Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales
ISSN 1669-1555
Volumen 16, nº 1 (2018)

Inicio, desarrollo y cierre: tres momentos de los procesos de tesis
por Daniela Roxana Vivas


Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER)
danielarvivas@hotmail.com

 
 

Resumen

El presente artículo se basa en una investigación que busca comprender los complejos procesos de tesis experimentados por treinta y un egresados, la mayoría de las primeras cohortes (2001-2003) del nivel universitario de grado de dos facultades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Dicha complejidad deriva de la multiplicidad de dimensiones y factores que los atraviesan. Desde un diseño cualitativo y, a través de entrevistas focalizadas, se facilitó el acercamiento al camino que debieron transitar los tesistas durante los tres momentos claves del proceso: el inicio, el desarrollo y el cierre. Los relatos de los entrevistados mostraron que las tesis irrumpieron en el tramo final de la carrera dentro de un contexto institucional particular. Además, numerosos factores incidieron durante sus procesos de tesis tales como: la escasa formación en metodología de la investigación, las estrategias de trabajo, las competencias de escritura y el rol del director, entre otros.

Palabras clave

Tesis de grado, tesista, momentos de los procesos de tesis.

 

Start, development and closure: three moments of the thesis process

Abstract

This article is based on an investigation in search of understanding the complex thesis processes experienced by 31 graduates, most of the first cohorts (2001-2003) from the university level of two universities of the Autonomous University of Entre Ríos. This complexity derives from the multiplicity of dimensions and factors that go through them. From a qualitative design and through focused interviews, it facilitated the approach to the way that the thesis people had to pass through during the three key moments of the process: the beginning, the development and the closing. The stories of the interviewees showed that the theses burst into the final stretch of the career within a particular institutional context. In addition, numerous factors happened during the thesis processes such as the scarce training in research methodology, work strategies, writing skills, the role of the director, among others..

Keywords
Undergraduate thesis, undergraduate, moments of the thesis processes.
 
Para citar este artículo: Rev. Arg. Hum. Cienc. Soc. 2018; 16(1). Disponible en internet:
http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v16_n1_02.htm
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1. Introducción

El fenómeno “tesis”, sostiene Valesi (1), se presenta en todos los niveles de la formación superior, tanto de grado como de posgrado, atraviesa a todos los campos y disciplinas y se replica en numerosas universidades nacionales e internacionales. Mancovsky (2) define una tesis como “una prueba escrita” que confirma la capacidad del sujeto-estudiante para llevar a cabo una investigación y dar cuenta de ella. Puede llegar a ser una tarea sumamente estresante y muchas veces los tesistas deben recorrer este camino de producción en forma solitaria. Para Echevarría (3), se ha transformado en una instancia extremadamente difícil de sortear, y para otros, en un obstáculo insuperable, llegando incluso a ser causa de deserción.

La elaboración de una tesis está atravesada por distintos factores que se conjugan con aspectos particulares del tesista ya que, desde el instante en que decide hacerla y selecciona el tema, pone en juego su historia personal, dedicación, tiempo, motivación así como, su capacidad cognitiva y emocional para comenzar este arduo trabajo. Este nuevo desafío despierta un abanico de certezas, pero también de incertidumbres, y el resultado final del proceso, muchas veces, dependerá de aquellos sentimientos que tuvieron mayor fuerza e impacto en este recorrido.

Por otro lado, varios investigadores, entre ellos Manconvsky (2) e Hidalgo y Passarella (4)  hacen hincapié en la importancia de la relación director y tesista. Puesto que uno y otro ponen en juego sus subjetividades, para D´Ángelo Gallino (5) es necesario que el director conozca personal y académicamente al tesista, al igual que el estudiante tiene que conocer el sistema de trabajo de aquél desde el comienzo de la relación; porque es el director quien actúa como mediador de los saberes relacionados con la disciplina y con el oficio de investigar, con lo humano-vincular y con la lecto-escritura. Por lo tanto, se requiere de un acuerdo previo en donde se explicite la modalidad de trabajo, los compromisos asumidos por cada uno, la periodicidad de encuentros, etc.

Este artículo presenta los resultados vinculados con los tres momentos del proceso de tesis: inicio, desarrollo y cierre, a partir de las voces de los egresados, en su mayoría (veintiocho de treinta y uno) pertenecientes a las primeras cohortes 2001-2003, de las carreras de grado de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (FHAyCS)y de la Facultad de Ciencias de la Gestión (FCG) pertenecientes a la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) la que, en sus primeros años de trayectoria académica no había  desarrollado dispositivos institucionales para asesorar y sostener las trayectorias de tesis. Además, se identifica los facilitadores y obstaculizadores asociados a cada uno de esos momentos.


2. Hallazgos. Inicio, desarrollo y cierre de los procesos de tesis

 

2.1 Inicio de los procesos de tesis

Los resultados de este primer momento se presentan estructurados en tres categorías: el comienzo de la tesis, el tesista y su proyecto y, finalmente, el contexto y la gestión institucional de los proyectos de tesis.
 
2.1.1 El comienzo de la tesis
 

El inicio del proceso de tesis nos sitúa en diferentes planos que -según los relatos de los entrevistados-comprende motivaciones, emociones, condicionamientos institucionales y protagonistas diversos. En primer lugar, la mayoría de los egresados (dieciseis en total) refirieron que la forma más recurrente fue vinculada con alguna de las materias del plan de estudios. Esto abarcó dos tipos de “comienzos curriculares” diferentes. El primero de ellos estuvo relacionado con las asignaturas metodológicas: metodología de la investigación y seminario de tesis; mientras que el segundo se asoció con otras materias de carácter teórico-disciplinar.

Se observó, además, que la mayoría de los egresados que comenzaron su tesis en alguna asignatura de la carrera pertenecen a la FHAyCS (trece de dieciseis), lo que marcó una diferencia significativa con respecto al inicio de los egresados de la FCG.

El resto de los integrantes de la muestra, por motivos institucionales o individuales, no pudieron iniciar sus tesis en las materias metodológicas. Las razones de índole institucional se vincularon con el cursado a destiempo (metodología de la investigación) y/o al hecho de no haber tenido el seminario de tesis. Mientras que, otros informantes expresaron, claramente, limitaciones vinculadas con la falta de apropiación de las herramientas metodológicas y del lenguaje específico.

Además, este grupo, prefirió finalizar el cursado o aprobar todas las materias antes de encarar la tesis. En tal sentido, evidenciaron una desconexión vinculada, en muchos casos, con el tiempo entre el fin del cursado de la carrera y el poder encontrar un director que los acompañara.

Por otra parte, es importante mencionar los dos tipos de disociaciones o fragmentaciones experimentadas durante la realización de la tesis. La primera disociación informó sobre la separación entre lo teórico y metodológico de la misma, lo que obligó a varios egresados a designar un co-director o, a pagar por un asesoramiento metodológico. Esta fragmentación estuvo asociada con la escasa formación científico-metodológica de los directores y porque, en su mayoría, desconocían el rol que debían desarrollar debido a la escasa formación.  En tanto, los tesistas también evidenciaron el desconocimiento sobre el rol esperable de sus directores.

La segunda disociación tuvo que ver con la significativa diferencia entre el período de cursado, altamente estructurado, y el de realización de la tesis, institucionalmente “desconectado” y librado a la voluntad de los tesistas y, en el mejor de los casos, de éstos y sus directores. Este dato, extiende al nivel de grado los resultados del estudio de Carlino (6), en el que muestra que el currículum de algunas maestrías de ciencias sociales y humanas opera en esos dos momentos de la formación: el cursado y la elaboración de la tesis; esta última acompañada de sentimientos desagradables de soledad, incertidumbre y de que es una responsabilidad sólo del tesista.

Los entrevistados egresados de la FCG, en mayor medida que los de la FHAyCS, describieron cierta desconexión institucional entre la tesis, las asignaturas metodológicas y el entrenamiento en investigación científica, siendo escasa y muy básica la formación metodológica recibida. En consecuencia, eligen comenzarla después del cursado, como consecuencia de la ineficacia de los dispositivos institucionales y curriculares. Este dato es preocupante dado que prolonga el egreso y puede favorecer el abandono y la frustración de los estudiantes, entre otras cosas.

En este sentido, la referencia sobre el inicio de la tesis disociada del cursado es coincidente con lo sostenido por Valesi (1), quien entiende que es un proceso de integración de los saberes adquiridos en el nivel de grado, pero está separada del plan de estudios ya que una significativa cantidad de estudiantes decide pensar y trabajar en ella una vez que aprueban todas las materias.

 

2.1.2 El tesista y su proyecto de tesis

La mayoría de los entrevistados vincularon el inicio del proceso con sensaciones no placenteras, en general, relacionadas con la falta de conocimiento y práctica en investigación. Diferentes relatos permitieron la observación de inicios vinculados con sentimientos desestabilizantes, propios de procesos de investigación caóticos como expresa Samaja (7), pero que, sumados a las incertidumbres y dificultades institucionales de los comienzos de UADER (8) produjeron mayores malestares en los tesistas. Cabe aclarar que esta situación fue modificada en los últimos años, en alguna medida, por la FHAyCS a través de acciones tales como crear el departamento de tesis, agregar metodología anual en tercero, y ofrecer algunos espacios de formación para docentes, entre otras.

Los egresados hablaron del proyecto asociado con el arranque de los procesos de tesis, lo que mostró que el mismo ya era parte de la cultura académica en el tramo final de la carrera. Solamente cuatro egresados, en sus relatos, no se refirieron a él.

Si bien el proyecto de tesis es una modalidad institucional ya que está contemplado en el Reglamento, apareció desvinculado de otras prácticas como, por ejemplo, la participación en equipos de investigación, que les hubiese permitido vincular la propuesta del tesista con alguna línea de investigación institucional relacionado con la temática elegida, de hecho, los entrevistados manifestaron que la tesis fue su primera experiencia de investigación en el nivel de grado. Este dato coincide con lo sostenido por Camilloni et al (9), en cuanto señala la falencia y, a la vez, la necesidad de que las universidades formen profesionales a la par que investigadores. Expresa, además, que los estudios de posgrado son indispensables porque actualmente el grado resulta insuficiente para estar actualizado. Sin embargo, sostiene que los conocimientos para el desempeño profesional necesitan enseñarse en el grado, concretamente deberían aprenderse a través de la investigación, en lugar de aprenderlos sólo mediante la enseñanza. En este sentido, considera necesario el establecimiento de un modelo de “universidad investigativa”, donde los estudiantes sean preparados para la investigación académica y la resolución de los problemas profesionales.

En esa misma línea, García de Fanelli y Jeppesen (10) opinan que la implementación de dispositivos que posibiliten la práctica de la investigación durante los estudios de grado permitiría atraer más sujetos, tempranamente, con orientación para la vida académica.

Además, a partir de los relatos se infiere que el proyecto fue elaborado por el tesista en la mayoría de los casos. Sólo cuatro de los treinta y un egresados contaron con la ayuda del director durante la elaboración del proyecto de tesis, mientras que un entrevistado se presenta como un caso particular, ya que su experiencia presentó características similares a las investigaciones en ciencias naturales, en cuanto a que el director fue quien definió la propuesta de tesis.

Esto nos permite afirmar que el director estuvo ausente en esta primera y fundamental etapa del proceso en la que se planifica la investigación. Al respecto, se hallaron varias justificaciones: a) un número insuficiente de posibles directores de tesis o, en otras palabras, la falta de una “masa crítica” de directores; b) desconocimiento -de alumnos y docentes- sobre la relevancia del acompañamiento desde las ideas iniciales; c) escasa implementación de dispositivos institucionales, como por ejemplo, seminario de escritura, talleres para tesistas, etc.; d)  limitada institucionalización de la tesis; e) ausencia de una red socio-académica (tesistas, investigadores, etc.) cuyos integrantes sirvan como referentes del proceso a emprender; etc.

En consonancia con Popper, citado por Samaja (7), fueron tres los contextos de descubrimiento,  identificados en los relatos favorecedores de la problematización del tema de tesis. El primero de ellos fue la práctica laboral, el segundo, las áreas disciplinares o curriculares y el tercero se vinculó con problemas personales o situaciones vividas.

En este sentido, la escritura del proyecto de tesis es una etapa relevante en las ciencias sociales y humanas, ya que define la orientación de la investigación y guía los pasos a seguir. Según Narvaja de Arnoux et al. (11), las mayores dificultades de su elaboración residen en el título, la especificación del tema y el estado del arte, porque estos elementos precisan de complejas operaciones cognitivo-discursivas. En contraste, Becher (12) y Carlino (13) sostienen en las ciencias naturales y exactas la elaboración del proyecto no constituye la etapa inicial del proceso de tesis, por cuanto el mismo es elaborado por el director de acuerdo a su línea de investigación.

No obstante, y para todos los campos disciplinares, la escritura es la herramienta que posibilita el avance del pensamiento y se constituye en el espacio de exposición de las dificultades de conceptualización y de fundamentación de los descubrimientos.

 

2.1.3 El contexto y la gestión institucional de los proyectos de tesis

El contexto institucional emergió de los relatos como una percepción recurrente de cierto vacío institucional que, la mayoría de los egresados adscribió a los comienzos turbulentos de UADER y a la pertenencia a las primeras cohortes de las carreras. Este vacío, al que hicieron referencia, se debió, también, a la escasa experiencia e improvisación en la gestión académica por parte de las autoridades. En consecuencia, los tesistas debieron afrontar y resolver individualmente los momentos del proceso, con sus limitaciones.

Otros fuertes condicionantes institucionales que los egresados experimentaron como posibles amenazas fueron la validez de la formación recibida y, por tanto, su continuidad. Además, ellos visibilizaron que los procesos de tesis no fueron asumidos como responsabilidad de la institución, quedando por fuera de su área de competencia y sobrecargando el compromiso de los tesistas.

En cuanto a los dispositivos institucionales, los entrevistados de la Facultad de Ciencias de la Gestión no hicieron mención de la Comisión de Tesis (14), lo cual nos permite inferir su difusa existencia. Mientras que los egresados de esta facultad destacaron como positivo el eficiente desempeño de una empleada administrativa, que aparece referenciada frecuentemente, y que gestiona en dicha facultad lo relacionado con las tesis.

En tanto, algunos entrevistados de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales destacaron como facilitador el funcionamiento del Departamento de Tesis ya que consideraron que en la mayoría de las oportunidades resolvieron los temas planteados, fueron pertinentes y contestaron las consultas a tiempo. Como contrapartida, otros informantes mencionaron que el obstáculo más frecuente del Departamento fue el excesivo tiempo utilizado en la gestión de los proyectos y las tesis.

En síntesis, los resultados relacionados con los inicios de las tesis coinciden, por un lado, con lo expresado por Güiñirgo (15), en cuanto a la creación de espacios de orientación y seguimiento de tesistas como una respuesta a los problemas observados en la etapa inicial, más allá de la necesidad de que se implementen durante todo el proceso. Sin embargo, no se encontraron otros dispositivos mencionados por el autor, como los encuentros con tutores, la definición de criterios para evaluar las tesis o la incorporación las nuevas tecnologías como espacio de encuentro y comunicación entre los protagonistas.

En general, los sentimientos que acompañaron el comienzo de los procesos se caracterizaron como desestabilizantes, pero se sumó lo coyuntural al tratarse de una nueva universidad en formación. La mayoría relató inicios solitarios, prevaleciendo el matiz doloroso de la soledad por sobre el creativo.
 

2.2 El desarrollo de los procesos de tesis

En este apartado, se hace hincapié en el contexto de realización de la tesis, en particular, y cuáles fueron los principales obstáculos que debieron sortear los egresados. Como un dato adicional se destaca el apoyo recibido por diferentes personas, no solo del director, sino también de familiares y amigo durante el proceso.

 

2.2.1 El contexto de realización de las tesis

La organización del tiempo para cada actividad implicada en el proceso de investigación, requiere claridad para conocer cuáles son los pasos a seguir, cuáles son las prioridades, para cumplir con el objetivo en un tiempo cercano a las expectativas planteadas en un comienzo. El uso de agendas o planificaciones de actividades es importante debido a que el tiempo es un recurso escaso, y de difícil administración. Es un tema que debe ser considerado por el tesista, pero también por los directores y quienes trabajan en las instituciones educativas.

En relación con este punto, solamente tres tesistas dijeron haber usado un cronograma. Otros egresados, hicieron referencia a diversos modos de ordenar el trabajo en la semana, alternando las tareas para poder ocupar las horas diarias o semanales destinadas al trabajo de tesis, mientras que otro de los entrevistados, que tuvo experiencia de tesis grupal, relató que se dividieron las tareas de acuerdo a las fortalezas de cada uno y trabajaron en forma complementaria. En relación con la complejidad de articular dicho trabajo con otras obligaciones, algunos relatos mostraron la dificultad que generó disponer de poco tiempo, motivo por el cual los plazos para el egreso se prolongaron. Esto es coincidente con la apreciación de Wainerman (16) respecto de que una condición favorable para el trabajo en investigación es evitar las interrupciones permanentes.

En otro orden de cosas, y según se puso de manifiesto en apartados anteriores, es imprescindible la formación y práctica científica como un modo de que, los estudiantes, adquieran las herramientas conceptuales, procedimentales y actitudinales que les permitirán realizar la investigación y, la escritura de una tesis de grado. Los entrevistados pertenecían a las primeras cohortes de sus carreras, a quienes les tocó atravesar un contexto institucional caótico y cambiante. Esta situación funcionó como un obstáculo para la enseñanza y el aprendizaje metodológico, conocimientos que no son ni simples ni reducidos, sino que revisten distintas dimensiones (o planos de discurso) desde las cuales abordar las implicaciones del problema metodológico, entre ellos, el plano epistemológico, el axiológico, el ontológico y el técnico, en concordancia con lo expresado por Ander Egg (17). Los elementos constitutivos de los distintos planos no estaban asimilados completamente en el momento de la realización de las tesis.

Los frecuentes cambios curriculares influyeron en las condiciones de trabajo y de enseñanza-aprendizaje que repercutieron en el proceso de tesis de los egresados de las primeras cohortes. Al desconocimiento de cómo realizar un trabajo final se sumaron situaciones de abandono institucional hacia los tesistas, lo cual generó, entre otras cosas, apreciaciones negativas para quienes se desempeñaban en las materias metodológicas.

Las asignaturas metodológicas representan un espacio importante para la inserción en el mundo de la exploración científica. Sin embargo, los estudiantes no tuvieron acceso a equipos de investigación donde aprender junto a los “maestros” la práctica de la investigación. Una primera dificultad residió en el predominio de un abordaje segmentado de los diferentes momentos del proceso de investigación: de cuestiones epistemológicas o dirigidas hacia grandes objetivos e hipótesis de investigación; de diseño de investigación, de trabajo de campo o de aplicación de técnicas; o, finalmente, de análisis de resultados, teniendo presente la diferencia, o la distancia que existe entre la enseñanza de la metodología, y el aprendizaje de la investigación, que requiere de conocimientos adquiridos como requisito previo. Este es otro plano en el que se percibió el condicionamiento “histórico” que favorece u obstaculiza toda  la producción. Algunos tesistas, que armaron los proyectos de tesis mientras buscaban un director, abordaron temas o líneas teóricas que no formaban parte del currículo de la carrera cursada. Esto, que parece constituir una cuestión teórico-epistemológica, termina repercutiendo en la cuestión de la administración de los tiempos del proceso de realización de la tesis. En principio no sería recomendable, si es que se pretende entregar el informe de tesis en el tiempo estipulado, debido a que además del período que se debe dedicar a la búsqueda de antecedentes y arqueo bibliográfico, se requiere primero, estudiar por su cuenta, temas que no son conocidos, para luego empezar a pensar qué problemas de investigación es posible plantearse. Se entiende que, en estos casos, este recorrido extra se hubiera evitado si el tesista hubiera contado con un director de tesis presente desde los primeros momentos, que le recomendara un tránsito hacia la misma menos complejo.

Otro aspecto de la realización de la tesis que todo investigador enfrenta se relaciona con el trabajo de campo y su mayor o menor accesibilidad. Para algunos egresados, el acceso al campo fue complicado debido a las características de la institución en la que decidió hacer su investigación por lo que le insumió más tiempo del esperado y, por ende, requirió, también, de más paciencia.

En relación con la escritura durante el desarrollo de la tesis varios tesistas reconocieron como favorables el hábito de leer cotidianamente. Escribir y reescribir son momentos imprescindibles en la confección de dichos informes. Para algunos tesistas reescribir era, más que reformulaciones necesarias o parte constitutiva del trabajo escritural, falta de conocimiento de cómo entrelazar el análisis de los datos con las perspectivas teóricas. La mayoría de ellos entendió que escribir era algo que ellos ya debían saber hacer. Y fue otro aspecto en el que tuvieron que producir, ellos mismos, las herramientas para ese trabajo.

En los relatos se evidenció que los egresados asumieron la escritura de la tesis como una tarea individual y, en algunos casos, como una responsabilidad de ellos y sus directores; pero a su vez quedó a la vista la ausencia de apoyos institucionales (personas e instancias) imprescindibles para la edificación de procesos de tesis menos desgastantes.

Este dato es coincidente y amplía, para el nivel de grado, lo aportado por Hidalgo y Passarella (4), quienes sostienen que producir una tesis supone una complejidad, tanto cognoscitiva como escritural, que desborda la relación entre el director y el tesista. Los mismos reconocen necesidades que no pueden ser sólo satisfechas por sus directores. Por ello, el apoyo de ellos se concibe como complementario de otras ayudas imprescindibles (directivos y funcionarios de carreras y programas, docentes, responsables de talleres de tesis, pares).

Porque la escritura, tal como lo enuncia Colombo (18), no es un acto solitario que comienza cuando uno, lápiz o computadora en mano, vuelca las ideas; es una práctica social en la que intervienen varias voces. Además, el tiempo y el espacio son borrosos porque esta actividad no es un proceso lineal donde el borrador, las versiones y la revisión se suceden consecutivamente. El acto de escribir se extiende en el tiempo y carece de lugares específicos. Es una práctica social debido a que la negociación de significados siempre se da con otros, de modo sincrónico y presencial, o de formas más intangibles como cuando el tesista dialoga con los autores o en una clase.

A la hora de pasar de la escritura privada -registros de distinta índole realizados durante la investigación-, a la escritura pública -el informe de la tesis-  y en un total acuerdo con lo expresado por Carlino (13), los tesistas se encontraron sin mayor experticia para la producción de un texto que debía cumplir determinados requisitos discursivos propios de la comunidad académica. Muchos de los entrevistados relataron las dificultades que les deparó la escritura académica por la rigurosidad que se espera de una tesis. Otra vez, se puso de relieve la importancia que, para estos menesteres, tuvo la participación de los directores que trabajaron con los tesistas.

Una de las estrategias vinculadas con el procesamiento de la información, de fuentes primarias y secundarias, fue armar fichas. En cambio, otros relataron más bien las dificultades que deparan la escritura académica, y la rigurosidad que se espera de una tesis. Esta es una característica del contexto de producción en que estos egresados produjeron sus tesis.

Por otra parte, los entrevistados referenciaron la influencia de pares, docentes, directores, familiares, amigos o miembros de diferentes instituciones que colaboraron de manera formal e informal y permitieron que el tesista avanzara en su proceso de tesis. Por ejemplo, algunos manifestaron que compañeros de secundaria y de facultad les acercaron material con temas afines al investigado, o dieron un importante apoyo quienes facilitaron una computadora, en un caso particular, cuando no se contaba con una en buen estado. Otra egresada relató que necesitó sentir una presión externa, además de la suya propia, para realizar el trabajo de investigación para la tesis. Se sentía cansada o desmotivada por momentos, por lo que además de su directora, el marido le dio su ayuda en ese sentido.

El director es un protagonista de vital importancia en este proceso, y los relatos dieron cuenta de las distintas dimensiones en que su trabajo resultó una influencia productiva para los tesistas. Del mismo modo, es importante destacar las consecuencias que provocan los directores cuando no se responsabilizan  por la tarea que aceptaron llevar adelante.
Hasta el momento en que los entrevistados realizaron sus tesis, las autoridades y docentes de las facultades han estado al margen de la gestión de estos procesos, y se sostuvo en forma reiterada, la necesidad de construir espacios que permitan el egreso, en especial y la realización de la tesis, de mejor manera.

 

2.3 El cierre de los procesos de tesis

Se identificaron tres vivencias distintas vinculadas con el cierre de los procesos de tesis. La primera, correspondió a los egresados que relataron haber concluido el proceso al momento de entregar la tesis y antes de defenderla. La segunda fue coincidente con la instancia de defensa de la tesis mientras que la tercera fue situada por algunos informantes más allá de la defensa y de la profesión.

 

2.3.1 Defensa de las tesis

Al momento de la defensa, el tesista debe preparar una exposición oral que dé cuenta de lo investigado. Por lo que, en este momento, su desafío consiste en hacer comunicable hallazgos en una pieza comunicacional diferente al informe final de tesis presentado formalmente. Tiene como ventaja que solo él conoce en profundidad los detalles de su trabajo y de cómo lo realizó.  Desde un punto de vista actitudinal debe transmitir al jurado seguridad y proyectar gusto por el tema elegido.

Los egresados experimentaron diferentes vivencias durante la instancia de defensa oral y pública de la tesis. Sólo cuatro entrevistados atravesaron el momento sin sobresaltos, sin angustias y con total calma, ya que para ellos no era nada nuevo defender la tesis mientras que para otro egresado, la defensa, fue solo un trámite necesario y administrativo.

Además, algunos entrevistados fueron los primeros en defender la tesis de grado en sus respectivas carreras. Y si es algo nuevo para el tesista, lo es también para la institución.

En cuanto a cómo se preparó y se llevó a cabo la defensa de la tesis, la mayoría de los egresados expresaron que fue un momento diferente a rendir un “examen” y a lo que fue la producción misma de la tesis. Muchos de ellos utilizaron como recurso el PowerPoint y la simulación frente a otros pares y/o docentes. Un caso singular fue el de un egresado de la FCG, quien organizó su defensa basándose en el modelo francés, en concordancia con la modalidad de trabajo de su director de tesis.

Otra egresada relató que aprovechó la instancia de defensa para transmitir las diferentes sensaciones que le provocó el tema y el trabajo de campo cuando realizó su investigación y, también, aprovechó para concientizar a los asistentes sobre la problemática elegida.

Muy pocos entrevistados expresaron que no prepararon adecuadamente la defensa. Una egresada vinculó la falta de preparación de la defensa con una noticia personal, ya que se había enterado que estaba embarazada, hacía unas horas, y eso motivó una desconexión en el momento del cierre.

Los entrevistados adoptaron tres modalidades de defensa de tesis con características distintas. Algunos eligieron una modalidad que se puede denominar “privada”, es decir, decidieron defender la tesis sin la compañía de familiares y amigos cercanos, que se hizo especialmente visible en los tesistas de la Facultad de Ciencias de la Gestión, lo cual es un fuerte indicador de la escasa institucionalización de la misma  por el desconocimiento de que la defensa debe ser anunciada a la comunidad académica por cartelera con anticipación y es una instancia pública.

Otro grupo de entrevistados optó por una modalidad “pública”, es decir, eligieron defender la tesis con la compañía de familiares, amigos cercanos, compañeros y público en general. Esta modalidad se observó especialmente en los tesistas de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales.

Solo unos pocos egresados analogaron el momento de la defensa de tesis con la experiencia de rendir un examen.

Por otro lado, varios entrevistados tuvieron dificultades al momento de preparar sus defensas motivadas, en algunos casos, por la falta de asesoramiento y acompañamiento de sus directores en esta etapa. Otra egresada relató que le costó la preparación del PowerPoint, porque su presentación estaba dirigida a los familiares y no al Jurado ya que su intención era que, su familia y amigos entendieran de qué se trataba la investigación, dando por supuesto que el tribunal, como había leído el trabajo, sabía de lo que iba a hablar. Mientras que otros dos egresados, quienes hicieron la defensa en forma conjunta, expresaron desconocimiento de cómo organizar la defensa y, en especial, el PowerPoint, ya que sostuvieron que no sabían qué cosas debía incluir la presentación.

Por otro lado, en los relatos de los entrevistados hubo escasas referencias del tribunal evaluador. Una egresada manifestó que existieron diferencias de opinión, en el momento de la defensa, entre los miembros del tribunal, lo que generó una demora considerable en la devolución de la nota generando una situación de angustia para ella. En tanto, otro entrevistado comentó que el día de la defensa faltó uno de los Jurados y, en consecuencia, designaron un nuevo integrante (autoridad de la facultad) para cumplir con lo reglamentario.  Además, a este tesista le suspendieron tres veces la fecha de la defensa ya que, en ese momento, había una epidemia nacional de Gripe A; lo que obligó, en algunos casos, a suspender, temporariamente, las actividades académicas.

Se puede concluir que la instancia de defensa de tesis no presentó mayores dificultades para los tesistas, en apariencias, dado que hay muy pocas referencias en las narraciones al respecto. Prepararon su defensa con la ayuda de sus directores o codirectores y en algunos casos solos. Algunos decidieron atravesarlo en forma solitaria, sin compañía y otros la compartieron junto a sus familias, amigos y compañeros. Unos pocos hicieron referencia al tribunal evaluador y manifestaron discrepancias de opiniones entre los miembros y otros agradecieron las devoluciones. Al ser las primeras instancias de defensa se observó descuidos e improvisaciones institucionales lo que provocó situaciones de tensión cuando debería ser un momento agradable, que da cierre a todo un proceso y a una carrera.

 

3. Facilitadores y obstaculizadores relacionados con el inicio, desarrollo y cierre de los procesos de tesis

A modo de síntesis, se presentan los factores individuales, institucionales y contextuales que contribuyeron a facilitar u obstaculizar el inicio, desarrollo y cierre de las tesis.

Los datos muestran que una importante cantidad de egresados iniciaron sus procesos de tesis en las instancias curriculares creadas para tal fin, especialmente en la Facultad de Humanidades Artes y Ciencias Sociales, en asignaturas tales como metodología de la investigación o seminario de tesis. Este dato constituye un indicador de la efectividad curricular de dichos dispositivos y la necesidad de su sostenimiento y mejoramiento institucional.

Por el contrario, un destacado número de egresados de Facultad de Ciencias de la Gestión, relataron el inicio del proceso al finalizar el cursado  y de rendir las materias de la carrera, lo que denota cierta interrupción entre dicho período y la tesis, surgiendo, esta última, como un apéndice desconectado de la práctica académica del estudiante.
En general, los sentimientos que acompañaron el comienzo de los procesos se caracterizan como desestabilizantes, pero se sumó lo coyuntural al ser una nueva universidad. La mayoría relató inicios solitarios, prevaleciendo el matiz doloroso de la soledad por sobre el creativo.

En segundo lugar, dentro de los factores que los entrevistados relatan como facilitadores del desarrollo podemos mencionar: la organización y el procesamiento del material, leer e ir armando fichas, el diseñar un cronograma de trabajo, la lectura de textos metodológicos, entre otros. Además, fue importante en muchos casos, el rol del director y/o codirector ya que percibieron la responsabilidad y el compromiso con que desarrollaron su tarea. En cuanto al acompañamiento, resulto importante la colaboración brindada, en esta etapa, por compañeros, familiares y docentes.

Por otro lado, en cuanto a los obstáculos, mencionan: dificultades para poder tener acceso al campo, en la búsqueda de datos, en la escritura y para darle formato a la tesis. Otros egresados hicieron mención a fallas en el dictado de cátedras, como metodología y seminario de tesis y a la falta de conocimientos sobre investigación.

Finalmente, los factores que operan como facilitadores del cierre son la asistencia a otras defensas, la realización de simulaciones previas, solos o en compañía de otros compañeros o familiares, la preparación de la defensa con el director o codirector y la anticipación a las preguntas del tribunal.

Entre los obstáculos que aparecieron se destacan: la falta de criterios comunes del tribunal, el largo período para conformar el jurado o, el no haber preparado en forma apropiada la defensa. Pero existió uno en particular, de carácter coyuntural, que fue la toma del Rectorado de UADER en 2007 (19) que sumó dificultades y mucha incertidumbre al momento de producir el cierre del proceso de tesis por no saber si, todo el esfuerzo, se iba a plasmar en un título habilitante.

 

4. Conclusiones

La tesis irrumpe en la escena institucional cuando los alumnos deben realizarla como último requisito académico para finalizar la carrera. Esto significó que los primeros egresados experimentaran procesos de tesis desvinculados de las prácticas disciplinares y de las de investigación, las que no aparecen o, lo hacen difusamente, en los primeros diez años de existencia de UADER.

El contexto institucional turbulento generó un clima de orfandad y desatención de los procesos de tesis, en especial en las primeras cohortes. Además, las áreas de gestión de tesis en las Facultades de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales y en Ciencias de la Gestión, (Departamento y Comisión respectivamente) surgieron en forma posterior a la implementación de las licenciaturas (2001) y a la finalización del cursado (2005). Esto constituye un indicador fuerte de la falta de previsión de la tesis desde el inicio de las carreras.

Como consecuencia, es evidente la escasa institucionalización de la tesis en ambas facultades y, por ello, la insuficiencia en la formación de docentes para la dirección de de las mismas, en el diseño e implementación de los espacios curriculares de acompañamiento de tesistas (como talleres de avance de tesis y de escritura), en la articulación de materias y tesis, entre otros. 

Finalmente, conocer cómo se desarrollaron los procesos de tesis, a partir de las voces de los entrevistados, puede ser un indicador de las modificaciones que son necesarias, y la posible dirección que podría tomarse para cambiar la formación de grado, alcanzar el egreso a término, y especialmente, lograr experiencias satisfactorias por parte de los tesistas.

 

Referencias

(1) VALESI, Esteban. “La tesina, ese oscuro objeto de la comunicación (diario de un tesista)”. Enviado por e-mail durante el Simposio Las tres T [t] (tesis, tesistas y tutores [+ tiempo]). 11 al 30 de setiembre de 2009.

(2) MANCOVSKY, Viviana. “¿Qué se espera de una tesis de doctorado? Breve introducción sobre algunas cuestiones y expectativas en torno a la formación doctoral”. [En línea]. RAES Revista Argentina de Educación Superior. Noviembre de 2009. Año 1, Número 1. <raes1_mon1.pdf > [Consulta: 18 de septiembre de 2015]. Páginas 201-216.

(3) ECHEVARRÍA, Hugo Darío. “El Trabajo Final, ¿una materia más?” Primer Congreso y VI Simposio Virtual Las Tres T. Tesis, tesistas y tutores. Enviado por e-mail durante el Sexto Simposio Las tres T [t] (tesis, tesistas y tutores [+ tiempo]). 16 al 20 de septiembre de 2013.

(4) HIDALGO, Cecilia y PASSARELLA, Virginia. “Tesistas y directores: una relación compleja e irregular.” En NARVAJA DE ARNOUX, Estela (Dir.) Escritura y producción de conocimiento en las carreras de posgrado. Buenos Aires: Santiago Arcos Editor. 2009. Páginas 77-87.

(5) D'ÁNGELO GALLINO, Virginia. “Tesis de grado: la experiencia como director y algunas sugerencias para ejercer la tarea”. Tiempo de Gestión. Facultad de Ciencias de la Gestión, UADER. Julio de 2013. Semestral, Número 15. Páginas 69-82.

(6) CARLINO, Paula. “Exploración de géneros, diario de tesis y revisión entre pares: análisis de un ciclo de investigación-acción en talleres de tesis de posgrado”. En NARVAJA DE ARNOUX, Estela (Dir.) Escritura y producción de conocimiento en las carreras de posgrado. Buenos Aires: Santiago Arcos Editor. 2009. Páginas 220-239.

(7) SAMAJA, Juan. Epistemología y metodología: elementos para una teoría de la investigación científica.  Buenos Aires: Eudeba. 1998.

(8) UADER fue creada en el año 2000 mediante la Ley Provincial Nº 9250 a partir de la transferencia de más de veinte instituciones de nivel medio y superior. Desde 2004 comprende cuatro facultades: Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, Ciencia y Tecnología, Ciencias de la Gestión y Ciencias de la Vida y la Salud. Dicha universidad estuvo signada por la inestabilidad institucional durante todo su período de normalización hasta el 2012. Estas tensiones, al no encontrar carriles institucionales, generaron medidas de fuerza, como la toma del Rectorado por parte de alumnos, profesores y egresados (2007 y 2012), además de movilizaciones populares con una masiva y enérgica participación pública.

(9) CAMILLONI, Alicia; SAUTÚ, Ruth; SIDICARO, Ricardo; OSZLAK, Oscar y CAVAROZZI, Marcelo. “¿Qué es una tesis hoy? Distintas perspectivas. Condiciones necesarias y suficientes. Dimensiones y aspectos más relevantes”. En SUÁREZ, Francisco. (Comp.) Tesis en maestría y doctorado en saber administrativo. Buenos Aires: Ediciones Cooperativas.2002. Páginas 27-68.

(10) GARCÍA DE FANELLI, Ana y JEPPESEN, Cynthia. (Coord.). Equipo de investigación: BERTCECHE, María, FERNÁNDEZ, Pilar y TROMBETTA, Augusto. “La oferta de carreras de doctorado en la Argentina”. Manuscrito no publicado. Trabajo preparado para la Comisión de Gestión de Recursos Humanos de la SECYT, 2004.

(11) NARVAJA DE ARNOUX, Elvira; BORSINGER, Ann; CARLINO, Paula; DI STÉFANO, Mariana; PEREIRA, Cecilia y SILVESTRE, Adriana. “La intervención pedagógica en el proceso de escritura de tesis de posgrado”. [En línea]. Revista de la Maestría en Salud Pública. Universidad de Buenos Aires. Año 2, Número 3. Julio de 2004. <https://www.aacademica.org/paula.carlino/169>. [Consulta: 27 de noviembre de 2009]. Páginas 1-16.

(12) BECHER, Tony. “Tribus y territorios académicos. La indagación intelectual y las culturas de las disciplinas”. Barcelona: Gedisa. 2001.

(13) CARLINO, Paula. “La experiencia de escribir una tesis: contextos que la vuelven más difícil”. [En línea]. Anales del Instituto de Lingüística. 2005. Vol. 24. <https://www.aacademica.org/paula.carlino/196>. [Consulta: 8 de julio de 2009]. Páginas 41-62.

(14) En la FCG se crea la Comisión de Tesis en el año 2006. Mientras que en la FHAyCS se crea el Departamento de Tesis para la Carrera de Psicología, en febrero de 2009.

(15) GÜIÑIRGO, Fernando. “Implementación del espacio de orientación y seguimiento de tesistas en la Licenciatura en tecnología de los alimentos”.  Facultad de Ciencias Veterinarias, UNICEN. Enviado por e-mail durante el Simposio Las tres T [t] (tesis, tesistas y tutores [+ tiempo]). 11 al 30 de setiembre de 2009.

(16) WAINERMAN, Catalina. “Experiencias en el desarrollo del proceso de tesis”. En Suárez, Francisco (comp.) Tesis en maestría y doctorado en saber administrativo. Buenos Aires: Ediciones Cooperativas. 2002. Páginas 144-151

(17) ANDER EGG, Ezequiel. “Técnicas de investigación social”. Buenos Aires: Humanitas. 1983

(18) COLOMBO, Laura. “Bitácora de viaje de una tesista en tierras lejanas: articulación de teoría y práctica”. Primer Congreso y VI Simposio Virtual Las Tres T. Tesis, tesistas y tutores. Enviado por e-mail durante el Sexto Simposio Las tres T [t] (tesis, tesistas y tutores [+ tiempo]). 16 al 20 de septiembre de 2013.

(19) La toma del Rectorado, se mantuvo desde el 28 de junio de 2007 hasta el 16 de agosto de dicho año a raíz del reclamo, de concursos docentes ordinarios y el reconocimiento definitivo de la UADER como universidad en el concierto de universidades públicas argentinas.

 
 
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