Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales |
|
Volumen 3, nº 2 (2005) |
|
Menores: ¿imputables o inimputables? |
|
por Juan Derdoy, María Emilia Maitini y Mariana Mazzeo | |
Estudiante de la Escuela Superior de Derecho, de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. marianamazzeo@yahoo.com.ar |
|
Profesor consultor: Dra.
Cecilia Desiata |
|
Anexo | |
Testimonio | |
TESTIMONIO DEL SOCIÓLOGO ALBERTO MORLACHETTI (Agencia NOVA) |
|
TESTIMONIOS DE DOS JÓVENES ALOJADOS EN LA COMUNIDAD TERAPÉUTICA HUILEN Empecé a drogarme a los 9 años, en un colegio de La Matanza, no sabía lo que hacía, mi conducta era buena. Vengo de una familia donde mis padres son separados, donde mi madre se fue de mi casa cuando yo tenía 3 años. Mi papá también se fue, quedé a cuidado de mi abuela, mi hermano pasa por el mismo camino que estoy yo, está preso hace 2 años en la U24 de Marcos Paz, mi mamá está presa en la Unidad de Mujeres de Ezeiza. Y bueno, mi vida no fue fácil. Cuando empecé a consumir, mi vida era tranquila. Después cambió todo al pasar del tiempo. Empecé a consumir todos los sábados, y después no podía estar todos los sábados sin consumir. Empecé a consumir los lunes, martes y miércoles; pero no tenía plata. Empecé a robarle todo a mi abuela, casi la mato, intenté matarla. Robé, mentí, traicioné. Traicioné a un montón de gente para poder drogarme. Mentí, robé, hice un montón de cosas, hasta llegar a la comunidad. Después de llegar a la comunidad, conocí al Dr. Eugenio Sánchez, donde me marcó un camino, me enseñó que la droga no era buena. Ahí conocí también a Catalino, al Dr. Noli, a la Sra. Marta Pascual. Y me mostraron que era un camino de vida, mejor. Me dieron una oportunidad, volvía a estudiar. Estoy en 9º grado, tengo todas las materias bien, me va bien gracias a Dios. Hoy tengo un proyecto y quiero seguir adelante. Entrar en la droga es muy fácil, difícil es salir. Pero quién tiene la culpa, un joven que se droga por su ignorancia, o quienes permiten que ese joven se envenene. Nosotros también acá venimos a pedir ayuda, no para que haya más lugares como Huilen, porque hay gente buena, y ojalá haya gente como la que hay en Huilen en todas partes, porque a mí me ayudaron, gracias a Dios. Juan Martín Cretzel: Yo me llamo Juan Martín Cretzel, tengo 16 años, soy de Mar del Plata y hace un año y 10 meses que estoy en la comunidad. Hay que hacer algo. Todos tenemos que hacer algo. Antes se decía que el drogadicto, el que se droga es de baja sociedad, ahora no es así; la droga es la nueva moda. ¿por qué no se fijan? Porque un menor un delincuente va a robar, ¿para qué?, para darle a la madre, no, para comprar droga, como fui yo. Como todos los que estamos en la comunidad, que somos 102 chicos, para consumir droga, no porque tenían ganas de robar. Ahora, yo también, cuando consumía, tuve un enfrentamiento con la policía, tengo intento de homicidio, tengo las peores causas; y ahora me siento persona; y me siento que puedo ayudar. Voy a colegios, doy charlas sobre adicciones, siento que puedo ayudara otras personas. Y no quiero que otras personas y otras familias se destruyan como se destruyó la mía. FUENTE:Mesa redonda sobre la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, programa “Niños en riesgo”, 14/11/01. |
|
RELATOS DE CASOS DE MALOS TRATOS Y TORTURAS Modalidades de malos tratos, apremios y torturasLos testimonios permiten señalar la existencia de golpizas, vejaciones sexuales, ejecuciones fraguadas, entre las modalidades de apremios y torturas de las que son víctimas las personas menores de 18 años en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires. Golpes, amenazas y vejámenesGran parte de los relatos se refiere a los golpes propinados de parte del personal policial, los que se infringen tanto durante la aprehensión como durante la permanencia del niño o adolescente en una dependencia policial. Caso 1 Que en el momento que lo subieron a la camioneta lo hicieron llamar desde su movicom para que pidiera plata, que el dicente llamó a su hermana. “... Que dentro de la camioneta, el dicente iba tirado en la caja y un policía del Comando le hizo pis encima. Que luego lo llevaron a la Comisaría de Boulogne, donde le siguieron pegando y le decían que hable.” (Informe elevado a la Subsecretaría del Patronato de Menores de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires en enero de 2001). Caso 2 “... Que en un momento determinado cuando el deponente se quedó solo con el oficial de servicio, éste lo quería obligar a que le besara los pies, y como éste se negó lo tiró al piso y le pateó las costillas.” (Relato recopilado por el asesor de menores Carlos Bigalli). Casos 3 y 4 “No me pegaron. ¡Me dieron una paliza!” Luego continuó dramatizando con el cuerpo la siguiente escena, con la que intentaba reproducir de qué forma fue golpeado: imita a un policía, quien se encuentra de pie, mientras golpea con los puños cerrados a otra persona en el piso (el adolescente); simultáneamente imita la voz del policía: “¿Sos menor? ¡No importa! ¡Tomá! ¡Tomá! Por ser menor te damos igual”. En todo momento el adolescente imitó al policía enfatizando el ensañamiento de los golpes y el tono de voz. Cada “tomá” era acompañado de un fuerte golpe.(10) Caso 5 Caso 6 Vejámenes y agresiones sexualesCaso 7 “Que le ponen las manos detrás y lo llevan al baño pegándole. Que lo obligan a arrodillarse. Que los dos policías que lo ayudan al primero a llevarlo [...] se retiran, quedándose solo con el primero de ellos. Que éste se baja los calzoncillos y le decía al dicente ‘cuento hasta tres y abrí la boca’[...]. Que le vuelven a poner las manos detrás entre estos dos [policías] mientras que el que se había bajado sus prendas le acercaba el pene a la cara del dicente. Que como el dicente seguía resistiéndose, uno de los policías le pega una patada en la nuca haciendo que el declarante apoye la boca en el pene del policía.” “Que a todo esto, se habrían hecho las seis de la mañana, que recibió castigos desde aproximadamente las dos de la mañana, momento en que fue detenido.” (Denuncia realizada en mayo de 2000). Caso 8 Ejecuciones simuladas, abuso de armas de fuego, amenazas de muerteCaso 9 Caso 10 Caso 11 Otras modalidades de torturasCaso 12 Caso 13 Que los disparos de arma no impactaron en él. Que personal policial lo tiró a un zanjón lleno de agua podrida cercano [...] y personal policial le pegó patadas en las costillas. “Que en un calabozo [...] recibió golpes de puños en ambos oídos, produciéndose la perforación del tímpano derecho. Que estando en el mismo calabozo, también personal policial le quemó, con un cigarrillo, en su pie izquierdo. “Que en el día de ayer el dicente defecó sangre en tres oportunidades.” (Informe elevado a la Subsecretaría del Patronato de Menores de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires en enero de 2001). |
|
Postura de UNICEF |
|
Ante el debate sobre la baja de la edad imputable, UNICEF recomienda la organización de una justicia especializada, flexible y diversa para juzgar a las personas menores de 18 años.
UNICEF Argentina defendió su posición basada en La Convención sobre los Derechos del Niño y las Reglas de Beijing para la Administración de Justicia de Menores. La justicia penal adolescente es un sistema de administración de justicia que extiende los derechos y garantías de debido proceso a los adolescentes a quienes se acuse de haber participado en la comisión de una infracción a la ley penal. Esta justicia tiene una finalidad educativa ysancionadora de la pena, lo que en primer lugar, permite la reparación del daño causado en cualquier fase del procedimiento y consecuentemente el archivo de la causa; y en segundo, aconseja la menor restricción de derechos posibles a la hora de imponer la sanción, siendo la privación de la libertad el último recurso y sólo para infracciones muy graves. La psicología evolutiva entiende que el adolescente infractor es una persona en desarrollo que no ha tenido tiempo para interiorizar las normas que rigen la sociedad en que vive. Esto no significa que sea incapaz de discernir y que resulte irresponsable; sino que por las razones expuestas, la reacción social frente a sus actos delictivos no debe ser de castigo, debiéndoseprocurar su integración social y evitar en todo momento que sea privado de su derecho fundamental a la educación. El mandato de la justicia penal adolescente es contribuir a que los adolescentes se responsabilicen de sus actos, asegurando siempre su bienestar. Para conseguir estos fines el juez tiene que tener en cuenta a la hora de imponer la sanción, no sólo la infracción cometida, sino toda una serie de factores psicológicos, familiares y sociales, en base a los que se determinarán las medidas que mejor incidan en su educación, procurando causarle la menor aflicción y restricción de derechos. Esta justicia tiene que articularse de forma que el menor pueda comprender las consecuencias que su conducta ha tenido sobre la víctima, directas o indirectas, ya que sólo así podrá incidirse en la asunción de su responsabilidad y en la promoción de cambios de conducta.
| |
Medidas alternativas | |
Programa Libertad Asistida
|
|
|
|
Volver al texto del artículo | |
Volver a la tabla de contenido |