De la interdisciplinariedad a la transdisciplinariedad en el estudio de las relaciones internacionales |
Rommelia Guzmán Valdés |
Universidad Latina de América |
rommelia@hotmail.com |
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Para citar este artículo: Rev. Arg. Hum. Cienc. Soc. 2020; 18(2). Disponible en internet:
http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v18_n2_04.htm |
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Resumen |
En el presente artículo se hace un breve recorrido histórico del surgimiento de las Relaciones Internacionales como disciplina científica a la actualidad, sobre su carácter multidisciplinario de origen, y cómo se va desarrollando en la investigación de esta área de conocimiento la necesidad de transición de la multidisciplinariedad a la transdisciplinariedad, adecuándose a los requerimientos del objeto de estudio y a los cambios en el escenario de la política internacional.
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Palabras clave:relaciones Internacionales, multidisciplinariedad, interdisciplinariedad, transdisciplinariedad. |
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Abstract |
This article presents a brief historical overview of the emergence of International Relations as a scientific discipline up to the present, from its multidisciplinary original nature, and the need for transition from multidisciplinarity to transdisciplinarity which has been occuring in the research in this area of knowledge, adapting to the requirements of the object of study and to changes in the international political scenario. |
Key words: international relations, multidisciplinarity, interdisciplinarity, transdisciplinarity. |
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Las Relaciones Internacionales como disciplina científica, recientemente han cumplido 100 años, y a lo largo de un siglo se han propuesto diversos métodos de investigación, esto debido a que, desde su origen, carece de conceptos claros, enfoques y teorías propias. Es así como el desarrollo epistemológico de esta área de conocimiento ha conllevado a distintos debates, tanto teóricos como metodológicos.
A las Relaciones Internacionales se les considera como una rama de las Ciencias Políticas que se especializa en el estudio de las interacciones humanas a través de las fronteras nacionales y de los factores que afectan tales interacciones (Pearson, 2005: 14), por su naturaleza nace con un carácter multidisciplinario sin límites claros. Entendiendo la multidisciplinariedad como una mezcla no-integradora de varias disciplinas, en la que cada una conserva sus métodos y suposiciones sin cambio o desarrollo de otras disciplinas (Carvajal, 2010: 4).
A lo largo de la primera mitad del siglo XX, se enfatiza en la necesidad de analizar los fenómenos internacionales de manera interdisciplinar, y es sobre todo entre la década de los cincuentas y sesentas cuando se busca hacer más científico el estudio de la sociedad internacional. La interdisciplinariedad es un concepto que refiere la interacción entre dos o más disciplinas, producto de lo cual se enriquecen mutuamente sus marcos conceptuales, sus procedimientos, sus metodologías de enseñanza y de investigación (López, 2017: 4). Ya hacia finales del siglo XX y principios del XXI se ha pretendido ir más allá en cuanto a la integración del conocimiento a través de la transdisciplinariedad (1), dejando a un lado la fragmentación del mismo, para lograr un enfoque holístico que contribuya al cumplimiento de objetivos respecto al objeto de estudio de las Relaciones Internacionales.
El estudio de las Relaciones Internacionales conlleva a la comprensión de la multidisciplinariedad y la transición de la interdisciplinariedad a la transdisciplinariedad en la investigación para el desarrollo de esta área de conocimiento. |
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Antecedentes de los estudios internacionales |
El estudio de la historia ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de las Relaciones Internacionales como disciplina científica, pues a través de la experiencia de lo que las naciones habían vivido en el pasado, podían establecer ciertos patrones de comportamiento de los actores y así sacar conclusiones, es decir, a través de la observación y el estudio de la historia. Al mismo tiempo, se generaba conocimiento en la materia mediante la experiencia descrita en las memorias de los grandes estadistas y de los tratados internacionales.
Sin embargo, se considera que el Derecho internacional es históricamente la primera disciplina que merece el calificativo de ciencia de la sociedad internacional, seguida de la historia diplomática y de la diplomacia que pierde el sentido y alcance en el siglo XX dando origen a una nueva disciplina: Relaciones Internacionales (Pereira, 2001: 15).
Tanto la Historia, como el Derecho, fueron la fuente de inspiración para la creación de las Relaciones Internacionales, en este sentido podemos decir que su creación se debe entre otras cosas, a estas dos disciplinas y por tanto se va a desarrollar con el apoyo de otras tantas, es decir, que surge como un campo de conocimiento multidisciplinario que tiene claramente la necesidad de un enfoque interdisciplinario en esencia. Por otra parte, se debe también al contexto histórico, teniendo como punto de partida el estallido de la Primera Guerra Mundial, coyuntura que determina el surgimiento de esta disciplina llamada Relaciones Internacionales.
A principios del siglo XX, las relaciones entre los Estados Nacionales estaban basadas en el equilibrio de poder (2), que se había establecido en el Congreso de Viena en 1814 (3), orden mundial conocido también como concierto europeo o concierto de naciones, y que duró cien años, ya que se rompió debido a los conflictos derivados del reparto colonial de Asia y África. Es así como da inicio la Primera Guerra Mundial, evento que impactó a la sociedad en todo el mundo, dando pie al surgimiento de las Relaciones Internacionales como campo de estudio ya formalmente. |
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Surgimiento y desarrollo de las relaciones internacionales como disciplina científica |
La Gran Guerra dejó ver los alcances que podía tener la ambición por el poder, esta es considerada la primera guerra moderna en cuanto a las estrategias que se aplicaron así como en cuanto a las armas que se utilizaron, debido al desarrollo tecnológico que se logró tras el periodo de paz armada (4), por consecuencia, esto generó preocupación en la alta esfera de la política internacional, por lo cual para reestablecer la paz y mantenerla al final de la guerra, había que estudiar la guerra y sus causas y así poder generar mecanismos para evitar el conflicto. De este modo, las relaciones internacionales fueron foco de atención como una nueva área de estudio dentro de las Ciencias políticas y por tanto de las Ciencias Sociales.
Al finalizar la guerra ya se estaba escribiendo sobre cómo lograr reestablecer el orden mundial, de tal manera que en la segunda década del siglo XX se empiezan a producir los primeros escritos que fueron configurando el surgimiento de una disciplina científica no desarrollada como tal hasta este momento de la historia, siendo necesaria para evitar una segunda confrontación de tal magnitud. Entre otros documentos, destacan los Catorce puntos (5) del entonces presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson, en donde plantea varias estrategias para mantener la paz mundial, tomando como ideología el Liberalismo, con el cual se pretendía reestablecer el orden y la paz mundial bajo el liderazgo hegemónico de Estados Unidos (Pereira, 2001).
Estados Unidos y Reino Unido van a ser los precursores de los estudios internacionales. En Nueva York y Londres se establecieron los primeros centros de investigación en Relaciones Internacionales. Y en 1921 se crea el Council on Foreign Relations donde va a surgir una de las revistas más prestigiadas de Relaciones Internacionales hasta hoy en día, cuyo primer ejemplar se publicó en 1922, Foreign affairs.
Así da inicio la disciplina de las Relaciones Internacionales en un contexto histórico de conmoción de la sociedad global, de grandes cambios, en donde se escriben documentos sin mucho sustento teórico ni rigor metodológico. Surgen las primeras cátedras y centros de investigación, teniendo como referencia el legado Occidental, textos antiguos, por ejemplo, de Dante Alighieri en donde habla sobre la universalidad del hombre y un Estado mundial unificado, así como de Tomas de Aquino con el concepto de guerra justa, entre otros.
Celestino del Arenal define las Relaciones Internacionales como el conjunto de las relaciones sociales que configuran la Sociedad Internacional, tanto las de carácter político como las no políticas, sean económicas, culturales, humanitarias, y religiosas, etc; tanto las que se producen entre los Estados como las que tienen lugar entre otros actores de la Sociedad Internacional y entre estos y los Estados (Pereira, 2013)
Durante 20 años, los académicos de la época se esforzaron por integrar diversas disciplinas para poder sustentar los estudios internacionales. Fue necesario apoyarse en la geografía, tanto física como humana, así surge la geopolítica como resultado de los efectos de las dos anteriores, y fortaleciendo el análisis de la política exterior para analizar y predecir el comportamiento de los Estados en la política internacional con el apoyo de variables geográficas.
La historia se convirtió en la columna vertebral de los estudios internacionales puesto que todos los eventos y fenómenos internacionales se presentan en determinado contexto histórico, en condiciones y entornos muy concretos, por lo tanto, es un marco de referencia ineludible.
Han sido útiles diversas disciplinas para el análisis de los fenómenos internacionales, tales como, la sociología, la economía, la ciencia política e incluso la psicología, de alguna manera se estaba dando la colaboración de diversas disciplinas para el estudio de los fenómenos internacionales en lo que llamamos Interdisciplinariedad.
La concepción interdisciplinaria tiene como ventajas que permite una visión integral del objeto de estudio, estimula la aparición de nuevas concepciones teóricas y metodológicas novedosas para la solución de los problemas científicos y contribuye a elevar el potencial teórico de las ciencias, y, por tanto, incrementa su pertinencia ante las crecientes demandas del desarrollo social. (Ortiz, 2012)
No obstante, el desarrollo de este campo de conocimiento durante veinte años, no fue posible evitar una segunda conflagración, pues en 1939 da inicio la Segunda Guerra Mundial, planteando serios cuestionamientos en los círculos académicos, con esto surgió una nueva corriente de pensamiento en las Relaciones Internacionales: el Realismo. Los teóricos de este enfoque definieron a sus antecesores liberales como idealistas, puesto que consideraron que fueron ingenuos al creer que mediante la cooperación internacional a través de organismos internacionales podrían evitar la guerra, además de basarse en argumentos del Idealismo, sin embargo, la guerra fue inevitable. Algunos teóricos consideran que entre la Primera y la Segunda Guerra mundial, solo hay un periodo de tregua, podemos decir que ambas guerras son como una especie de periodo de transición de un orden mundial a otro, y en este sentido, llama la atención que prácticamente todo el siglo XX hubo guerra, La Primera Guerra Mundial (1914-1919), rompiendo por completo el Statu quo para promover el imperioso cambio de estructura hacia una sociedad internacional moderna ad-hoc al siglo XX, veinte años después se presenta la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) mejorando las estructuras que se establecieron, poniéndolas en práctica tras el fin de la Gran Guerra, y como si no fuera suficiente posterior a la Segunda Guerra se presenta el periodo de la Guerra Fría (1945-1990), es decir, casi todo un siglo en conflicto en una dinámica que iba de la tensión a la distensión, del conflicto a la cooperación y viceversa, a todo esto, entonces ¿Qué papel jugaron las Relaciones Internacionales desde su origen y a lo largo de todo el siglo? ¿Qué avances se lograron con el surgimiento de esta disciplina de estudio? ¿Qué tanto se pudo prevenir el conflicto? ¿Cómo lo pretendieron en un principio? ¿Y en qué medida se pudieron predecir y manejar fenómenos internacionales desde la teoría? Es probable que no haya sido suficiente el enfoque interdisciplinario, es decir, el hecho de que cada disciplina se integre de manera rígida quizás obstaculiza la posibilidad de integrar el conocimiento, por lo cual podríamos manejar como hipótesis que era necesario ir más allá, quizá de la interdisciplinariedad a la transdisciplinariedad, para alcanzar ese engranaje entre las diversas áreas de conocimiento, y poder entonces lograr una mayor aportación en el campo de las Relaciones Internacionales.
En cuanto a principios de formas integradoras de investigación, la transdisciplinariedad comprende una familia de métodos para relacionar el conocimiento científico, la experiencia extra-científica y la práctica de la resolución de problemas. En esta comprensión, la investigación transdisciplinar se orienta hacia los aspectos del mundo real, más que a aquellos que tienen origen y relevancia sólo en el debate científico.(Carvajal, 2010)
Entre la década de los cincuentas y los sesentas surgió un debate en las Ciencias Sociales, respecto a la cuestión metodológica, en donde se hacía especial énfasis en la necesidad de un desarrollo teórico con sustento objetivo. La llamada Revolución Behaviorista tuvo impacto entre los estudiosos de las Relaciones Internacionales, dividiéndolos en dos bloques, los tradicionalistas a favor del estudio un tanto subjetivo de los fenómenos internacionales teniendo como base la Historia y el enfoque cualitativo, y por otro lado los cientificistas, también llamados conductistas o behavioristas interesados en desarrollar un enfoque cuantitativo más objetivo en el estudio de las Relaciones Internacionales.
Actualmente, los científicos sociales norteamericanos están demostrando la fructífera capacidad de ese “ramillete de disciplinas estrechamente relacionadas que se denominan psicología social –análisis cultural- sociología”. Cada vez se hace más obvio que tales disciplinas deberán emplearse en la construcción de teorías básicas de Relaciones Internacionales (Vázquez, 1994).
De alguna manera este debate metodológico tocaba también la cuestión de la multidisciplinariedad con intención de vincular más estrechamente las disciplinas que servían de apoyo para los estudios internacionales, esto es lo que podríamos llamar una tendencia hacia la interdisciplinariedad. Guetzkow comenta lo siguiente al respecto: “Dadas las dificultades que se generan invariablemente al efectuar investigación en equipos entre disciplinas, valdría la pena dedicar algunos años al entrenamiento de estudiosos plenamente maduros en una o dos áreas a parte de la propia, de modo tal que se puedan integrar en un solo individuo los aspectos del esfuerzo de disciplinas diversas” (Vázquez, 1994).
Con este debate se pretendía lograr una tendencia a hacer más científico el campo de la Ciencia Política y por tanto el de las Relaciones Internacionales. Al mismo tiempo la revolución behaviorista reforzó el carácter interdisciplinar de las Relaciones Internacionales introduciendo conceptos, teorías e instrumentos de análisis de otras ciencias. |
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A 100 años del origen del estudio de las relaciones internacionales |
En la década de los setenta, se comenzaron a dar cambios en el escenario de la política en el mundo, es así como surge el enfoque Globalista que se ve materializado en la década de los ochenta, siendo el transnacionalismo el que impulsó esta nueva forma de analizar los fenómenos internacionales, siendo la contraparte de la escuela estructuralista de las teorías del imperialismo, y del centro y periferia, basada en el marxismo que tan presente estuvo durante la Guerra Fría.
La década de los ochenta los hilos de conexión entre la historia estructural, básicamente la historia económica y la historia social, y la historia de las Relaciones Internacionales parecen acentuarse. (Pereira, 2013)
La década de los ochenta aceleró un proyecto de integración económica que se había visto interrumpido por las guerras, conocido actualmente como globalización. Fenómeno que se empezó a dar como consecuencia de la primera y segunda revolución industrial, el cual consistía en la integración económica, política, social y cultural del mundo entero, sin duda una tendencia homogeneizadora de la sociedad internacional con intereses concretos, liderado por potencias económicas que se habían empoderado desde el siglo XIX a raíz del imperialismo y el colonialismo de Asia y África y posteriormente tras la Primera Guerra Mundial.
Ante la globalización, se empezó a cuestionar el papel del Estado-Nación como principal actor internacional, al surgir nuevos actores internacionales que destacaban en el escenario mundial se cuestionó también la soberanía del Estado ante el creciente poder económico de los actores transnacionales. Había un discurso ambiguo que no dejaba claro si la comunidad internacional promovía verdaderamente una integración, ya que por otra parte se ponía en práctica la política de divide y vencerás, llevando a la fragmentación del mundo.
Por una parte, se hablaba de la importancia de la seguridad colectiva y por otra sobresalían los intereses privados. La democracia liberal siguió siendo el modelo de organización política más difundido por occidente, sin embargo, los Estados fallidos fueron y siguen siendo una constante en el Sistema Internacional.
En el marco de la Guerra Fría quedaba claro que el Estado tenía el monopolio del uso legítimo de la violencia ante la creciente emergencia de actores ilegales como el narcotráfico, el terrorismo o la mafia que ya cobraban importancia en el escenario internacional.
Con todo lo anterior el debate clásico de las Relaciones Internacionales quedaba como un referente teórico del siglo XX dando paso a la reestructuración de ambos paradigmas surgiendo así el neorrealismo y el neoliberalismo. Y esto repercutió en la forma de estudiar las Relaciones Internacionales desde una visión más amplia dados los cambios provocados por la globalización.
El inicio del siglo XXI se caracteriza por la emergencia de nuevas identidades (nuevas ideologías) que se integran también al estudio de las Relaciones Internacionales, por ejemplo, el fortalecimiento del feminismo, el ecologismo, o el movimiento LGTBI (6) y la teoría queer. En este sentido la transdisciplinariedad posibilita la articulación de otros marcos, al proceso de conocimiento específico de una disciplina, de tal forma que podría decirse que en la actualidad los paradigmas de una ciencia o saber no le pertenecen exclusivamente, y es necesario extrapolarlos a diferentes contextos teóricos y metodológicos. (Carvajal, 2010)
Dado que la sociedad tiene un comportamiento que está en constante cambio, las disciplinas científicas tienen que irse adecuando al contexto, surgen nuevas ideologías, nuevas perspectivas, y el conocimiento va de la mano con el cambio de condiciones, es decir, la producción de conocimiento tiene que ir a la par del desarrollo de la sociedad.
Después de todo un siglo en donde la variable constante fue el conflicto y que a pesar de estudiar la guerra y la paz integrando diversas disciplinas científicas, queda la impresión de que no fue suficiente la interdisciplinariedad. A cien años del surgimiento de las Relaciones Internacionales podemos decir que es apremiante lograr integrar las diversas áreas de conocimiento que aportan desde sus bases al análisis de los fenómenos internacionales, de tal forma que la transdisciplinariedad supere la fragmentación del conocimiento y encauce el estudio de los fenómenos internacionales, ya que si vivimos en una sociedad internacional con tendencias a la interdependencia, en ese sentido deberá ir también el conocimiento científico. Las posturas radicales y la rigidez de las disciplinas científicas tendrán que ceder aún más para elevar a otro nivel el estudio de las Relaciones Internacionales, dando origen a nuevas categorías de análisis, clarificando las ya establecidas, y creando enfoques y teorías que contribuyan a la dinámica de la política internacional, es decir, que lo académico aporte a las formas de hacer política y entonces podamos hablar de la ciencia de las Relaciones Internacionales.
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Notas |
1) Según Carvajal, transdisciplinariedad es la etapa superior de integración disciplinar, donde se llega a la construcción de sistemas teóricos totales (macro disciplinas o trans-disciplinas), sin fronteras sólidas entre las disciplinas, fundamentadas en objetivos comunes y en la unificación epistemológica y cultural.
2) En un sentido general se podría definir el equilibrio de poder como el principio que inspiraba las acciones políticas, diplomáticas y militares orientado a preservar un determinado equilibrio territorial y político entre los Estados y evitar el predominio de algunos de ellos. Pereira, Juan Carlos. (2001) Diccionario de Relaciones Internacionales y Política Exterior. Ariel Ciencia Política. Ministerio de defensa. p.15
3) El mismo autor lo señala como: reacción ante el avance revolucionario. Las fuerzas del antiguo orden se habrían unido para restaurar el estilo de las viejas monarquías, borrar la herencia de la Revolución Francesa y reconstruir el desordenado mapa europeo.
4) Utiliza el término de paz armada para referirse a la escalada armamentística protagonizada por las grandes potencias en los años previos a la Primera Guerra Mundial
5) Programa presentado por el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, al Congreso estadounidense en su discurso del 8 de enero de 1918. En esencia, constituía una denuncia de los métodos de la diplomacia tradicional, e incluía una serie de demandas para la formulación de un nuevo Sistema Internacional al término de la Primera Guerra Mundial. SE considera que los Catorce puntos suponen la máxima expresión del espíritu idealista que inspira la visión de Wilson de la Guerra europea, y que estará presente en el desarrollo de las Relaciones Internacionales en el periodo de entre guerras.
6) Lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero e intersexuales.
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Bibliografía |
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