Este trabajo se orienta a presentar a modo de ensayo las primeras reflexiones de una trabajo de tesis sobre el origen y actuación del único diario de la izquierda sindical en México[1], en la primera mitad del siglo XX: El Popular, creado por la Confederación de Trabajadores de México (CTM), cuando gobernaba el país el general Lázaro Cárdenas, y era inminente el inicio de la segunda guerra mundial; también intenta indagar por qué se le ignora en las historias del periodismo mexicano.
En el caso de México, los orígenes del sindicalismo moderno hay que buscarlos en el siglo XIX, cuando el anarquismo se hizo presente en la sociedad mexicana. Su influencia se prolonga a principios del siglo XX, cuando se conforma la primera organización obrera de México: la Casa del Obrero Mundial, de corte anarcosindicalista.
En 1918 es creada, a convocatoria del gobernador del estado de Coahuila, la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), primera central sindical nacional; en ella conviven anarcosindicalistas y socialdemócratas; éstos últimos, emulando a las Trade Unions británicas crean, en 1919, al Partido Laborista Mexicano. Pronto, los principales dirigentes de la CROM son cooptados por el poder público y su secretario general se convierte en secretario del Trabajo del gobierno de Plutarco Elías Calles. La agrupación entra en crisis a fines de la década de los veinte y principios de los treinta, y en su seno se generan escisiones y divisiones que organizan federaciones y agrupaciones obreras independientes del poder público y de los patrones.
Pocos años después, en 1934, llega al gobierno de México el general Lázaro Cárdenas que durante su campaña se había comprometido a impulsar políticas en beneficio de obreros y campesinos; su gobierno y el movimiento obrero independiente enfrentan duras críticas por parte del ex presidente Plutarco Elías Calles, y para oponerse a esa embestida, las diversas organizaciones sindicales acuerdan crear, en 1935, el Comité de Defensa Proletaria (CDP), para enfrentar a Calles y respaldar al nuevo gobierno. Posteriormente, esas organizaciones a las que se adhieren diversos sindicatos, crean una nueva central sindical nacional en febrero de 1936: la Confederación de Trabajadores de México que asume, en esa etapa inicial, posturas de izquierda y en la que confluyen, tanto en su base como en su dirección, elementos del sindicalismo tradicional —con supervivencias del pensamiento anarcosindicalista— sindicalistas reformistas, comunistas y marxistas-leninistas sin partido [2].
La nueva central sindical, desde sus inicios, aborda el tema de la necesidad de contar con su propia prensa que difunda información y opiniones que respondan a los intereses de la CTM[3]; un diario que interese a todo el pueblo mexicano y que lo oriente con honradez respecto de los problemas de carácter nacional e internacional, para oponerlo a los ataques para denigrar al gobierno y al movimiento obrero que realizan grupos patronales, la derecha, el imperialismo y el fascismo a través de la llamada prensa independiente que, aparentando equidad e imparcialidad, actúa en forma militante a favor de las causas de las clases conservadoras de México.
Dos años después se funda El Popular como diario de la CTM y ocupa el cargo de director Vicente Lombardo Toledano, secretario general de la central obrera; de subdirector otro dirigente sindical, Rodolfo Piña Soria; como gerente, Fidel Velázquez, secretario de organización del comité nacional cetemista, y para ocuparse de la redacción se comisiona a diversos miembros de la confederación.
El Popular solamente depende un año de los directivos de la CTM, ya que en 1939 éstos son relevados de sus responsabilidades y los cargos directivos se entregan a personas que puedan, sin dejar de difundir y defender los intereses de la central obrera, darle mayor amplitud a la información y a la opinión que se transmite a través del diario [4].
A pesar de que El Popular fue motivo de menciones, comentarios y ataques desde diversas posiciones políticas y desde la misma prensa empresarial de la época; a pesar de que aún en la actualidad en una fuente documental que se cita con frecuencia cuando se analizan aspectos políticos y sindicales a los que hizo referencia en sus páginas, nadie se ha ocupado de analizar su origen, desarrollo y posiciones políticas.
Una visión sesgada
Quizá por esa razón, hasta ahora, en México, solamente hemos tenido una visión del diarismo de la primera mitad del siglo XX: el realizado por empresas periodísticas.
Ello motiva también a investigar el origen de El Popular, único diario en la historia del país fundado por una organización obrera, no solamente porque no existe un estudio específico al respecto, sino porque es ignorado en la mayoría de los casos, deliberada o involuntariamente,por quienes realizan investigaciones o publican libros relativos a la historia del periodismo en México.
Conocer sus características, sus mecanismos de financiamiento y analizar sus posiciones políticas e ideológicas, respecto de acontecimientos nacionales e internacionales de los años mencionados, para contrastarlos con los de las empresas periodísticas constituye un ejercicio indispensable para entender las relaciones entre prensa y poder político en esos años y sus consecuencias posteriores, sobre todo los alcances reales de la censura, la autocensura, el control de los medios por parte del poder público y el contubernio entre ambos, y los vínculos de las empresas periodísticas con el poder económico, que utilizaron a la prensa o se coludieron con ella para obtener beneficios de diversa índole.
La investigación tiene un interés particular porque los primeros años de existencia de El Popular están relacionados con una etapa decisiva para la organización sindical de los trabajadores y con las transformaciones que marcaron el desarrollo posterior de nuestro país, tanto en la esfera económica, como en los ámbitos político, social y cultural.
Es evidente que los resultados de la presente investigación, que recién inicia, constituirán apenas un primer esfuerzo por conocer el aporte periodístico del diarismo de izquierda, de la primera mitad del sigo XX, en México.
Sin embargo, el estudio de El Popular debe proporcionarnos diversos beneficios: llenar el vacío que significa su exclusión en la investigación relativa a la prensa escrita en México; contribuir a un mejor conocimiento de todas las manifestaciones políticas e ideológicas, de la prensa escrita en México y, en particular, del diarismo de izquierda y, revalorar el contenido de las relaciones entre la prensa escrita y los poderes político y económico.
Objetividad o veracidad
Por lo que se refiere al periodismo hay dos grandes corrientes que influyen en la forma y el contenido en el que se presenta la información. Las dos grandes tendencias del periodismo actual son el modelo europeo continental y el anglosajón y su marcada influencia en el periodismo estadounidense, así también como en el mexicano, lo que pone en el centro del debate los conceptos de objetividad, imparcialidad y veracidad, entre otros, que forman parte del análisis de los estudiosos de la actividad periodística [5].
La escuela del periodismo europeo continental, nació vinculada a partidos y gobiernos y ve a la prensa como un actor más de la lucha política, no distingue entre periodismo profesional y militante y pretende convencer al lector; el periodismo anglosajón, por su parte, nació cuando los diarios se convirtieron en producto de empresas periodísticas que se adjudicaron el papel de cuarto poder y plantea la necesidad de informar con objetividad, dejando los comentarios para el periodismo de opinión que, en la mayoría de los casos, se realiza en función de los intereses de cada empresa o medio informativo.
El periodismo empresarial estadounidense tiene una marcada influencia en el periodismo mexicano desde fines del siglo XIX, no solamente en cuanto al carácter mercantil de la actividad, sino sobre todo en cuanto al tipo de periodismo que se ajusta a la visión anglosajona.
Con todos estos elementos conceptuales y analizando el contexto internacional que está marcado por la segunda guerra mundial, sus prolegómenos y consecuencias, y por el nacional que corresponde a la etapa de consolidación del sistema político mexicano y de las instituciones y organizaciones que se vinculan a él, es como pretendemos abordar el periodismo mexicano de los años treinta, tanto de los diarios de las empresas periodísticas: Excélsior, Últimas Noticias de Excélsior, La Extra, El Universal, El Universal Gráfico, La Prensa y Novedades; como del diario del gobierno, El Nacional; así comode laprensa escrita de izquierda y, en especial, el origen, desarrollo y actuación del único diario de origen sindical El Popular, al que consideramos el único diario de izquierda en México, en las décadas de los años treinta y cuarenta.
Se hace necesario investigar la relación entre periodismo e ideología, para desentrañar los vínculos ocultos que pretenden justificar la ausencia de una visión crítica del periodismo actual y a partir de esas valoraciones respondernos la pregunta de si el periodismo militante debe necesariamente ser marginal.
En ese sentido, tampoco se debe descuidar el estudio de las relaciones de El Popular con el sindicalismo de izquierda de México, en particular con la CTM que lo creó, con las organizaciones obreras de otros países de América Latina, con la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) y con las demás organizaciones obreras latinoamericanas que actuaban en esos años.
A partir de los mismos parámetros, dar respuesta a otra interrogante que está en el centro del debate: si el periodismo comercial es necesariamente tendencioso o puede ser veraz, si existe la posibilidad de que se realice en función de los intereses de la sociedad o siempre estará vinculado a los intereses políticos y/o económicos predominantes en la sociedad [6].
Finalmente, se pretende analizar la forma en que El Popular selecciona, jerarquiza y difunde la información y la opinión institucional [7] en torno a los acontecimientos internacionales de la época como el ascenso y posterior derrota del nazi fascismo; la migración española a México; la segunda guerra mundial y los efectos de la económicos y políticos de la posguerra.
Una de las complejas dimensiones del problema que no se puede perder de vista, se refiere a la información y la opinión de El Popular acerca de acontecimientos y aspectos de la vida nacional relacionados con el gobierno de Lázaro Cárdenas, las demandas económicas y sociales de la clase obrera, de los campesinos y de los sectores populares, las luchas obrero-patronales, la fundación y actuación del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1939, así como la actitud de su antecesor el Partido Nacional Revolucionario fundado en 1929, la sucesión presidencial de 1940 y el asesinato de León Trotsky, entre otros.
Un apartado especial consistirá en analizar los conflictos que El Popular tuvo que enfrentar, tanto de sus enemigos naturales: las cúpulas patronales, el imperialismo y la derecha nacional, como de otros medios que asumiendo posturas opuestas a las del diario obrero se enfrentaron a él.
Reflexiones
● Sindicalismo. La mayoría de las organizaciones sindicales mexicanas se caracterizan por su falta de democracia interna; dependencia del patrón, sea este el Estado o una empresa privada; toma de decisiones verticales de parte de las dirigencias, y escasa o nula defensa de los intereses de sus agremiados. El estudio del sindicalismo de los años treinta es siempre una buena experiencia si se quiere revitalizar el sindicalismo en nuestro país.
● Izquierda. El concepto izquierda es mucho más complejo, ha cambiado su significado dependiendo del lugar y la época en el que se emplee. Por lo que se refiere a la época en la que surge El Popular, coexisten diversas izquierdas desde la libertaria que se expresa a través del anarcosindicalismo hasta la marxista-leninista que se manifiesta a través de dos expresiones: la representada por los militantes del Partido Comunista Mexicano y por los que actúan sin vínculo con partido alguno.
Lo característico de la época es que el Partido Comunista Mexicano se asume como depositario del marxismo-leninismo y ello lo lleva a asumir que la izquierda es plural, que en ella están representadas todas las corrientes democráticas y progresistas, incluidos sectores de la burguesía mexicana, mientras que los marxistas sin partido asumen que la izquierda solamente la representan los que asumen la filosofía del proletariado.
Esas concepciones divergentes están en el fondo de todas las confrontaciones entre estas dos fuerzas y las demás que actúan en la sociedad mexicana y, concretamente, en el sindicalismo aglutinado en la CTM.
● Sindicalismo de izquierda. Definir al sindicalismo de izquierda es partir, en primer lugar, de que hay varias izquierdas actuando en el movimiento obrero, desde la marxista hasta la anarquista, que también la burguesía gobernante ejerce cierto grado de influencia en el sindicalismo de la época y que, en consecuencia, El Popular, como órgano de la CTM debe reflejar esa amalgama de intereses democráticos, progresistas y revolucionarios.
● Diarismo. Si nuestro interés se hubiera centrado en el estudio del periodismo mexicano de 1938 a 1945 hubiéramos encontrado un buen número de publicaciones, llamadas marginales, que servían de plataforma de manifestación de las ideas de partidos y organizaciones sociales de las diversas expresiones de la izquierda. Quisimos referirnos a diarismo, entendiendo el concepto como el acertado para definir a las publicaciones periódicas que tienen frecuencia diaria, que se venden a todo público y que incluyen publicidad pagada en cada uno de sus números. En el caso que nos ocupa El Popular, es el único periódico que cumple con tales especificaciones y por ello su estudio permitirá conocer otros aspectos de la relación de los medios con el poder público y el poder económico, o al menos, verlo desde otra perspectiva.
Notas y referencias bibliográficas
1) El trabajo pretende definir diversas concepciones del sindicalismo y también de la izquierda actuante en México en los años en estudio, para diferenciar cuales variantes de la izquierda y de la izquierda sindical influyeron en la creación y orientación de El Popular. Volver al texto
2) En este ámbito será necesario confrontar formas esencialmente diferentes de interpretar ese proceso: Miguel Osorio Marbán, en Presidentes de México y dirigentes del partido, señala que la central surgió por decisión del general Cárdenas tomada el 8 de febrero de 1936 cuando “expresó la conveniencia de formar una central única de trabajadores [y que] Con ese antecedente, surge la Confederación de Trabajadores de México (CTM) la que quedó constituida el día 24 de ese mismo mes de febrero.” (p. 139). Presidentes de México y dirigentes del partido, de Miguel Osorio Marbán, PRI, México, 1993.
Rogelio Portillo Ceballos, en La CTM orígenes y funciones dentro del sistema político mexicano, para Cárdenas era imprescindible la “unificación sindical vinculada al régimen o al menos formada por sugerencia gubernamental” (pp. 40.41). La CTM, orígenes y funciones dentro del sistema político mexicano, de Rogelio Portillo Ceballos, Costa-Amic Editores, México, 1986. Arnaldo Córdova en La política de masas del cardenismo, señala que la constitución de la CTMse produjo por la dinámica misma de la lucha obrera que coincidió con el cambio de gobierno y como consecuencia lógica de lo que había iniciado como una corriente sindical independiente que entroncaría con el cardenismo “Sin temor a exagerar, puede decirse que la izquierda, en sus más variadas manifestaciones, es a partir de la década de los treinta un componente esencial de la historia del movimiento obrero mexicano. Tan es así que no se registran, prácticamente, alternativas de independencia sindical al movimiento obrero que no sean planteadas por la izquierda.” (p. 46). La política de masas del cardenismo, de Arnaldo Córdova,Ediciones Era, México, 1974. Volver al texto
3) En Historia documental, CTM 1936-1937, enel acta de la quinta sesión del Primer Consejo Nacional de la Confederación de Trabajadores de México, celebrada el 5 de junio de 1936, se aborda el tema de la prensa de la organización obrera vinculándola a la defensa de los intereses de La CTM frente a los ataques de la derecha, “El compañero Vicente Lombardo Toledano pone a la consideración de la asamblea el asunto relativo a los ataques de que está siendo víctima la CTM por parte de los “camisas doradas” y de la reacción, inclusive por la clase patronal, por lo que considera que para defenderse la CTM de esos ataques es conveniente que se cree un órgano de publicidad de la organización.” (270) Volver al texto
4) En el Informe del Comité Nacional al XI Consejo Nacional de la CTM de 4 de noviembre de 1939 se expresa que “con el propósito de que, sin perder nuestro diario el carácter de defensor de los intereses de la CTM, pudiera ampliar su campo de trabajo e interesar a otros sectores de la opinión, moviéndose más ágilmente… se ha hecho una reorganización en el periódico, habiendo designado a los compañeros Alejandro Carrillo y Manuel O. Padrés para que ocupen, respectivamente, la dirección y la gerencia del diario. Historia documental CTM 1938-1939, Tomo II, PRI, México, 1982. Volver al texto
5) Vicente Leñero y Carlos Marín establecen en la Introducción de su Manual de periodismo que “El periodismo pervierte su función cuando tergiversa, cuando miente, cuando negocia y cuando escamotea información. La deformación del periodismo, sin embargo, es un fenómeno recurrente y explicable: lejos de ser una forma desinteresada de comunicación, constituye una activa manifestación de la lucha de clases [...] el periodismo, entonces, es intrínsecamente parcial” p. 18, Manual de periodismo de Vicente Leñero y Carlos Marín, editorial Grijalbo, México, 1986.
Miguel Ángel Bastenier, por su parte, opina que “suponer, realmente, que es posible separar los hechos de la opinión es pura fantasía. No ha habido jamás un texto, por desnudo que pueda parecer a nuestros ojos, que no contenga alguna carga de opinión en primer grado, siquiera que sea por la colocación que ha merecido en las páginas del periódico.” p. 25, El blanco móvil, curso de periodismo, de Miguel Ángel Bastenier, Aguilar, México, 2001. Volver al texto
6) Camilo Taufic, en Periodismo y lucha de clases, afirma que “las clases, los partidos y el Estado se esfuerzan por tener bajo su control al periodismo, para configurar con su auxilio- el mundo según sus intereses.” Periodismo y lucha de clases, de Camilo Taufic, Nueva Imagen, México, 1989. Volver al texto
7) Utilizaré el método de Análisis Hemerográfico Automático de Jacques Kayser, que consiste en seleccionar un ejemplar cada 125 números, a fin de que no se repitan ejemplares del mismo día de la semana, ni de las mismas semanas en años sucesivos, para abarcar diferentes días de la semana y diferentes meses del año a lo largo de los 7 años en estudio. Adicionaré una selección manual de casos ad hoc, representativa tanto de acontecimientos nacionales como internacionales vinculados al movimiento obrero. Volver al texto
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