominio y tratan de  defender el monopolio.  
        El concepto de campo da cuenta de una  estructura que no es estática sino que se constituye como una red de relaciones  objetivas entre posiciones, las que se definen en su existencia y en las  determinaciones que imponen a sus ocupantes, por su situación actual o  potencial en la estructura de la distribución de diferentes especies de poder y  por sus relaciones objetivas con las demás posiciones (Bourdieu, P. Respuestas  por una antropología Reflexiva. México: Grijalbo. 1995: 64). Lo que define la  estructura del campo es el estado de las relaciones de  fuerza que se dan en su interior. Las  estrategias de cada “jugador” no sólo dependen del volumen y la estructura del  capital en un momento determinado, sino de la evolución en el tiempo del  volumen y la estructura de su capital, esto es, de su trayectoria social y de  las disposiciones que son constituidas en la relación con ciertas estructuras  objetivas (Op. Cit., 1995: 66). 
         
          3. Achilli, E. Investigar en antropología  social. Los desafíos de transmitir un oficio. Rosario: Laborde Libros.  2000, p. 43. 
         
          4. Bourdieu, P., Chamboredon, J. y  Passeron, J. El oficio de sociólogo: presupuestos epistemológicos. Buenos  Aires: Siglo XXI. 1973. 
         
          5. Bourdieu, P. Cosas dichas por Pierre  Bourdieu. Barcelona: Gedisa. 1993, p. 129. 
         
          6. Bourdieu, P. Meditaciones pascalianas.  México: Grijalbo, 1997. 
         
          7. Desde esta perspectiva el concepto de  agente no se refiere a un simple epifenómeno de la estructura sino que  compromete, en sus prácticas, los principios incorporados de un habitus  generador de disposiciones adquiridas en la práctica históricamente  situada.   
         
          8. Bourdieu, P. Cosas dichas por Pierre  Bourdieu. Barcelona: Gedisa, 1993. 
         
          9. Bourdieu, P. Cosas dichas por Pierre  Bourdieu. Barcelona: Gedisa. 1993, p. 98. 
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      | Bibliografía | 
    
    
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          Bachelard, G. La formación del  espíritu científico. Buenos Aires: Siglo XXI. 2000. 
           
          Bourdieu, P. Meditaciones pascalianas.  México: Grijalbo. 1997. 
           
          Bourdieu, P. Cosas dichas  por Pierre Bourdieu. Barcelona: Ed. Gedisa. 1993. 
           
          Bourdieu, P. El sentido  práctico. Madrid: Taurus. 1991. 
           
          Bourdieu, P. Sociología y cultura.  México: Grijalbo. 1984. 
           
          Bourdieu, P.,  Chamboredon, J. y Passeron, J.El oficio de sociólogo: presupuestos  epistemológicos. Buenos Aires: Siglo XXI. 1973. 
           
          Bourdieu, P. y  Wacquard, L. J.D.Respuestas por una  antropología reflexiva. México: Grijalbo. 1995. 
      Durkheim, E. Las reglas del método sociológico. Buenos  Aires:Shapire, 1973. | 
    
    
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