LA PROPUESTA
        El desafío del presente ensayo es identificar, en el  artículo “Agricultura familiar y ciencias agrarias: ¿Un paradigma en crisis?”  de Raúl Paz, el punto de vista desde el cual el autor escribe el trabajo y  analizar las diferentes propuestas teóricas planteadas.
          
          El análisis que el autor hace de las ciencias  agrarias puede ser posicionado en la estructura de las revoluciones científicas  de Kuhn. 
          
          Thomas Kuhn propone entender a las ciencias como una  actividad propia de un colectivo –los científicos- que deliberadamente adoptan  un conjunto de conceptos teóricos, propuestas, metodologías específicas y  problemáticas propias de su formación. Según él, los paradigmas tienen  condicionamientos históricos, sociológicos y psico-sociales, que los determinan  espacio-temporalmente y que son emergentes de etapas precientíficas, o sea, sin  acuerdo en la sociedad de los científicos y están amenazados por la aparición  de anomalías (problemas que el paradigma no asume) que provocan crisis, de las  que son emergentes nuevos acuerdos y en consecuencia un nuevo paradigma. La  sucesión de las mencionadas etapas conforman para Kuhn la estructura de las  revoluciones científicas. A esta concepción lineal se opone la propuesta de  Lakatos, quien plantea que la cuestión radica en la confrontación  teorías-experimentación y lo explica mediante el recurso de los programas de  investigación.
          
          El paradigma vigente planteado es la modernización de  la agricultura a nivel mundial, entendiéndose la modernización como “un proceso  necesario e inevitable; el éxodo rural, la caída de las fuentes de trabajo en  el sector agropecuario y el deterioro del medio ambiente como daños colaterales,  ocasionados por la propia ampliación de escala y de la incorporación de  tecnología moderna”. Haciendo un paralelismo con la concepción de ciencia de  Kuhn, la crisis a la que hace referencia Paz en su artículo se debe a la  presencia de una estructura agraria conformada por un importante sector de  pequeños productores. Si bien esta anomalía aún no tiene la aceptación del  mundo científico como para producir una revolución científica, debido a que  suponemos, desde nuestro punto de vista, que ellos se aferran a ese núcleo  central teórico mercantilista (núcleo duro de Lakatos), desestimando una  posible crisis; ya que es preponderante en ellos el pensamiento capitalista.  Hay una resistencia por parte de los generadores de conocimientos en las  ciencias agrarias al surgimiento de una revolución científica. A pesar de ello  el autor indica que esta crisis paradigmática está tomando fuerza en un país  como Argentina donde el diseño de un sector agropecuario moderno compuesto por  explotaciones homogéneas y de gran escala productiva comienza a perder  vigencia, o al menos muestra problemas en su implementación por la presencia y  perdurabilidad de la pequeña producción, lo cual es mas evidente en las  regiones extrapampeanas (como las del noroeste y noreste del país). En el  artículo el autor toma a la agricultura familiar como un sector capaz de  desempeñar un papel relevante en la reestructuración de las economías  regionales, contrariamente a lo que sostiene el paradigma vigente, el cual  postula la marginación y la inevitable desaparición de dicho sector en la  conformación del nuevo orden socioeconómico.
        También en el análisis del artículo se hace evidente  la presencia de pares tensos:
        
          - Grandes productores  mercantilistas / Pequeños productores.
 
          - Explotación homogénea /  Explotación heterogénea.
 
          - Agricultura mecanizada/  Agricultura familiar.
 
          - Explotación capitalista  / Explotación sustentable.
 
        
        Los que estarían demostrando la existencia de una  crisis paradigmática en el seno de las ciencias agrarias.
          
          Paz también hace referencia a que los profesionales  formados en las ciencias agrarias comparten la misma visión capitalista del  paradigma vigente, en desmedro de potenciar la producción a pequeña escala. Es  decir que el paradigma de la revolución verde influyó en la formación agronómica,  apoyándose en el racionalismo científico moderno, según el cual para comprender  y conocer los problemas complejos hay que reducirlos a sus partes simples. La  formación profesional se orientó fundamentalmente hacia la agricultura  inclusiva, altamente dependiente de capitales y de la tecnología [1]. Se  percibe, bajo esta óptica, que la desaparición de la agricultura familiar y el  campesinado se ve como un estadio intermedio del desarrollo agrícola; sin tener  en cuenta la situación socioeconómica de las zonas extrapampeanas, por ejemplo  Santiago del Estero, donde la actividad agrícola de minifundistas representa un  importante porcentaje de la economía regional.
          
          En el artículo se puede distinguir un sentimiento  creciente de que la ciencia agropecuaria no está respondiendo adecuadamente a  los desafíos de nuestros tiempos. También se puede deducir la necesidad de una  nueva relación entre ciencia y sociedad, el reforzamiento de la educación  científica y la cooperación, la necesidad de conectar el conocimiento científico  moderno con el conocimiento tradicional y la necesidad de investigación  interdisciplinaria [2].
          
          El autor hace referencia a que la modernización está  tratando de hacer oídos sordos a los problemas o “daños colaterales”. Que no se  está prestando la debida atención a las anomalías del paradigma vigente, que  abstrae variables de diversos sistemas de producción donde la total  mercantilización, la articulación absoluta con los mercados y la combinación  “adecuada” de los factores de producción no se expresan con la magnitud  esperada.
          
          Todos los que participan en la construcción y  transferencia de conocimiento están claramente identificados con las empresas  capitalistas, conocen sus problemas y en consecuencia tienen la solución  técnica administrativa para superarla.
        Si como sostiene Paz, la agricultura familiar en  algún momento toma la importancia necesaria para iniciar una crisis, ello  podría conducir a una revolución científica donde la búsqueda de soluciones  podría canalizarse en el marco de la agricultura sustentable como paradigma  emergente; por lo que podríamos decir, como ha sido sugerido por otros autores1,  que la formación agronómica debería estar orientada hacia una agricultura que  combine el respeto por los límites que impone el medio ambiente con legítimos  intereses socioeconómicos del productor agropecuario. El perfil profesional  debe incluir un compromiso con la preservación de la base ecológica que  sustenta a los sistemas productivos.
        Referencias
          [1] Requensens, 2006. 
        [2] Gallopin et al., 2000
        Bibliografía
          Coria,  Kuky. Apuntes de curso de posgrado “Teorías y Prácticas del Método Científico. Seminario Taller”.  UNSE, 2008.
          Gallopin, Gilberto et al. “Science for 21th  century: from social contract to the scientific core”. International  Journal of social science (Vol.  168), 2000.
          Paz,  Raúl. “Agricultura familiar y ciencias agrarias: ¿Un paradigma en crisis?“. Revista Argentina de Humanidades y ciencias  Sociales (Vol. 4, Nº 1), 2006.
          Requensens,  Eduardo. “El desarrollo de las ciencias agropecuarias bajo el modelo de Thomas  Kuhn”. Revista Argentina de Humanidades y  ciencias Sociales (Vol. 4, Nº 1), 2006. 
          Rubio, J.; Vara, J. El análisis de la realidad en la intervención social. Madrid: Editorial C.C.C.S., 1997.