| Investigación educativa y políticas públicas en educación en el Sistema Educativo Entrerriano | 
         
        
          | Lic. Lorena Colignon | 
         
        
          Consejo General de Educación de Entre Ríos  | 
         
        
          lorecolignon@gmail.com  | 
         
        
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          Prof. Florencia Gareis  | 
         
        
          | Consejo General de Educación de Entre Ríos | 
         
        
          florenciagareis@gmail.com  | 
         
        
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          | Lic. Jimena García Fernández | 
         
        
          | Consejo General de Educación de Entre Ríos | 
         
        
          | jimenagarfer@gmail.com | 
         
        
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          Dra. Kuky Coria   | 
         
        
          | Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires | 
         
        
          | kukycoria@gmail.com | 
         
        
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          Para citar este    artículo: Rev. Arg. Hum. Cienc. Soc. 2021; 19(1). Disponible en    internet: 
                    http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v19_n1_01.htm   | 
         
        
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          Resumen | 
         
        
          En el marco de la convocatoria realizada  durante el 2020, desde la coordinación de Evaluación e Investigación Educativa  de la provincia de Entre Ríos (Argentina), se llevó adelante un Estudio  Provincial en las escuelas secundarias rurales   con la  participación de docentes y  estudiantes de cuatro institutos de formación, en un proceso de trabajo que  abarca las dimensiones de la formación y la investigación.   
            En este artículo hemos reconstruido los  diferentes momentos de dicho proceso, sustentado en la producción colectiva en la  que se involucraron, por un lado, el equipo referente a la institución  convocante al que se integra una orientadora metodológica, y por otro cuatro  equipos de docentes y estudiantes, que en este camino se forman en la  perspectiva de la investigación educativa y participaron activamente de todas y  cada una de las fases y momentos del diseño, planificación, salida a campo y  tratamiento de la información para la producción de los datos que atañen al  Estudio.  | 
         
        
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          Abstract | 
         
        
          As  part of the call that took place during 2020 in the province of Entre Ríos  (Argentina), a Provincial Study was carried out by the coordination area of Evaluation and Educational  Research in rural secondary schools. Teachers and students from four  training institutes participated in a work process which covered the dimensions  of training and research.  
            In this article we have reconstructed the  different moments of such process that is based on the collective production  which involved two kind of teams. On the one hand, the team of the organizing  institution where a  methodological advisor has been integrated; and, on the other hand, four teams conformed by teachers and students that are  getting trained in educational research and actively took part in each and  every phases and moments of the design, planning, field trip and information processing for the production  of data related to the Study.              | 
         
        
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          Aproximación | 
         
        
        
          Concretar este artículo  demandó páginas en blanco, borradores, ensayos de escritura, preguntas de preguntas que fueron acumulando  ideas que debíamos organizar cuando intentamos pasar en letra escrita lo  transitado. Hicieron falta mañanas y tardes para encontrar ese modo de  escritura que enlace con la experiencia, comprometiéndonos y desafiandonos de  una forma particular y singular, ya que implicaba algo más que poner en letra  lo que podríamos decir hablando: narrar un proceso que viene siendo dinámico, y  en movimiento, donde no todo está dicho, sino que está por decirse, por  nombrarse. Y es en este por nombrarse que definimos narrar esta experiencia de  construcción colectiva que integra la formación e investigación educativa  llevada a cabo en el marco de una línea de política educativa de la provincia  de Entre Ríos; constituido en un gran desafío de este equipo de trabajo,  intentando narrar, relatar y comunicar la experiencia. En pocas  palabras, y tomando decires de Ronald Barthes (1994),  nos ha interpelado un modo de escribir  signado por leer “levantando la cabeza” (p.  39) como una forma de estar que  irrumpe, retorna, nutre de la realidad, de la experiencia, de ese mundo leído  en partes y que intenta ser escrito.  
 
            Partimos de preguntas que  buscan preguntas, abocadas a una escritura interrogativa y retrospectiva, más  que introspectiva. Nos interesan, más que los hechos, la relevancia de sus sentidos. Escribimos aquí no sobre nosotras sino en  relación con nosotras mismas, en tanto escribir en equipo y en primera persona  se constituye en una actividad que permite poner en papel  acontecimientos, reflexiones de la cotidianeidad, decisiones, acuerdos situados  en un contexto institucional y social que, además, permite dar cuenta de las  emociones y los afectos que se ponen en juego.  
               
            Es desde este lugar que  ponemos en medio la escritura como un acto  artesanal para relatar nuestra experiencia, diferenciada del “registro, el  archivo, la devolución irrestricta de lo aprendido, o la escritura como un  código cerrado para la evaluación” (Skliar y Brailovsky, 2015, p. 62). Aun así, cuidamos los criterios propios de  la validación expositiva, cuarta instancia de validación en todo trabajo  científico, independientemente de los rasgos propios de las lógicas  metodológicas cuantitativas y/o cualitativas.   
               
            En diciembre de 2019, desde  el Consejo General de Educación de Entre Ríos  (C.G.E.), a través de la Dirección de Información, Evaluación y Planeamiento  Educativo [1], se creó la Coordinación de Evaluación e Investigación Educativa,  con la pretensión de avanzar en dos de los lineamientos pedagógicos  institucionales específicos plasmados en el Plan Educativo Provincial  “100 propuestas para la educación entrerriana”: “Elaboración e interpretación cualitativa de la información necesaria  para la gestión educativa y escolar, la evaluación y mejora de los aprendizajes”  y “Realización de investigaciones y  difusión de marcos teóricos que contribuyan a los procesos de inclusión,  permanencia y egreso de las y los estudiantes en los niveles obligatorios”.  
               
            Ante la diversidad, el  dinamismo y la complejidad de las instituciones educativas, desde la gestión se  considera necesario conocer, mediante la investigación educativa la realidad  que en ellas acontece, a los fines de tomar decisiones en materia de política  educativa, para transformarla creativamente. Evidentemente, la información  construida metódicamente y validada científicamente es cada vez más valiosa en una realidad que se complejiza día  a día. La investigación educativa contribuye a visibilizar aquello que se  naturaliza en el espacio escolar, habilitando un distanciamiento [2] respecto del acontecer cotidiano,  buscando conocer, comprender y transformar la realidad educativa. En esta  línea, la producción de conocimiento resulta un elemento primordial para el  fortalecimiento del sistema educativo y para el enriquecimiento de las tareas  que en él se desempeñan.  
               
            La investigación en el  organismo central no contaba hasta el momento con un desarrollo profundo, como  sí puede evidenciarse en otros Ministerios de Educación de otras  jurisdicciones. No obstante, una línea fuerte desde el año 2017 se centró en la  promoción de la investigación como función del sistema formador [3]. Es así que desde ese momento, la Dirección de Educación  Superior llama anualmente a una Convocatoria para que equipos de  investigación conformados por docentes de institutos de formación docente presenten  proyectos de investigación bajo líneas previamente definidas, los cuales tienen  un reconocimiento a través de horas cátedra durante un año para el desarrollo  del proyecto y su puntaje correspondiente.  
               
            Durante el 2020, desde la  Coordinación de Evaluación e Investigación Educativa, recientemente creada, se  definió la realización de un Estudio Provincial en el cual participen docentes  de distintos institutos de formación [4]. Se conformó, entonces, el equipo de  trabajo central con la participación de la Coordinadora de Evaluación e  Investigación Educativa, dos integrantes del equipo técnico pedagógico y la  especialista en Metodología de la Investigación a cargo de las funciones de  asesorar y acompañar el proceso. 
             
            Esta iniciativa tiene dos  grandes objetivos: por un lado, llevar adelante una investigación educativa  desde el CGE y, en paralelo, emprender un proceso formativo de los y las  docentes integrantes de los equipos participantes. Estos equipos conformados  por docentes intervienen en todo el proceso investigativo: desde los debates en  torno al planteamiento del problema a investigar, pasando por el diseño del  proyecto completo y en el desarrollo de la investigación propiamente dicha, a  partir de un tema de particular interés para la Provincia de Entre Ríos, dadas  las características de su territorio: la educación secundaria rural. Asimismo,  se decidió que este Estudio estaría acompañado por un trayecto de formación en  metodología de la investigación a cargo de una experta: la Dra. Dora Luján Coria.  Se considera, en este sentido, la importancia del trabajo con profesionales que  desde una actitud reflexiva y crítica se asuman como agentes de construcción de  conocimiento, tal como sostiene Paulo Freire (1984):  | 
         
        
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              todo investigador digno de  ese nombre sabe muy bien que la tan propalada neutralidad de la ciencia, de la  cual deriva la no menos propalada imparcialidad del científico, con su criminal  indiferencia por el destino que pueda darse a los descubrimientos de su  actividad científica, es uno de los mitos necesarios para las clases  dominantes. De ahí que, vigilante y crítico, no confunda la preocupación por la  verdad, que debe caracterizar a todo esfuerzo científico serio, con el mito de  aquella neutralidad. Por otro lado, sin embargo, al tratar de conocer la  realidad, el investigador crítico y vigilante no puede pretender “domesticarla”  a sus objetivos. Lo que quiere es la verdad de la realidad, y no la sumisión de  ésta a su verdad (p.34) 
             
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          Vale aclarar que, siguiendo a  Elena Achilli (2008), entendemos que la investigación y la formación docente  conllevan una relación problemática. La autora sostiene que ambas, tanto la  "Investigación" como la ''Formación Docente" –en su carácter de  práctica pedagógica– tienen en común el trabajo con el conocimiento. En este  sentido, “el conocimiento se configura en el campo de intersección entre los  procesos de investigación –ámbito en el que se generan/construyen– y los  procesos derivados de la práctica docente –ámbito de re-trabajo al interior de  los procesos de enseñanza y de aprendizaje–” (p. 26).  | 
         
        
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          Definir un tema: la ruralidad como protagonista del  escenario provincial | 
         
        
          Evidentemente, la primera  decisión a tomar desde las direcciones intervinientes (Dirección de  Información, Evaluación y Planeamiento y la Dirección de Educación Superior) se  relacionó con la delimitación del posible problema de investigación. La escuela  secundaria rural es un tema de relevancia dadas las características del sistema  educativo provincial y de la territorialidad, predominantemente rural, y es ahí  donde se definió enfocar la mirada. 
                          El interés puesto en la  escolarización de la población secundaria y más específicamente en la  ruralidad, ha exigido y llevado a propiciar, desde las políticas educativas de  las distintas provincias en general y en Entre Ríos particularmente, formas de  sostenerlas alentando la conformación de determinadas propuestas  organizacionales que, adaptadas a los contextos y la población juvenil,  pudieran sortear las dificultades para avanzar en el efectivo cumplimiento de la  obligatoriedad del nivel. 
              La ruralidad de la provincia de Entre  Ríos, aporta desde su especificidad, posibilita, limita o habilita diversidad  de experiencias en el marco de una heterogeneidad de condiciones que entendemos  se podrían dirimir algunas en un estudio como el que estamos transitando y que  pone la mirada en esas condiciones para la enseñanza en escuelas secundarias de  este ámbito. La centralidad de los estudios sobre lo urbano se extiende a las  prácticas y representaciones que se producen en las instituciones escolares, lo  que podría significar cierta invisibilización de lo que acontece en otros  ámbitos. 
            Tal como menciona Daniel Pinkasz  (2020): 
            
              
                las alternativas de organización  institucional y pedagógica que se desplegaron y despliegan en las provincias  para hacer llegar la educación secundaria a zonas con dificultades de acceso y  con reducida e inestable población en edad escolar constituye un inventario con  41 tipos organizacionales y pedagógicos distribuidos en todo el país (agrupados  en grandes tipologías), lo que da cuenta  de la heterogeneidad que atraviesa a la educación secundaria en contextos  rurales (p. 9).  
               
                         El estudio se ha constituido en un  desafío interesante para el equipo de trabajo en tanto fuimos observando que se  hacía necesario despejar conceptos, miradas, costumbres, formas de definir que connotan, ubican y  particularizan en la educación rural como aquella oferta que se desarrolla en  el ámbito rural desde una mirada geográfica y demográfica, que en la provincia  tiene historias y miradas políticas diferentes en distintos momentos y que, a  lo largo del tiempo, ha estado a cargo de áreas educativas diferentes, con  programas de financiamiento específicos en algunos periodos. 
                          La Ley de Educación de la provincia  de Entre Ríos N° 9890, en correlato con la Ley de Educación Nacional (LEN), son  los documentos que han venido a ampliar y a nutrir las oportunidades de la  enseñanza en estos contextos y por tal el acceso al derecho indelegable a la  educación. Ambas normas mencionan a la educación rural como una de las  modalidades del Sistema Educativo, en tanto constituyen opciones organizativas  o curriculares de la educación común en uno o más niveles, con el propósito de  brindar atención a los requerimientos diversos, como los contextuales o, tal como  lo establece el título que compete a esta modalidad, las necesidades  territoriales de desarrollo cultural, social y económico de la población rural  y de islas. En relación a la enseñanza en estos contextos se prevé  flexibilidad, estrategias didácticas y pedagógicas centradas en el ciclo y la  conformación de redes y nucleamientos con proyectos determinados que apuesten  al arraigo en la comunidad, la comunicación y la puesta en valor de la cultura  e identidad de las comunidades rurales y de islas. 
               
            Asumimos que en función de las  particularidades del ámbito rural, donde se ubican las escuelas secundarias que  pretendemos estudiar, no es pertinente acotar las lecturas de orden geográfico  en función de la cantidad de habitantes, ya que el abordaje necesita de la combinación  una multiplicidad de condiciones, factores, aspectos que la vuelven dinámica,  multidimensional y compleja. Por mencionar algunas de esas características,  encontramos el aislamiento y la accesibilidad, la actividad productiva del  contexto y la multiactividad, los agronegocios y las actividades turísticas,  las relaciones y mandatos familiares, la existencia de escuelas sede con  anexos, la vinculación con la escuela primaria, la estructura organizacional,  las normativas que regulan el funcionamiento o los tipos de organización de las  ofertas educativas en las distintas localidades de la provincia, la planta  docente, entre otros, que hacen que la mirada no se agote en un ámbito con  cierta cantidad de habitantes. Poner en tensión el concepto de ruralidad, las  transformaciones de este tiempo y la incoherencia en que podemos caer al  identificarlos como homogéneos o como opuestos a lo urbano es uno de los puntos  que estuvieron presentes en los primeros diálogos e intercambios que se  gestaron desde la convocatoria del equipo que coordina. 
             
            De este modo, el equipo  central fue trabajando en una matriz de antecedentes del estado de la cuestión  que permitió fundamentar, al mismo tiempo, la decisión de producir conocimiento  sobre esta temática que aún requiere de su estudio, más allá de las  investigaciones encontradas al respecto e intereses que ponen la mirada en la  ruralidad.  | 
         
        
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          ¿Cómo seguimos? Conformar un equipo más amplio: la  convocatoria  | 
         
        
        
          Promediaba julio del primer año de Pandemia (2020) cuando las integrantes  del equipo central nos reunimos virtualmente para trabajar en un tema que nos  invitaba a la conversación: la  Convocatoria para la selección de los equipos que participarían en el  Estudio Provincial. Partiendo de la propuesta de Convocatoria que anualmente se realiza desde la Dirección de  Educación Superior del Organismo se definió que la manera de evaluar los  equipos sería a través de la presentación de una narrativa en la cual pudieran  argumentar su incorporación a partir del planteo de algunas situaciones  problemáticas iniciales y un recorrido posible de lecturas. Convocar a partir  de una narrativa y no de un proyecto o diseño de investigación permitió que  puedan incorporarse equipos que no tuvieran experiencia en investigación.  Apostamos a las narrativas como una invitación a reconocer las múltiples voces  de los discursos en una trama que da lugar a lo heterogéneo.  
            Respetando  la lógica propia de esta heterogeneidad, no dejamos de aplicar las reglas de la  escritura académica, criterios de coherencia interna y de cohesión. De esta  manera sostenemos explícitamente que la investigación educativa se inscribe en  los criterios de cientificidad sin desconocer la lógica de la investigación  cualitativa, en la que sin duda se juegan los criterios propios de validación  desde lo intrínseco de la cualitatividad pero también desde los criterios que  nos referencian con la producción científico-académica en general.  
             
            Asimismo, se acordó que la presentación a la  Convocatoria no prescindiera de dos encuadres teóricos que consideramos  fundamentales y desde donde nos inscribimos como equipo: desde la “perspectiva  crítica” y desde la “complejidad”, en tanto la incertidumbre se presenta como  la ausencia de certezas para explicar procesos históricos de manera anticipada,  ya que lo complejo se caracteriza por los rasgos inquietantes de lo enredado,  del desorden, de la ambigüedad. Desde una perspectiva crítica la  democratización del conocimiento se centra en procesos de construcción y  transformación de la realidad, a partir de instancias colectivas definidas por  elementos de orden simbólico, cultural e ideológico que en un contexto  específico atraviesan los procesos subjetivos y las experiencias sociales.  Asimismo, como lo menciona Najmanovich (2005), la complejidad implica  
            
              
                el desafío de gestar una concepción del conocimiento en  que la teoría no esté divorciada de la praxis, los afectos de los pensamientos,  ni el sujeto del ecosistema. La complejidad nos da la oportunidad de insuflar  sentido en nuestras prácticas sociales, en nuestro modo de conocer, de  legitimar y compartir el saber, es decir, de enriquecer nuestros territorios  existenciales en múltiples dimensiones. Muchas experiencias que la mentalidad y  la sensibilidad dicotómicas habían desvalorizado, invisibilizado, e incluso rechazado  o negado, podrán ahora formar parte de un paisaje vital que no se construye a  partir de exclusiones a priori. Lo  que no implica en absoluto que pueda contenerlo todo. Lo borroso, lo ambiguo,  lo irregular, lo caótico, lo paradójico, la transformación, la dinámica  vincular, las mediaciones, las interfases, las configuraciones, lo irracional,  lo no definido, lo fluctuante, lo intempestivo, los acontecimientos, lo  emergente, tienen ahora lugar como parte del conocimiento legítimo y no como  experiencias desvalorizadas, soterradas e incluso vergonzosas (p. 27).  
               
                         Un historial de experiencias, saberes y modalidades de  trabajo diversas entre las integrantes del equipo central (incluso el hecho de  que algunas de las integrantes nunca nos conocimos personalmente debido a la  situación pandémica) no obstaculizó el punto de partida ni el logro de un código común; los acuerdos se fueron  gestando en las discusiones de cada objetivo de trabajo, de cada decisión a  tomar.  
 
            La producción compartida creció en tiempos y contratiempos,  en sincronía, por whatsapp escritos, audios, imágenes sintetizadoras de estados  de ánimo e indicios del logro alcanzado y de obstáculos a superar, la búsqueda  de un atajo para avanzar en estrategias, que nos permitió tejer la trama y la  urdimbre de una tela consistente y permeable, metáfora que explica nuestra  modalidad de coordinar y acompañar a lxs investigadores en la posibilidad de un  diálogo interactivo en que, formando, nos formamos. 
               
            Avanzado septiembre del 2020 habíamos diseñado las reglas de  juego de la Convocatoria,  los criterios y la modalidad de  evaluación. Se fijó la recepción de las propuestas para el 22 de octubre, y en  el mientras tanto comenzamos a  revisar puntos de vista teóricos y cuestiones metodológicas, así como también  diseñamos y adecuamos herramientas para acompañar el proceso de  investigación en cada una de sus instancias.  
              Se presentaron catorce narrativas, y evaluar no fue sencillo;  discernir a partir del pequeño detalle, la importancia, la novedad, el  ajustarse a normas y formatos, las experiencias de quienes integran los equipos  sin perder de vista la unidad del conjunto, y poner en juego todos y cada uno  de los criterios con que decidimos seleccionar las propuestas. Para nosotras,  la evaluación también fue un momento de aprendizajes y nos desafió en la decisión del porqué  sí o porqué no tal o cual narrativa.  
             
            Evaluamos, seleccionamos, re-evaluamos y finalmente  emitimos dictamen: cuatro narrativas, cuatro equipos y dieciséis docentes de  los Institutos de Nivel Superior con quienes trabajaríamos durante el 2021. La  conformación de estos equipos también contó inicialmente con 4 (cuatro)  integrantes estudiantes.  | 
         
        
        
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          De las narrativas al proyecto | 
         
        
          
            Verano del ‘21
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          Necesitábamos afinar la señalética para  transitar tres rutas: teórica, metodológica y escritural. También nos competía  organizarnos y organizar a los equipos de investigación, lo cual significó  poner en juego las lógicas propias y las resultantes de las acciones  generadoras del proceso de producción colectiva, juego mediante el cual  logramos perfilarnos como equipo y a la vez progresivamente consolidarnos.  
 
            Al reconocimiento profesional y las  alianzas basadas en principios que nos permitieron afrontar las dificultades  propias del trabajo de coordinación y formación, le sumamos el afecto mutuo, y  la pasión compartida por el oficio de enseñar y el arte de investigar.  Condiciones también para trabajar con la improvisación como recurso para la construcción colectiva de conocimiento (Massuco,  2013).   | 
         
        
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            Entre marzo y julio del ‘21
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          El 1° de marzo comenzó el trabajo de investigación con  los equipos seleccionados, los cuales participarían del estudio durante un año  calendario. Dadas las características del grupo, se decidió plantear un  dispositivo de formación que acompañe intensivamente el diseño y desarrollo del  proyecto de investigación. 
 
            El dispositivo diseñado para  la formación tuvo la característica de desarrollarse en contextos de  excepcionalidad dada la pandemia, por lo que se plantearon instancias  sincrónicas y asincrónicas a partir del uso de la plataforma del Consejo  General de Educación “Atamá” y el servicio de Google Meet para  videoconferencias. El proyecto formativo se estructuró en 4 módulos, los cuales  se corresponden con las distintas etapas del diseño de investigación, en el que  se trabajaron conjuntamente cuestiones metodológicas y aspectos sustantivos del  estudio: 1) Construcción del problema y objetivos de investigación;  factibilidad, relevancia y justificación; 2) Estado del Arte y Marco Teórico;  3) Diseño Metodológico y 4) Análisis de la información. 
               
            La secuencia de trabajo se inicia con el tratamiento en cada  grupo de su propia narrativa: compartirla, analizarla, y decidir sobre qué  acuerdos andamiar el plan de investigación. Las narrativas poco a poco se  fueron transformando en una matriz  integrada en la que se puede leer  la propuesta común acordada. Así se fue arribando a la problemática de estudio,  los objetivos a alcanzar, los propósitos, un primer acercamiento a los  antecedentes y abordaje teórico, al igual que a la enmarcación cualitativa del  estudio.  
               
            Si  de lógicas hablamos, también compartimos el desafío de comprender y tratar  de  integrar en sus diferencias a las  disímiles lógicas de los equipos de investigación –muchas veces en este último  caso– con derivas personales y disidentes de las de conjunto del propio grupo  de pertenencia. 
             
            La primera etapa fue muy  ardua, dado que la construcción de una  problemática de investigación debía conjugar los distintos intereses, trayectos  formativos y posicionamientos del conjunto de quienes investigan. Finalmente,  luego de muchas instancias de reflexión, lecturas y debate, arribamos a la  pregunta de investigación: ¿Cómo  se relacionan las prácticas de enseñanza docentes con las condiciones de  construcción de las mismas en las escuelas secundarias rurales con pluriaño de  la provincia de Entre Ríos en el periodo 2021? A partir de formular el interrogante directriz  se continuó el proceso de trabajo de  formulación de objetivos del estudio, análisis de antecedentes, lecturas y  construcción de categorías teóricas.   | 
         
        
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            Jornadas
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          A modo de acompañamiento del Estudio  Provincial y haciendo hincapié en las prácticas investigativas, con la premisa  de que la investigación es una herramienta fundamental  para que la docencia pueda complejizar su mirada y contextualizar las  problemáticas que atraviesan las instituciones, desde la Coordinación  organizamos dos propuestas: las “Primeras  Jornadas de Investigación: Escuela secundaria rural diálogos y reflexiones  desde el campo de la investigación educativa” y la “Jornada de formación de la disciplina a la transdisciplina: Claves para  su abordaje”, ambas con reconocimiento de interés educativo y a cargo de  expertas y expertos, tanto del ámbito de la investigación como del campo de la  enseñanza y la ruralidad.  
            Las Primeras Jornadas de Investigación consistieron en una serie de  cuatro encuentros que hicieron hincapié en las prácticas de investigación, en  tanto se considera a la misma como herramienta fundamental para complejizar la  mirada y contextualizar las problemáticas que atraviesan las instituciones  secundarias en contexto de ruralidad, situándolos en la trama de los espacios  sociales que transitan estudiantes y docentes. Como indica Elena Achilli  (2002): “la coexistencia de las prácticas de investigación con las de enseñanza  abre la posibilidad de generar un campo intelectual crítico a partir de la  construcción de conocimientos dirigidos a la comprensión” (p.2). Siguiendo esta  línea, se trata de romper con un modo de  pensar escolarizado, que tiende a disociar y dicotomizar, y reemplazarlo  por un pensamiento dialéctico, que analiza los procesos socioeducativos en  contexto, en sus relaciones y transformaciones mutuas; así como también poner  en tensión algunas categorías teóricas que definen lo rural o las prácticas de  enseñanza como opuesto a las que se sostienen en otros contextos  
            El primero de los encuentros estuvo a  cargo de la Dra. María Emilia Schmuck, abordó La cocina de la investigación. Relato de una experiencia de  investigación. El segundo, a cargo de la Dra. Susana Mayer, desarrolló la  temática de Historización, perspectivas y  temáticas abordadas en estudios sobre educación rural. El tercero, a cargo  del Dr. Octavio Falconi, trabajó las Condiciones  para la enseñanza en el nivel secundario. El último encuentro consistió en  una jornada en la que trabajaron conjuntamente, desde el intercambio de  experiencias y saberes y a partir de preguntas del público.  
            En cuanto a la Jornada De la disciplina a la transdisciplina:  Claves para su abordaje, la propuesta, a cargo de la Dra. Dora Luján Coria,buscaba reivindicar el trabajo de  investigación con perspectiva interdisciplinaria como herramienta potente para  la comprensión de problemas complejos, haciendo hincapié en el aporte valioso  de la transdisciplina en el proceso de construcción de conocimiento científico  desde la investigación educativa, la cual se considera una herramienta  fundamental para que docentes de la provincia puedan complejizar su mirada y  contextualizar las problemáticas que atraviesan las instituciones.  
            Con ambas propuestas buscábamos que  la mirada experta pueda aportar y nutrir el proceso investigativo del Estudio,  tanto en lo teórico como en lo metodológico. Pero no se limitó a ello, ya que  los y las destinatarios de las Jornadas no fueron solo los equipos  participantes del Estudio sino también docentes de todos los niveles educativos  e investigadores en general, promoviendo el diálogo y el debate sobre las  principales problemáticas educativas en dicho ámbito. Dado el contexto de  pandemia, la propuesta fue virtual, lo cual nos permitió llegar a una cantidad  mucho mayor de gente.  | 
         
        
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            El proceso decisional
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          Este fue un trayecto con  vicisitudes que nos desafiaron una vez más y que sin duda significó nuestra  consolidación como equipo, que no solamente coordina y acompaña a quienes  investigan, sino que también se fortalece en su pensar y hacer. A las  dificultades y contingencias habituales para cualquier equipo de investigación,  en nuestra experiencia se sumó la situación de pandemia que solo nos permitía  encontrarnos en la virtualidad, no sólo con los equipos de docentes  participantes, sino entre nosotras también. Luego de siete meses de comenzado  el estudio y de muchos meses más de estar trabajando con el equipo central para  diagramarlo, pudimos encontrarnos cara a cara, exceptuando a la metodóloga, con  quien aún no pudimos encontrarnos debido a que vive en Capital Federal. 
             
            Hay dos imágenes que se complementan para acercarnos  descriptiva y  metafóricamente al proceso  decisional: la espiral y el rizoma. La  primera implica movimiento creciente, recorridos con retorno y avances;  retrocesos  que permiten avanzar y  que  implican saltos cualitativos en  relación al punto de partida o  al punto  de retorno. La lógica espiralada de la investigación implica la necesidad de  rever continuamente lo ya realizado, modificarlo, pulirlo, revisarlo,  reconstruirlo. Esto conlleva, en no pocas ocasiones, trabajar sobre las  frustraciones de quienes integran los equipos y de nosotras mismas, ya que  estamos también habituadas a otras lógicas donde el avance en la construcción  de conocimiento responde a un movimiento más lineal, en etapas sucesivas sin  solución de continuidad. En investigación, indefectiblemente, se construye en  esa espiral. En esta representación pueden situarse todas y cada una de las  fases y momentos del proceso de planificación, las que a su vez se relacionan  con las instancias de validación propias de toda investigación.  
   
            La lógica del avance/retroceso/avance, permite estar alerta respecto de la coherencia interna de la obra (plan,  instrumentos, trabajo de campo análisis e interpretación de datos), en un modo  flexible pero no falto de criterios de cientificidad.  
               
            La segunda imagen, la rizomática, nos remite a la horizontalidad, a pensar que lo múltiple alcance una  posible unidad, un franco acercamiento a la construcción de conocimiento que  supere la lógica binaria y lineal, arbórea.  
            La planificación nos sumió en intensos intercambios teóricos  y metodológicos, también para reflexionar sobre los alcances de la producción,  la dinámica de los equipos y sobre aquellas cuestiones que hacen a su formación  en investigación educativa.  | 
         
        
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            Confluencias: octubre del ´21
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          Quienes  conforman los equipos de investigación están prontos a iniciar el trabajo de  campo en las escuelas seleccionadas. Estamos en plena organización de la  logística para la llegada al campo de estudio, con todas las ansiedades,  nervios e incertidumbres. Sumado a esto, el trabajo con escuelas en contextos  rurales desfavorables y muy desfavorables multiplica los obstáculos que pueden  surgir para la llegada: factores climáticos, estado de los caminos,  dificultades en el acceso a las instituciones, escasez de medios de transporte  para arribar, necesidad de contar con un espacio tranquilo en la escuela para  realizar las entrevistas. A todo esto se suman los protocolos por la pandemia. 
             
            Nosotras hacemos un cierre  sin clausura de este trabajo, porque al regreso de los  equipos nos espera la tarea de dar una vuelta  más en la espiral, descubrir los múltiples sentidos que encierran los datos y  laborar sobre los resultados y conclusiones no sólo de la investigación, sino  también de los alcances de la formación en la perspectiva de una metodología  integral.   | 
         
        
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          Notas | 
         
        
          [1] Esta Dirección se encuentra a cargo de la Prof.  Claudia Azcárate. 
[2] Nobert Elías (1987) explica que  los científicos sociales estudian relaciones interpersonales, intentan  comprender y hacer que los demás comprendan los cambiantes conjuntos de  interrelaciones formadas por los seres humanos, la naturaleza de esos lazos y  la estructura de esos cambios. Estos científicos intentan alcanzar un nivel de  distanciamiento similar al alcanzado por los científicos de las Ciencias  Naturales, pero esto se les dificulta, ya que ellos mismos forman parte de esos  conjuntos de interrelaciones que intentan comprender. Por esto, es más difícil  para los científicos sociales realizar la operación mental de apartarse de su  papel de participante inmediato, operación que se encuentra en la base de toda  labor científica. Los problemas y dificultades que deben afrontar los  científicos a la hora de aproximarse a los fenómenos sociales son los  relacionados con el papel que tiene el investigador dentro de la sociedad que  estudia. Es decir, el investigador es “sujeto” que intenta comprender y hacer  comprender a los demás lo referido a las interrelaciones de los seres humanos.  Pero a la vez es “objeto”, puesto que forma parte de este conjunto de  interrelaciones que debe analizar. Para lograr un nivel óptimo de  distanciamiento, el científico debe, mentalmente, apartarse de su papel de  participante inmediato, dominando sus emociones; pero esto se le dificultará ya  que los conflictos que estudia pueden afectarle profundamente. En efecto, él  tiene determinadas ideas políticas, intereses económicos, creencias religiosas,  es miembro de un determinado grupo o clase social, y debe adquirir un gran  dominio sobre sus propias pasiones para percibir adecuadamente los  acontecimientos de modo distanciado.  
[3] Esto se encuentra dispuesto por  Resolución 1565/17 C.G.E. 
[4] Quienes fueran reconocidos con  horas cátedra y puntaje previstos en la Resolución 1565/17 C.G.E.  | 
         
        
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          Bibliografía | 
         
        
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