1. INTRODUCCIÓN
La forma fragmentada de pensar, propia del enfoque  mecanicista, también generó una desintegración del mundo. La visión analítica,  divisionista, lineal y fragmentada ha llevado al planeta a los niveles de  deterioro que hoy se observan. La separación de las partes de un sistema  conduce a la destrucción y anulación de sus propiedades.
El concepto de sistema, como visión social, se basa en  la posibilidad de apreciar el Todo sin desintegrar sus partes para tratar de  entenderlas o controlarlas. Plantea un conjunto de modelos mentales que se  distinguen del pensamiento analítico, punto de partida del enfoque mecanicista.
El pensamiento sistémico obliga a  sintetizar antes de analizar, y a observar al sistema como parte interactuante  con otros sistemas de su mismo nivel y como integrante de sistemas superiores,  en donde se encuentra inmerso. Implica comprender que todo tiene relación,  interna y externa, por remota o distante que sea.
Por otro lado, el desarrollo sustentable plantea armonizar  las relaciones entre el hombre y la naturaleza. Para alcanzar el modelo del  desarrollo sustentable, se requiere de cambios en la forma de trabajar, de  producir, de pensar; es decir, un cambio mental en la visión del hombre.
El pensamiento  sistémico, como modelo mental, pone en tela de juicio distintos paradigmas,  entre ellos el del método científico.Actualmente, desde diferentes sectores se considera que la ciencia no  está respondiendo adecuadamente a los desafíos actuales, especialmente a  aquellos que plantea la misma en el marco de un desarrollo sustentable. Desde  esa perspectiva y en un contexto de cambios en el siglo XXI, surge la necesidad  de nuevos enfoques en la práctica de las ciencias. 
En función de lo  mencionado, a partir de opiniones de distintos autores que proponen la visión  sistémica y la aplicación de métodos y practicas interdisciplinarias en el  estudio de la sustentabilidad, en este trabajo se intenta abordar la  necesidad de cambios en el método y práctica de la ciencia, y, en consecuencia,  el desafío de trabajar interdisciplinariamente en proyectos de investigación  científica que afronten problemas complejos del mundo actual, teniendo como eje  central la concepción del desarrollo sustentable. 
        2. SUSTENTABILIDAD: Conceptualización desde distintas disciplinas
          En los últimos años  el concepto de sustentabilidad irrumpió con fuerza dentro de las agendas  agronómicas, económicas, políticas y de otros ordenes de las actividades  humanas. Sin embargo, en ciertos casos no ha sido considerado apropiadamente  según su verdadero sentido; posiblemente por la complejidad que lo caracteriza  y la dificultad intrínseca de medir el grado de sustentabilidad al momento de evaluar  o caracterizar situaciones o escenarios como sustentable o como no  sustentables.
          En la bibliografía se encuentran distintas definiciones  de “sustentabilidad”, propuestas desde diferentes disciplinas.
          Principalmente desde  las Ciencias Agronómicas [1], se sostiene que el desarrollo sustentable es  aquel que atiende a las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las necesidades de las futuras  generaciones. Es decir que la sustentabilidad agropecuaria es aquella  capaz de mantener, a través de los años, niveles aceptables de productividad  biológica y económica, preservando el ambiente y los recursos naturales,  satisfaciendo al mismo tiempo un requerimiento impostergable de la sociedad  [2]. 
          Para otros autores  [3],la sustentabilidadbusca  armonizar la relación entre las personas y la Naturaleza y una forma de  convivencia de la sociedad, en una búsqueda constante de los modos y  procedimientos de intervención de las personas para conseguir sus objetivos  preservando los recursos naturales. Así, se presupone que nuestras acciones realizadas en el presente dentro de  un determinado escenario, podrán ser consideradas sustentables en la medida en  que los impactos de las mismas resulten, al menos, de carácter neutro (o  positivas) sobre las posibilidades del accionar de quienes nos sucedan en el  futuro. Por el contrario, si los impactos futuros de nuestras acciones (sobre  las posibilidades del accionar de quienes nos sucederán) fuesen de carácter  negativo o detrimental, se dirá entonces, que nuestro proceder en el presente  no alcanza la condición de sustentable [4]. 
          En el ámbito de las Ciencias Forestales, Merenson[5] afirma  que el manejo forestal sustentable es aquel que asegura una producción de  bienes y servicios a perpetuidad, pero ocasionando la mínima alteración de los  ecosistemas. 
          En el mundo  empresario el concepto de sustentabilidad hace referencia a una “gestión  responsable” que implica un compromiso real y sostenido de la empresa en el  tiempo, con todos sus grupos de interés, incluyendo su impacto ambiental y la  realidad social, captando nuevos mercados y mejorando la competitividad de sus  negocios [6].
          Desde una visión  reduccionista [7], sostienen que en los ámbitos económico y tecnológico se  tiende a considerar la sustentabilidad como un problema básicamente de  aminoramiento del impacto ambiental de la producción, ya sea a través del uso  racional de recursos o recurriendo a nuevas formas de producción innovadoras  (técnicas de remediación, tecnologías ambientalmente compatibles, producción más  limpia, etc.). 
          Si bien las  definiciones presentan puntos en común, además de parecer muy simples, la  naturaleza de los desafíos que plantea la sustentabildad es muy compleja y su  análisis abarca diferentes aspectos:
        
          - Integración de factores  económicos, sociales, culturales, políticos y ecológicos, 
 
          - Interacciòn simultánea  de las dimensiones locales y globales, y
 
          - Ampliación de los  horizontes de espacio y tiempo para acoger la necesidad de la equidad  intrageneracional e intergeneracional. 
 
        
        Es decir, que se necesita un cambio fundamental en la manera en que se  enfoca el desarrollo de las relaciones entre sociedad y naturaleza. Para la  ciencia, significa la necesidad de integrar a un nivel mucho más amplio y  profundo un estilo de investigación interdisciplinaria que involucre el  desarrollo de un enfoque sistémico complejo, tanto de la práctica como del  método de la ciencia. 
        2.1. Los Ejes de la Sustentabilidad 
          La sustentabilidad abarca tres ejes o pilares  principales: el ambiental, el económico y el social [8]. Esto implica una visión compleja por las relaciones e  interacciones establecidas entre los distintos ejes o áreas en un contexto de  temporalidad, considerando los impactos  futuros (positivos y negativos) derivados de las acciones presentes que se  desarrollan o llevan a cabo en la búsqueda de satisfacción de las necesidades  actuales. Estas necesidades van desde las más básicas, como proveerse de  alimento, vestimenta, vivienda, etc., hasta las más complejas y sofisticadas  como las de orden económico, cultural, social, político, espiritual, etc..
        2.2. Medición y dinámica de la Sustentabilidad
          Conceptualmente puede  definirse una línea divisoria entre los escenarios o situaciones que son  consideradas como sustentables o no. Medir el grado de sustentabilidad de una  situación o escenario determinado requiere la capacidad de predecir el impacto  futuro de las acciones presentes. En muchos casos, esta tarea no resulta  sencilla ni fácil de alcanzar por las relaciones causales a diferentes escalas y  entre los diferentes factores y por la dinámica del sistema y las fuerzas que  generan las conductas del mismo [9]. Se trata de sistemas complejos que carecen de límites bien definidos [10] y que  reúnen atributos muy difíciles de entender, manejar y consecuentemente medir:  multiplicidad de perspectivas legitimas, no linealidad, emergencia,  auto-organización, multiplicidad de escalas, incertidumbre irreducible [11]. 
          Si bien la ciencia  constituye una herramienta para tratar de predecir el comportamiento futuro,  cuando se trabaja en sistemas complejos generalmente no es posible pensarlos en  la lógica de la certeza y su abordaje requiere prudencia.
        3. NECESIDAD DE UNA NUEVA  VISIÓN CIENTÍFICA PARA EL LOGRO DE UN DESARROLLO SUSTENTABLE
          Hasta hace un tiempo  la ciencia se desenvolvía, como la llamó Kuhn, dentro de un periodo de ciencia  normal, con grandes avances científicos y técnicos que respondían y apoyaban a  los paradigmas vigentes en ese momento; las situaciones que no respondían a los  esquemas propuestos se consideraban “anomalías”, se investigaban y trataban de  resolver para ser incorporadas en los mismos o se esperaba que con el posterior  avance de la ciencia quedaran resueltas.
          Posteriormente, el  mundo experimentó un periodo de profundos cambios en diferentes ordenes que,  sumados a la velocidad y la magnitud del cambio global, la interconexión  creciente de los sistemas sociales y naturales a nivel planetario y la  creciente complejidad de las sociedades y de su impacto en la biosfera, alcanzó  un alto nivel de incertidumbre y de impredictibilidad, que plantea nuevas  amenazas y oportunidades para la humanidad. [12].
          Este nuevo escenario  quebró la fortaleza de los paradigmas vigentes y, en el área de las ciencias de  la producción, marcó el final de lo que se conoció como el paradigma de la  revolución verde, al tomar mayor protagonismo el concepto de sustentabilidad,  que si bien ya circulaba en algunos sectores científicos, políticos y sociales,  se instaura con la posibilidad de convertirse en un nuevo paradigma científico. 
          Al mismo tiempo se  planteó que la ciencia de la sustentabilidad necesita además un cambio que va  más allá del paradigma, alcanzando a los métodos, las prácticas y la necesidad  de una nueva forma de hacer frente a esa realidad más complejizada y  problemática.
          En este marco,  Funtowicz y Ravetz [13] proponen un nuevo enfoque “sistémico, sintético y  humanista”; que reconozca a los sistemas naturales como complejos y dinámicos,  una ciencia cuya base es la impredictibilidad, el control incompleto y la  pluralidad de perspectivas legitimas. Es así que la investigación científica de estos  sistemas se enfrenta a diversos niveles de complejidad tanto de los sistemas  físicos como de las sociedades [14].
          Entendiendo,  entonces, a la sustentabilidad como un sistema complejo, desde la visión de  García [15], su investigación se fundamenta en un equipo interdisciplinario, en  un marco conceptual y metodológico común derivado de una concepción compartida  de la relación ciencia-sociedad, que permite definir la problemática bajo un  mismo enfoque, estableciendo un diálogo de saberes, resultado de la experticia  de cado uno de los miembros del equipo.
          En ese contexto, se  propone un nuevo abordaje de los problemas planteados, que lleva a un proceso  de “democratización” de las ciencias, donde el científico es un  ciudadano más que contribuye con su conocimiento especial, diferente pero no  dominante entre otros tipos de sujetos involucrados en un dialogo político. La  propuesta se centra en dos aspectos: la calidad  de la información y las estrategias  de resolución de problemas , analizadas en términos de las incertidumbres  tanto cognoscitivas como éticas.
          La falta de claridad  en la idea de sustentabilidad, sumada a la complejidad de su problemática, ya  que es un eje que atraviesa todas las ciencias sin descansar en ninguna en  particular, exige (para aquellos que se atrevan a pensarla como posible) un  cambio no sólo en el paradigma productivo y científico, sino un replanteo del lugar del hombre en el mundo y su  posición respecto a la naturaleza, y tal vez al modelo económico vigente.
          Trabajar la  sustentabilidad desde la ciencia tradicional también requiere un esfuerzo extra  para todo aquel que se aventure en ese ámbito. Se debe tratar de unificar un  conocimiento en relación con todas las áreas disciplinares (especialmente  humanas, sociales, ambientales, económicas) de manera sistémica, dando lugar a  un nuevo espacio intercientífico donde los conocimientos ya no se ubican  estrictamente en ningún campo original, sino que requieren de una metodología  que busque consolidarlos para formar una conciencia de la sustentabilidad y  preservación de la naturaleza.
          Finalmente, se deduce  que existe un reto para los investigadores en cuanto a la práctica y la  formación transdisciplinar a partir  de un estudio de tipo interdisciplinario y multidisciplinario, para fortalecer  la conciencia del deterioro ecológico y del desarrollo sustentable. La  formación de profesionales e investigadores requiere de capacitación en  diferentes campos que abarcan la percepción, actitudes, habilidad y métodos  para llegar a un enfoque transdisciplinario en la cuestión de la  sustentabilidad y que supone una mayor comunicación entre las ciencias sociales  y naturales. 
          La investigación transdisciplinar se ubica precisamente  en las fronteras de las disciplinas, se propone como un complemento a la  investigación disciplinar y como un intento de desenredar las formas en las que  se hilvana la producción del conocimiento con el tejido social. Responde a la  necesidad de tomar en consideración diversas perspectivas de un fenómeno o  problema, ya reconocida por las prácticas multidisciplinarias e  interdisciplinarias [16]
          Por lo demás, para  atender a los desafíos complejos del desarrollo sustentable, los científicos  necesitan incorporarse en un diálogo abierto y constructivo con una amplia  diversidad de culturas y reconocer que muchas de las habilidades relevantes con  bases locales se encuentran fuera de la comunidad de investigación formal. En  otras palabras, los que experimentan y desarrollan soluciones para los  problemas de sustentabilidad deben incorporarse, como un importante complemento  a la ciencia y tecnología formal e institucional con el fin de crear  plataformas y mecanismos para propiciar diálogos entre diferentes tipos de  actores y compartir información sobre la investigación y práctica para el  desarrollo sustentable. 
        Referencias
          [1] Gómez et al., 1999. 
          [2] Ikerd, 1993. 
          [3] Coppa, 2007.
          [4] Mercado y  Córdova, 2005. 
          [5] García, 2006. 
          [6] bid.
          [7] Ducoté Occhi, 2007.
          [8] Funtowicz y  Ravetz, 2000. 
          [9] Ducoté Occhi, op.  cit.
   [10] García, op. cit. 
          [11] Funtowicz y  Ravetz, op. cit.
   [12] Ibid.
          [13] Figueroa  Sarriera, 2006.
          [14] Gallopin y  Vessuri, 2006. 
          [15] García, op. cit.
          [16] Figueroa  Sarriera, op. cit.
        Bibliografía
        Coppa, R. “Sustentabilidad: entre la intangibilidad y la  explotación de los recursos” [carpeta técnica]. Esquel: INTA, 2007.
          Ducoté  Occhi, M. Ponencia presentada en el  panel sobre Evolución y realidades de la RSE. Buenos Aires: Reporte Social, 2007. 
          Figueroa  Sarriera, H. J.. “Los retos de la  investigación transdisciplinar”, ponencia presentada en el panel El rol de la  Investigación en los Programas Graduados, en el Centro de Investigaciones  Sociales y el Decanato de Estudios Graduados e Investigación, 2006. (Disponible  en: http://home.coqui.net/hfiguero/trans.pdf.,  marzo 2009).
          Funtowicz, S. y Ravetz  J.. Epistemología política: ciencia con  la gente. Barcelona: Ediciones Antrazyt, 2000.
          Gallopin, G. y Vessuri,  H.. “Science  for sustainable development. Articulating Knowledges”, en: A. Guimaraes et al.  (eds.) Interfaces between Science and  Technology. Londres: Greenleaf Publishing, 2006.
          García, R., Sistemas  complejos. Conceptos, métodos y fundamentación epistemológica de la  investigación interdisciplinaria. Gedisa, 2006. 
          Gómez R. et al. “Telecentros  en la mira: ¿cómo pueden contribuir al desarrollo social?”, ponencia presentada  en el Simposio Latinoamericano y del Caribe: Las tecnologías de  información en la sociedad. Aguas Calientes, 1999.
          Ikerd J.E., “The need for a  systems approach to sustainable agriculture. Agriculture, Ecosystems and Environment” 1993. 
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        Mercado A. y Córdova  K., “Desarrollo sustentable -  Industria: más controversias, menos respuestas”. Revista cielo, ambiente y  sociedades, vol. 8, nº 1 (2005), pp. 27-50. 
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          Tavella M. A., ”sustentabilidad  y planificación ambiental estratégica” Disponible en: www.estrucplan.com.ar/articulos/verarticulo.asp?IDArticulo=265 ( marzo 2009)
          Villarruel Fuentes  M., “Educación superior y desarrollo  sustentable”. Revista  Iberoamericana de Educación. pp. 1681-5653.