Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales
ISSN 1669-1555
Volumen 13, nº 1 (2015)

La literatura como contenedor

por Gilberto Pérez Álvarez

Museo de Arte Carrillo Gil, México, D.F.

gil.per.alv.87@gmail.com

 
Resumen

Las condiciones actuales han logrado que algunas peculiaridades de los diferentes pueblos comiencen a desgastarse o incluso a desaparecer, la globalización ha derrumbado murallas que en otros tiempos eran infranqueables, las pérdidas en el sentido social aún no han sido contabilizadas pero en su momento revelarán una disminución en la identidad de las culturas y la homologación de las mismas bajo un régimen económico. Nos conectaremos mediante el wi-fi y nuestro rasgo principal será la marca del celular mientras que el color de piel, rasgos étnicos o vestimenta tradicional será una publicación en el álbum que nombrarán como “típico”. La literatura nos ofrece un refugio para mantener la identidad de las culturas, a través de los escritores y su obra podemos mantener una idea diacrónica y sincrónica, del dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos.

Palabras clave
Literatura, globalización, identidad, sociedad.
 
Abstract

The current conditions allows the degradation -and in some cases- the disappearance of some native population, the globalization has overthrown walls than in other time were impassable. The social sense losses have not been counted but at some point a decrease of the cultural identity and the unification of an economic regime will be revealed. Everyone will be connected through WiFi and our main characteristic will be the brand of our cell phone while the color of the skin, ethnic features and traditional clothing will be part of a publication labeled as “traditional”. Literature offers a refuge to maintain the cultural identity through writers and their works keeps a diachronic and synchronous idea about: Where do we come from? Where are we? Where are we going?

Keywords
Literature, globalization, identity, society.
 
Para citar este artículo: Rev. Arg. Hum Cienc. Soc. 2015; 13 (1). Disponible en internet:
http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v13_n1_03.htm
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Introducción

En el presente trabajo se busca hacer una reflexión de todo aquello que resguarda un texto literario, más allá de los múltiples estudios que se pueden hacer sobre poética, estética, forma; ofrece una serie de temas desde los que se puede analizar o aportar ejemplos e ideas en disciplinas como la sociología, historia y la antropología. Si bien son ramas que rara vez son ligadas con la literatura, no se deben considerar ajenas pues al final, la literatura sigue siendo un reflejo del tiempo en que es producida.

La globalización ha puesto en la mesa nuevas formas de relación y por otro lado ha eliminado ciertas características que definían a las sociedades en tiempos pasados:

El descubrimiento de que el mundo se volvió mundo, de que el globo ya no es sólo una figura astronómica, de que la Tierra es el territorio en el que todos nos encontramos relacionados y remolcados, diferenciados y antagónicos, ese descubrimiento sorprende, encanta y atemoriza. Se trata de una ruptura drástica en los modos de ser, sentir, actuar, pensar y fabular. Un evento heurístico de amplias proporciones, que estremece no sólo convicciones sino también visiones del mundo (Ianni, 1996).

Teniendo presente esto, es importante considerar cada creación para construir un mapa que nos explique de donde se viene, se está y a donde puede que se dirija la sociedad.

El arte por su parte tiene un carácter utilitario, no es solamente lo bello como lo plantea Tolsoti: Un hombre cualquiera es capaz de experimentar todos los sentimientos humanos, aunque no sea capaz de expresarlos todos. Pero basta que otro hombre los exprese ante él, para que enseguida los experimente él mismo, aun cuando no los haya experimentado jamás. Gracias a las posibilidades que tiene, su capacidad de transmitir experiencias y sensaciones le confiere características cuyos alcances van más allá del objetivo primario, registran, como obra individual o colectiva, una serie de vivencias con importancia claramente social que atañe al creador como a la sociedad receptora del objeto artístico.
 
El objetivo principal es dar motivos para mirar a la literatura como un contenedor en el cual se hallan herramientas suficientes para vislumbrar la identidad y cultura del momento en que fue producida, así como alertar que las interpretaciones pueden nublar y crear un falso ambiente en el cual los que se interesen en la sociedad hallen pistas falsas para sus estudios o que se use el texto como una simple distracción:

[…] debemos distinguir entre el uso libre de un texto tomado como estímulo imaginativo y la interpretación de un texto abierto. Sobre esta distinción se basa al margen de cualquier ambigüedad teórica, la posibilidad de lo que Barthes denomina texto para el goce: hay que decidir si se usa un texto como texto para el goce o si determinado texto considera como constitutiva de su estrategia (y, por consiguiente de su interpretación) la estimulación del uso más libre posible. Pero creemos que hay que fijar ciertos límites y que, con todo, la noción de interpretación supone siempre una dialéctica entre la estrategia del autor y la respuesta del Lector Modelo (Eco, 1987).

Por simple que nos parezca un texto, hay que decidir la forma en que se va a abordar, cuando se tenga claro, hay que darle la seriedad necesaria para cumplir como lector y no caer en sobre interpretaciones o falacias a la hora de argumentar el texto.


La literatura puede considerarse una capsula de tiempo

El contenido que hay en un poema, novela, cuento o ensayo no se limita a la intención del autor, si bien, éste la tiene y muy probablemente quiere que sea descifrado por los lectores, no se puede descontextualizar el entorno en que el texto es gestado: la sociedad, condiciones económicas, políticas, inestabilidades sociales se ven impresas en los escritos, pues los escritores no pueden negarse como seres sociales, por el contrario, son los grandes escritores aquellos que mejor plasman, analizan y observan el ambiente en el que viven. Por otro lado, el lector tiene gran importancia en el dialogo que establecen autor-lector y cito a Eco: Naturalmente para realizarse como Lector Modelo. El lector empírico tiene ciertos deberes “filológicos”: tiene el deber de recobrar con la mayor aproximación posible los códigos del emisor. Un buen lector es quien va a completar el código de comunicación al poder desmenuzar por completo a un buen autor.

Ejemplos claros son las novelas que se desarrollan en escenarios coyunturales: Por quién doblan las campanas de Hemingway o Canción para la noche de Chris Abani son relatadas dentro de ambientes bélicos muy distintos. La primera en la Guerra Civil Española y la segunda durante conflictos armados en África. Ambas retratan la crueldad de la guerra, pero lo importante para nosotros es analizar aquella información que los autores imprimieron. Los ideales, la postura y el papel de los milicianos, que sabían, representaban para la formación de la República en España; Hemingway, desde su visión de extranjero que apoyó la guerra del lado republicano, arroja una serie de elementos que nos permiten reconstruir el momento y el pensamiento de los personajes, si bien no son sujetos históricos, representan la visión de Hemingway y la manera como percibió a los soldados españoles cuando interactuó con ellos:

Yo me había quedado muy impresionada al ver a Pablo matar a los guardias civiles; fue una cosa muy fea, pero yo me decía: “Hay que hacerlo así. Así es como hay que hacerlo”. Y, al menos, en ello no hubo crueldad; sólo les quitamos la vida, cosa que, como hemos aprendido en estos últimos años, es fea, pero también es necesaria si queremos ganar y salvar a la República (Hemingway, 1940).

No podemos considerar que la novela nos va a revelar todos los motivos de la guerra o hechos históricos puntuales; en este punto es donde el ojo crítico debe presentarse para saber qué información nos ayuda a construir un mapa ideológico y cultural: comida, armas, ropa, palabras en español que Hemingway incluyó, develando así de cierta forma el discurso y la manera de hablar de un grupo específico.

Canción para la noche se desarrolla en un ambiente africano que evidencia las atrocidades de la guerra. En un futuro utópico en donde los conflictos bélicos no existieran, la novela corta del nigeriano Chris Abani sería una instantánea que podría evidenciar la existencia de niños soldados, su función en el frente de batalla y las condiciones sociales de un país sumido en una guerra civil tan cruel que no promete un futuro para sus habitantes:

La muerte siempre es la expectativa aquí, y cuando me cortaron la garganta no fue distinto. Nadie lo explicó al principio. Nadie tenía tiempo, a nadie le importaba; después de tres años de guerra civil ya nada es extraño: escoge el motivo que más te satisfaga. Hay muchas formas de decirlo, pero yo me escojo éste: se acercaron a mí y me dijeron que me habían seleccionado para una misión especial (Abani, 2011).

Si se analizan escritos concebidos en momentos específicos, podemos formarnos una idea de las condiciones que existían en su escritura, analizar el tema y la forma, más allá de los análisis de estilo.

El ensayo es un género que marca claramente sus objetivos, es propiamente su carácter analítico lo que coloca al ensayo en uno de los grandes contenedores culturales ya que nos ofrece una visión desmenuzada y trabajada, arroja propuestas pero cada una en su fundamento se cimenta en una observación del entorno en que se está desarrollando.

El cuento y la novela son minas en las cuales se puede pasar una vida sin terminar de agotar las interpretaciones. La complejidad en el análisis de alguno de estos géneros se debe a su naturaleza inventada. Si bien se puede partir de un hecho real como los casos ya mencionados, una sobre interpretación o una mala lectura la cual considere algunos aspectos como si fuesen reales aunque sean inventados. Esto se debe a la gran cantidad de información a la que estamos sometidos a diario, las redes sociales bombardean a sus usuarios con notas que si no se tiene la curiosidad o conocimiento suficiente pueden pasar por verdaderas, provocando una trasmisión de información errónea. La lectura crítica debe ser el primer bastión para el estudioso que emplee la literatura como fuente para hacer una reconstrucción de la cultura.

La objetividad con que se analiza un texto es fundamental, si bien el placer de la lectura se logra sin tener que ser un teórico de la literatura, es necesario saber de teoría para analizar y desmembrar un texto. Entre los estudiantes de Lengua y Literatura se fomenta la idea de que el disfrute de un texto no va peleado con la objetividad para analizar el mismo. El Conde Lucanor se puede disfrutar y ver como un manual de formación para los futuros regentes en el Medievo español, un estudioso de dicho manual lo va a leer con el fin de encontrar más de lo que un lector común vislumbraría en el texto, como lo puede ser una referencia a la sociedad y las condiciones en que vivía; los estamentos existentes, condiciones políticas, religiosas y económicas son argumentos que obligatoriamente volteará a ver para explicar el objetivo del texto, entendiendo además que el objetivo de aquello que ahora leemos como literatura, tenía un fin diferente al que sustenta en la actualidad.

Los objetivos de cada escrito van en medida de cada autor: el Quijote de Cervantes,  no es una simple crítica a los libros de caballería, el manco de Nepanto hace una denuncia de la justicia de sus tiempos; El proceso de Kafka, va más allá de un odio a la burocracia interminable, nos encontramos con una revelación de lo que es la modernidad, el sujeto ha perdido su identidad y lo han degradado a un número de expediente que marca el proceso que se lleva contra él; Manual práctico del odio de Férrez, es otra novela que denuncia la violencia de las favelas y un sistema corrupto narrado desde los personajes que forman una banda de asaltantes, trabajadores, borrachos y niños que viven en estos lugares que significan -o significaron- por mucho tiempo el lugar sin ley, una especie de estado salvaje dentro de la ciudad. Cada libro va más allá, el objetivo se oculta en la trama, el buen escritor lo va revelando poco a poco a lo largo de la narración, además, un lector detallista se da de frente con un escenario final que va construyéndose con el pasar de las páginas.

Ciertos escritos nos permiten identificar el folklore de una sociedad y es éste el que forma parte fundamental de la identidad y de la cultura. Roman Jakobson escribió: en el folklore perduran sólo aquellas formas que tienen carácter funcional para la comunidad dada. Sin el carácter funcional, la sociedad tiende a olvidar aquello que considera ajeno a su cosmovisión, vetan y de esta forma la comunidad se vuelve el crítico más fuerte y decisivo, aquellas lecturas que perduran y se vuelven del canon, es gracias a la aceptación de las personas. Existen múltiples ejemplos de escritores deficientes que son muy leídos mientras que muchos genios son dejados al olvido, no porque la sociedad los considere malos, sino porque la mayoría de las lecturas de las personas son el reflejo de la cultura, al igual que la música de moda o los programas de televisión de mayor raiting, una sociedad letrada no  acepta sólo lecturas simples y planas, mientras que una sociedad iletrada y sumida en el vendaval del consumismo va a ser menos selectiva con los productos culturales que le ofrezcan. No es difícil advertir que las “interpretaciones” sociológicas o psicoanalíticas de los textos, según las cuales se intenta descubrir lo que el texto –independientemente de la intención de su autor- dice en realidad (Eco, 1987), Eco nos pone de relieve la necesidad de un lector preparado que pueda enfrentarse al escrito con las armas suficientes.

En el terreno internacional, se debe tener en cuenta que en la actualidad las políticas neoliberales han generado mayores brechas y el orden mundial se ha reconfigurado, dejando muy claro que hay dos tipos de países: los ricos y los pobres (hace varios siglos se hablaba de conquistadores y conquistados). Los discursos que intentan ser “políticamente correctos” e integrar a los países en vías de desarrollo dentro del escenario internacional, crean espejismos para apaciguar a las sociedades que tienen posibilidades de generar revueltas sociales y desestabilizar a los países desarrollados. Las formas de dominio se han desarrollado a niveles que exigen una homogenización de las sociedades, para poder construir un orden que no se encuentre desalineado en sus entrañas. Las nuevas tecnologías nos permiten conectarnos con la humanidad en cuestión de segundos, pero también nos enfrentan a una serie de problemas que como sociedad  no estamos listos para afrontar, ya que no entran en la agenda de grandes preocupaciones para los intelectuales, sociólogos, literatos. Si bien la globalización ha destruido barreras, aún existen algunas que son muy difíciles de eliminar porque surgen en lo más profundo de las comunidades.

En la posibilidad de que exista un reordenamiento mundial y la pérdida de identidad sea una consecuencia, existen cápsulas del tiempo a las que se puede recurrir para observar una visión de la sociedad, no importa que se trate de un texto de ciencia ficción, novela negra, realismo mágico, cada texto en sí, es un reflejo de la sociedad a la que pertenecía el escritor, se plantean dudas y creencias, la forma de pensar si bien de un punto subjetivo no puede aislarse por completo y en un hilo conductor se puede apreciar una voz colectiva inmersa en la literatura.

Cada persona que lee crea un nuevo texto, su interpretación deja de lado las palabras del autor para incorporar experiencias personales, entonces, constantemente se hacen relecturas e interpretaciones que se generan a través  del entorno. No se pierde información, por el contrario, se va agregando y el resultado final de una edición crítica es un mapa evolutivo del pensamiento en torno a una obra, una forma de mantener la cultura aunque las barreras de la identidad sigan disminuyendo.
 
Conclusiones

Lo vertiginoso de la vida moderna destruye barreras sociales con mucha facilidad, las alianzas internacionales como la Unión Europea son el claro ejemplo de que la globalización ha logrado unificar, la falsa imagen, la existencia de una autonomía de los países respaldada por una alianza que les asegura sobrevivir. El aislamiento es impensable pues incluso los países que se encontraban bloqueados han abierto sus puertas y aquellos que se aferran a imponer viejas formas de pensar se vuelven enemigos mundiales del orden y su destrucción será inminente o al menos, por un tiempo, se convertirán en justificaciones para la invasión e intervención con fines económicos. Medio Oriente y su continua situación bélica ejemplifican lo anterior.

La literatura es el contenedor que conserva la voz de los actores y en su esencia lleva sus pros y contras pues como Barthes lo explica: La muerte del autor viene con el nacimiento del lector. La interpretación nos presenta un panorama que como las sociedades se conforma de diversos puntos de vista, otras lecturas y la formación estética del yo.

La cultura se transforma, tradiciones se pierden e ingresan nuevas es por ello que cualquier creación permite mantener algo de la sociedad, es una cápsula que se puede abrir una y otra vez para mostrarnos aquellos instrumentos que el autor decidió introducir.

 
Referencias


Abani, Chris. Canción para la noche. México: Sur+, 2011.

Barthes, Roland. La muerte del autor. En: Cubaliteraria, junio 2006. Disponible en internet (consultado: marzo 2015)

Eaglleton, Terry. Una introducción a la teoría literaria. México: FCE, 1998.

Eco, Umberto. Lector in Fabula. Barcelona: Lumen, 1987.

Hemingway, Ernest. Por quién doblan las campanas. Barcelona: Debolsillo, 2010.

Ianni, Octavio. Teorías de la globalización. México, D.F.: Siglo XXI, CEIICH-UNAM, 1996.

Jakobson, Roman. Ensayo de poética. México: FCE, 1977.

 

 
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